China no se suma a la condena internacional suscitada por la nueva sentencia que el régimen militar de Myanmar (antigua Birmania) infligió ayer a la líder opositora Aung San Suu Kyi. El
primer comentario oficial de Pekín al fallo que ayer impuso a la premio Nobel de la Paz otros 18 meses de prisión domiciliaria, ha llegado hoy
desde el Ministerio de Exteriores que se ha expresado en
defensa de la soberanía de Myanmar en la gestión de asuntos interiores.
La portavoz del Ministerio, Jang Yu, ha declarado que es el diálogo y no la critica lo que puede ayudar a la antigua Birmania a seguir el camino hacia la democracia, el desarrollo y la reconciliación nacional. "Y no sólo en el interés de Myanmar", ha dicho Jiang, "sino de la estabilidad regional". En un comunicado, la portavoz ha subrayado que "la comunidad internacional tiene que respetar la soberanía judiciaria de Myanmar".
El comentario del Ministerio de China, una de las pocas naciones que apoyan la junta militar birmana, podría significar que Pekín no respaldará ninguna acción de las Naciones Unidas contra el país. Los países occidentales presionaron ayer al Consejo de Seguridad para que adoptara un comunicado de condena, pero otros países, incluidos Rusia y China que tienen derecho de veto, tuvieron una posición evasiva.
Por su parte la Asociación de Naciones de Sureste Asiático (ASEAN), a la que también pertenece Myanmar, ha expresado su "profunda decepción" por la sentencia contra Suu Kyi. La ASEAN ha mantenido una política de no interferencia en los asuntos de política interior de sus miembros. Sin embargo la negativa de la junta militar birmana a una mejora de la situación de los derechos humanos en el país ha sido uno de los principales motivos de tensión con la organización.
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