No han tardado en sucederse las reacciones de condena a la sentencia contra Suu Kyi.
La primera en hablar ha sido la Unión Europea; en boca de la presidencia sueca de turno ha dicho que se reforzarán las sanciones contra la Junta.
El Primer Ministro Británico en una declaración ha mostrado su tristeza y enfado por el veredicto y ha solicitado un embargo de armas global: "Es una sentencia puramente política, diseñada para impedir que ella [Suu Kyi] pueda participar en las elecciones del año que viene". En sentido similar se ha expresado el European Parliamentary Caucus on Burma (EPCB).
Australia ha solicitado la inmediata e incondicional liberación tanto de Suu Kyi como del resto de los más de 2100 prisioneros políticos.
Sarkozy, Presidente de Francia, ha pedido nuevas sanciones internacionales contra el régimen. En nuestra opinión debería comenzar por su propia casa prohibiendo que Total siga trabajando en Birmania.
Algunos ciudadanos ya están organizando peticiones de boicot al régimen birmano.
Amnistía Internacional dice que la sentencia es inaceptable.
El Gobierno de España también se ha unido a las voces que rechazan y condenan la sentencia, exige la liberación de todos los presos políticos y lamenta esta provocación "como el que supone esta sentencia a todas luces injusta, contra una personalidad tan digna de reconocimiento político y moral como Aung San Suu Kyi".
El Gobierno de India, normalmente comprensivo con el régimen birmano, ha hecho un comunicado recordado a los militares "la necesidad de agilizar su proceso de reforma política"; en el mismo también dice que haber "tomado nota de los pasos que ha dado hasta el momento el Gobierno de Myanmar". "En este contexto, el asunto de la liberación de presos políticos recibirá sin duda la debida atención" de la cancillería india, aseguró Exteriores, que evitó criticar abiertamente la condena.
Aunque ha tardado en llegar, también hemos visto la condena de Ban Ki-moon, Secretario General de la ONU.
Por último decir que Yettaw ha sido condenado a 7 años de cárcel, 4 de ellos de trabajos forzados.
Añadimos una reflexión personal: no deja de ser otra burla más que hace apenas un mes los militares, cumpliendo su propia Ley, levantasen el arresto domiciliario de Suu Kyi.
La primera en hablar ha sido la Unión Europea; en boca de la presidencia sueca de turno ha dicho que se reforzarán las sanciones contra la Junta.
El Primer Ministro Británico en una declaración ha mostrado su tristeza y enfado por el veredicto y ha solicitado un embargo de armas global: "Es una sentencia puramente política, diseñada para impedir que ella [Suu Kyi] pueda participar en las elecciones del año que viene". En sentido similar se ha expresado el European Parliamentary Caucus on Burma (EPCB).
Australia ha solicitado la inmediata e incondicional liberación tanto de Suu Kyi como del resto de los más de 2100 prisioneros políticos.
Sarkozy, Presidente de Francia, ha pedido nuevas sanciones internacionales contra el régimen. En nuestra opinión debería comenzar por su propia casa prohibiendo que Total siga trabajando en Birmania.
Algunos ciudadanos ya están organizando peticiones de boicot al régimen birmano.
Amnistía Internacional dice que la sentencia es inaceptable.
El Gobierno de España también se ha unido a las voces que rechazan y condenan la sentencia, exige la liberación de todos los presos políticos y lamenta esta provocación "como el que supone esta sentencia a todas luces injusta, contra una personalidad tan digna de reconocimiento político y moral como Aung San Suu Kyi".
El Gobierno de India, normalmente comprensivo con el régimen birmano, ha hecho un comunicado recordado a los militares "la necesidad de agilizar su proceso de reforma política"; en el mismo también dice que haber "tomado nota de los pasos que ha dado hasta el momento el Gobierno de Myanmar". "En este contexto, el asunto de la liberación de presos políticos recibirá sin duda la debida atención" de la cancillería india, aseguró Exteriores, que evitó criticar abiertamente la condena.
Aunque ha tardado en llegar, también hemos visto la condena de Ban Ki-moon, Secretario General de la ONU.
Por último decir que Yettaw ha sido condenado a 7 años de cárcel, 4 de ellos de trabajos forzados.
Añadimos una reflexión personal: no deja de ser otra burla más que hace apenas un mes los militares, cumpliendo su propia Ley, levantasen el arresto domiciliario de Suu Kyi.
La líder del movimiento demócrata birmano Aung San Suu Kyi declarada culpable
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