La líder opositora birmana Aung San Suu Kyi protagonizó hoy en el Parlamento británico un momento histórico, al dirigir un discurso a las dos cámaras de Westminster, un honor reservado a unos cuarenta jefes de Estado en el siglo XX.
La visita de Suu Kyi al Reino Unido, que había supuesto durante esta semana un regreso sentimental a un país que no pisaba desde 1988, adquirió hoy el más alto perfil político, lo que la activista aprovechó para reclamar "ayuda práctica" para el fortalecimiento de la democracia en Birmania.
Las dos Cámaras del Parlamento británico recibieron en pie a Suu Kyi en una tribuna por la que han pasado mandatarios como el sudafricano Nelson Mandela, el francés Charles de Gaulle y el estadounidense Barack Obama, y en la que la única mujer que hasta ahora había pronunciado un discurso era la Reina de Inglaterra.
Antes, la Premio Nobel de la Paz se había reunido con el primer ministro británico, David Cameron, el heredero de la Corona, el príncipe Carlos, y el ministro británico de Exteriores, William Hague, encuentros en los que la activista pidió el apoyo del Reino Unido a su antigua colonia.
En una rueda de prensa conjunta, Cameron dijo que el Reino Unido invertirá dinero y "recursos en la democracia emergente de Birmania", pero mantendrá una supervisión "rigurosa" del Gobierno del país asiático hasta que las reformas "sean irreversibles".
Suu Kyi, a quien la Junta militar birmana ha mantenido en arresto domiciliario durante mas de quince años en las últimas dos décadas, logró un escaño en el Parlamento de su país el 1 de abril y cruzó por primera vez en 24 años la frontera de Birmania el 29 de mayo.
La líder opositora se ha reencontrado en el Reino Unido con sus hijos y nietos, que viven en Oxford, si bien ha recalcado que el objetivo primordial de su visita es tratar de "cumplir las esperanzas de los birmanos".
Para ello, Suu Kyi evocó en su discurso en Westminster el "espíritu práctico" de su padre, el héroe de la independencia birmana Aung San, que visitó Downing Street en 1947 para negociar el final de la colonia.
La activista política, presentada por el presidente de la Cámara de los Comunes, John Bercow, como una "heroína para la humanidad", subrayó la necesidad de recibir inversiones para mejorar el sistema educativo en Birmania y atajar el paro juvenil "crónico" que sufre el país asiático.
"Tenemos una oportunidad única de restablecer la verdadera democracia en Birmania. Hemos esperado muchas décadas y, si no hacemos bien las cosas esta vez, corremos el riesgo de tener que esperar varias más", afirmó Suu Kyi.
En opinión de la opositora, el país que preside el exgeneral Thein Sein debe fortalecer sus instituciones democráticas sin caer en "personalismos", un objetivo para el que consideró imprescindible la colaboración del Reino Unido y otros Estados occidentales.
La política birmana, que ha reclamado en repetidas ocasiones el fin de las sanciones internacionales a su país, ofreció una rueda de prensa conjunta con Cameron en la que éste se comprometió a respaldar las reformas iniciadas en Birmania, que consideró un camino "largo y difícil".
Suu Kyi dejó en el Reino Unido a sus hijos y a su marido, el británico Michael Aris, que falleció de cáncer en 1999 sin poderse reencontrar con ella.
La activista recobró la libertad en noviembre de 2010, seis días después de que el principal partido oficialista obtuviese la mayoría absoluta en unas elecciones legislativas encaminadas a instaurar un sistema que se bautizó como una "democracia disciplinada".
La Junta militar se disolvió el 30 de marzo de 2011 y subió al poder un gobierno afín, presidido por Thein Sein, primer ministro del régimen anterior, que inició una serie de reformas de tinte democrático que han despertado esperanzas entre la comunidad internacional.
Visto en El economista.
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