Los niños van creciendo en el Orfanato Maharmuhni; ríen, lloran, juegan, comen... y están cada día más guapos.
Para poder dar cobijo a todos los niños han tenido que
acometer una serie de reformas. La enfermería se estaba quedando pequeña por el
aumento del número de bebés y de
personal.
![](https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiaUOuq6-ITnUacEFij4BOpsnDcLzDwYR_p-Wqo1_slyVHHJmqeT1DlyVh5jUjqXS7NZBKjK8rpe1Zp98ezL6Ellxw5c2LyQq9q4mLHWQVzhaTHOTtJwy0IYVgX3vlj_TlBVXm8mIgyoM8/s200/P1070531.JPG)
En consecuencia el pasado junio tuvieron que derribar el edificio colindante con la enfermería, y levantarlo de nuevo habilitándolo para los bebes mayores.
Han habilitado en el otro edificio lateral una zona de lavadero, con la contrucción de un tanque y una bomba de agua, que facilita el trabajo de las mujeres.
También se han hecho unos suelos movibles de madera y plástico sanitario, que es mucho mas higiénico.
![](https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiMlFt17NMhYvuy3135jOejvTymu8-RGzB6wpfBFfmhunSn5pC8vAgj90yrdw7tO4MYeD2zgnCS4JPmCQh-zlEIKDtCT1khpybIPnd4Hbo70B44CiY28FU7bwWV8DqN3kSrp1od3AhVLZ4/s200/P1060892.JPG)
A pesar de todo sigue
habiendo problemas económicos y la operación de La Princesita se complica; aún así, para alegrarse un poco, nada como una pequeña fiesta: piruletas, globos, juegos... y algún que otro achuchón.
Cualquier ayuda es agradecida.
Si te ha interesado este artículo, compártelo.
0 comentarios:
Publicar un comentario