Myanmar // Birmania // Burma

Pages

Unas "elecciones" que el pueblo birmano no necesita

sábado, 12 de septiembre de 2009

El miércoles pasado el Washington Post publicaba un apasionado artículo de U Win Tin, un miembro importante de la Liga Nacional para la Democracia [NLD], el partido de Aung San Suu Kyi, haciendo una llamada para conseguir apoyos internacionales a la lucha por la democracia en Birmania.

Este escrito pone en peligro la vida de Win Tin, el cual ya ha pasado 19 años en prisión [N. del T. de 1989 a 2008], ya que hablar contra el régimen militar es como ponerse en la línea de tiro.

Algunos observadores internacionales como el Senador Estadounidense Jim Webb están usando un lenguaje del miedo para presionar a la NLD para que participe en las elecciones que el régimen birmano tiene planeadas para el años que viene. Este artículo muestra el rechazo del movimiento democrático birmano a esta presión y deja claro que estas elecciones van a dar como único resultado una dictadura militar perenne.

He aquí el artículo:
Se ha prestado mucha atención a la reciente visita del Senador James Webb a mi país y a sus reuniones con el General Than Shwe y con la encarcelada y Premio Nobel de la Paz Aung San Suu Kyi. Entiendo el deseo de Webb de perseguir un significativo diálogo con las autoridades dirigentes birmanas. Lamentablemente, sus esfuerzos han sido dañinos para nuestro movimiento democrático al enfocarlas erróneamente sobre la posibilidad de las "elecciones", en las que Webb quiere que consideremos participar el año que viene como parte de una estrategia política a largo plazo. Pero este espectáculo electoral planeado por el régimen militar no es sino una burla hacia la libertad buscada por nuestro pueblo y podría convertir a la dictadura militar en algo perenne.

La última vez que hubo elecciones libres en Birmania [N. del T. en 1990] el pueblo birmano rechazó el gobierno militar de forma aplastante, premiando a nuestro partido, la Liga Nacional para la Democracia, con más del 80% de los asientos del parlamento. Mas los militares se negaron a permitir que la NLD formase gobierno. En los 19 años posteriores a esta elección, los activistas de la democracia birmana han encarado la prisión, intimidación, tortura y muerte mientras elevaban pacíficamente sus voces en demanda de justicia, derechos tanto individuales como para las etnias, y una forma democrática de gobierno que representase a todo el pueblo de Birmania.

En tanto que la lucha por la democracia no ha acabado, la NLD ha continuado la búsqueda para entablar un diálogo abierto con el régimen - basado en la paz y el respeto mutuo - que pudiese encauzar la crítica política birmana así como los problemas sociales. Birmania fue en tiempos el cuenco de arroz de Asia. Hoy, por culpa de las destructivas políticas económicas del régimen y su uso de la opresión para mantener el gobierno militar, Birmania se ha convertido en un país destrozado y asolado por el hambre.

El régimen busca darse una capa de legitimidad a través de estas "elecciones" diciendo que una "democracia disciplinada" se va a instaurar el año que viene. Mas el pasado mayo de 2008, justo unos días después de que el ciclón Nargis devastase Birmania y matase a más de 100.000 personas, el régimen usó un ridículo proceso para reivindicar que el 93% de los votantes eligió adoptar una Constitución que consagraba permanentemente el poder militar y que impedía a aquellos que tuviesen "lazos extranjeros", concepto no aclarado, tener dedicación pública [N. del T. presentarse a las elecciones] - esta norma está claramente pensada para impedir que Suu Kyi se presentase a las elecciones [N. del T. Suu Kyi es viuda de Michael Aris, súbdito británico, con el que tuvo dos hijos, Alexander y Kim, también británicos; según esta norma, dado que Suu Kyi tiene "lazos extranjeros" no podría presentarse a las elecciones].

Algunos observadores internacionales han visto en las elecciones del año que viene una oportunidad. Pero bajo las circunstancias impuestas por la constitución de los militares, esta elección será una vergüenza. No vamos a sacrificar los principios democráticos por los que millones de birmanos se han manifestado, han sido arrestados, torturados y asesinados, para participar en un proceso que no tienen la más mínima esperanza de traer libertad a nuestro país.

Las peticiones de la NLD son razonables. En abril publicamos otra declaración para fomentar el compromiso con los militares pidiendo la liberación de todos los presos políticos, una revisión completa de la Constitución, reapertura de las oficinas de la NLD y el derecho a organizarnos libremente. La respuesta del régimen continuar con el encierro de Suu Kyi y otros 2.000 activistas, ofensivas militares masivas contra los grupos étnicos y el refuerzo de las normas para amordazar la democracia.

¿Cómo puede la comunidad internacional jugar un papel significativo? Primero, funcionarios como Webb deberían dejar de asustar sobre China. Su lenguaje sobre contener a China y su trabajo con el régimen birmana para ello, se basa en una tesis anticuada e irreal. Suu Kyi ha rechazado estos conceptos al decir a Webb que "no vamos a tratar con nadie con miedo e inseguridad. Trataremos con cualquiera, China, América, India, de igual manera y con amistad. Dado que no podemos elegir a nuestros vecinos, entendemos que necesitamos tener una buena relación con China." Segundo, la NLD anima al resto de países y organizaciones internacionales a dialogar con los líderes militares birmanos para persuadirlos a que dialoguen con nosotros y con los grupos étnicos birmanos. Los Estados Unidos y muchas otras naciones han impuesto sanciones a Birmania. Es su decisión y consecuente con su justificada solidaridad con los valores democráticos que tanto apreciamos. Si el régimen dialoga gentilmente con la NLD y los representantes étnicos, libera a los presos políticos, cesa sus ataques a las minorías étnicas y da pasos adicionales para construir un verdadero estado democrático, estas sanciones serán retiradas en el momento oportuno.

Entre tanto, que nadie dude de nuestra resolución. La NLD es un reflejo de la sociedad birmana. No nos acobardarán ni nos amedrentarán en un defectuoso y fatal proceso político que roba al pueblo birmano la libertad por la que luchamos. Estamos preparados para dialogar, pero estamos más que deseoso de continuar nuestra lucha por los valores democráticos por los que tantos han dado sus vidas y su libertad.

U Win Tin

Si te ha interesado este artículo, compártelo.


votar

0 comentarios:

Publicar un comentario