Dijo haber nadado a través del lago Inya, burlando toda la vigilancia del ejército birmano, y consiguió entrar en casa más vigilada de Rangún, la de Aung San Suu Kyi.
A pesar de que esta y sus ayudantes le exigieron que se fuera, él se negó alegando cansancio.
Fue detenido al salir y provocó la detención de Suu Kyi y sus ayudantes.
Según dijo, entró en casa de La Dama porque Dios le pidió que la avisara de que iban a atentar contra ella.
Tanto él como ellas fueron juzgados y condenados, a diferentes penas.
Pero a él lo rescató un senador estadounidense y a ellas las han dejado pudrirse en su arresto domiciliario.
Hablamos de John Yettaw.
A su regreso a EE.UU. ha sido él quien ha hablado para la BBC:
"Estuve estudiando Myanmar [Birmania] y estudiando sobre las familias desplazadas internas y sobre la cantidad de gente que ha sido asesinada y sobre la cantidad de gente que murió en el Ciclón [Nargis] y sobre la fecha de liberación de Aung San Suu Kyi y me fui a dormir aquella noche... y tuve un sueño de que cuando ella fuese liberada iba a ser asesinada; vi el complot".
"Cuando estuve en el agua por primera vez... me vi a mí mismo volviendo a la casa y permaneciendo allí dos días. Cuando tuve el sueño del asesinato pensé: OK, volveré y la comunicaré este mensaje".
"Le dije a mucha gente que tenía el terrible presentimiento de que sería apresado y que me convertiría en preso político. El tema es que los ojos del mundo se volviesen hacia Aung San Suu Kyi y que esto prolongase su vida, que la Junta no se atreviese a asesinarla".
"Cuando conseguí hablar con Aung San Suu Kyi y la dije que había un complot para asesinarla, ella dijo: 'Si debo morir, moriré'. Lo la dije que 'en ningún modo, Birmania te necesita'".
"Lamento mucho que ella fuese arrestada. Tenía la impresión de que sería yo el juzgado y de que ella sólo sería testigo, a mi favor o en mi contra, pero no de que a ella la juzgarían también. Si lo hubiese visto de este modo, no lo habría hecho".
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