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Declaraciones de Aung San Suu Kyi

jueves, 18 de noviembre de 2010

Deseo iniciar esta entrada felicitando a los generales birmanos por su astucia. Reconozcámoslo son mucho más listos que nosotros, como lo prueba el hecho de que lleven 48 años subidos al macho. De todos los golpistas que hubo en el mundo entre 1960 y 1974, sólo dos han conseguido perpetuarse hasta ahora: Gadafi y los birmanos.

Cuando todo el mundo debería estar pidiéndoles cuentas por el inmenso fraude que han sido las elecciones del 7 de noviembre, han conseguido con la liberación de Aung San Suu Kyi que el mundo mire para otro lado. En lugar de titulares diciendo “Gigantesco fraude electoral en Birmania”, han logrado que los titulares de la prensa internacional digan “Liberación de Aung San Suu Kyi.

No soy optimista sobre el papel que vaya a jugar Aung San Suu Kyi en el futuro de Birmania ni sobre el tiempo que vaya a permanecer en libertad. Aung San Suu Kyi apenas tiene ya más valor que el de ser un símbolo. Después de tantos años aislada y acosada, no sé cuántos contactos le quedan ni cuán informada está de la situación del país como para jugar un papel activo en el futuro de Birmania. Y también está la cuestión psicológica de lo mal que lo ha pasado en los últimos años, siempre al albur de los caprichos de los generales: masacre de Depayin de mayo de 2003, en la que algunos sospechan que uno de los objetivos era invitar a Aung San Suu Kyi a que dejara de respirar; arresto domiciliario arbitrariamente extendido; el proceso absurdo al que la sometieron el año pasado a causa del norteamericano loco que entró en su casa... Yo, en su lugar, no sé si tendría el valor de hablar alto y claro o si preferiría mantenerme calladito para disfrutar en paz y libertad (la relativa libertad de los birmanos) de mis últimos años.

Por suerte, Aung San Suu Kyi es distinta de mí y no se ha quedado callada desde su puesta en libertad. Los amigos de Altsean han elaborado un pdf con algunas de las declaraciones que ha hecho desde su puesta en libertad. Transcribo las más interesantes:

+ Sobre las elecciones: “Decidimos no participar en las elecciones (…) primero de todo porque no pensábamos que fueran unas elecciones libres y justas, en segundo lugar porque no pensábamos que fuera correcto eliminar sin más las elecciones de 1990 y (…) en tercer lugar porque no pensábamos que fuera correcto sacrificar a nuestros camaradas por el bien del partido. (…) No participamos en las elecciones así que no tenemos razón para protestar contra los resultados (…) Las elecciones deben celebrarse de la manera correcta; unas elecciones no traen la democracia.

Durante muchos años la LND ha venido pidiendo que el gobierno militar acate los resultados de las elecciones de 1990, que la LND ganó por goleada. En aquella ocasión los militares se habían confiado y tenían enmohecida la máquina de falsear elecciones. Aunque entiendo la postura de Aung San Suu Kyi, creo que no es realista seguir pidiendo a los generales que acepten los resultados de unas elecciones celebradas hace 20 años. Otra cosa es recordar al mundo regularmente lo que ocurrió entonces, para mostrar cómo el régimen militar birmano es notoriamente ilegítimo y cómo creer a pies juntillas cualquier alegación que haga de que va a dejar el poder en breve y de verdad hay que tomarla a beneficio de inventario.

Me parece interesante su última frase. Muchos tiranos creen que si celebran elecciones y las ganan “de aquella manera” su poder se verá legitimado y la comunidad internacional se olvidará de sus otros “pecadillos. Desgraciadamente esos tiranos suelen tener razón. A la larga acabaremos aceptando los resultados de las elecciones de noviembre (algunos como China ya lo han hecho) y terminaremos pensando que los generales birmanos no son tan malos chicos después de todo.

+ Sobre la LND: “Yo diría que la LND está en los corazones y las mentes de la gente (…). La LND no es una ONG. Esto es un partido político. Nunca he dicho que nos convertiremos en una ONG. Hemos dicho que trabajaremos en cuestiones humanitarias. Las cuestiones humanitarias no pueden separarse de la política (…) No creo en una persona dominando todo el partido. Esto no es democracia. ¿Cómo podemos traer la democracia a este país si no intentamos practicarla tanto como sea posible en mi propio partido?” [Evidentemente, Aung San Suu Kyi no ha oído hablar de los partidos políticos españoles].

Para entender estas declaraciones en su contexto: los líderes de la LND han apelado a los tribunales para que le devuelvan el carácter de partido político. El 12 de mayo perdió dicho carácter al negarse a registrarse para concurrir en las elecciones. Dudo que los tribunales vayan a atender a la petición. Incluso si la atendieran, me pregunto si la LND no es algo ya del pasado, si no ha quedado un poco obsoleta y las nuevas circunstancias requieren nuevos líderes y nuevos enfoques. El liderazgo actual del partido está envejecido y demasiado anclado en el recuerdo de la revuelta de 1988 y las elecciones de 1990. Prueba de ello fue que las manifestaciones de 2007 le pillaron un poco por sorpresa y que fue más a remolque de ellas que dirigiéndolas. Tal vez la LND sea un poco como el PCE español durante un franquismo: un partido necesario en un momento dado, pero que tuvo que desaparecer cuando la coyuntura cambió.

+ Sobre el Ejército: “No quiero que el Ejército caiga. Quiero ver cómo asciende a alturas dignas de profesionalismo y verdadero patriotismo.(…) Quiero decir abiertamente a la gente que no albergo agravios contra quienes me han mantenido detenida.(…) Espero que los militares no se sientan amenazados por mí.(…) La popularidad es algo que viene y se va. No pienso que nadie se sienta amenazado por ella.

Una realidad incómoda es que, suceda lo que suceda, los militares serán necesarios para gobernar el país durante muchos años. Años de incuria han hecho que la educación superior en Birmania sufra terriblemente y que los estudiantes salgan mal formados. Los mejores formados y también los mejores informados sobre lo que pasa fuera, son quienes han pasado por las academias de oficiales y los hijos de los generales. Es una fuente de talento que el país no se puede permitir desaprovechar. También están los birmanos del exilio, los que abandonaron el país a finales de los ochenta. Es gente muy preparada, tal vez la última generación que salió de las universidades birmanas bien formada. Pero llevan demasiado tiempo lejos del país. Me recuerdan a los viejos republicanos españoles en el exilio. Eran gente muy valiosa, pero la Transición la acabaron haciendo quienes estaban dentro del país sin contar prácticamente con ellos.

+ Sobre su arresto: “Los militares no me han tratado, personalmente, con brutalidad. De hecho, tengo que ser honesta y decir que durante estos años de arresto, me han tratado bien personalmente.(…) Durante el tiempo de mi detención, he tenido mucho contacto con la gente que estaba a cargo de mi seguridad. Han sido buenos conmigo. Tengo que decir la verdad tal como es. Ya que uno debe mostrar aprecio hacia quienes lo merecen, digo con sinceridad que estoy agradecida a aquellos que estaban a cargo de mi seguridad. Quiero que la gente sea capaz de tener entendimiento mutuo y gratitud.

Aquí me hace pensar en Mandela. A las grandes personas se las reconoce por su capacidad de perdonar.

+ Sobre la democracia: “Lo que es importante en una democracia es que la gente que está detrás pueda tener bajo control a los que están trabajando al frente. Esto es democracia. El pueblo, que es la mayoría, debe tener el derecho a tener a los gobernantes, que son la minoría, bajo control (…) No creo en un partido o una persona dominando el gobierno. Eso no es democracia.

¿Cómo reaccionaría Aung San Suu Kyi si alguien le hablase de los lobbies que funcionan en nuestras democracias?

+ Sobre la política: “Por favor, no tengáis la actitud de que la política no os concierne (…) Todo es política. Política no es sólo venir aquí y apoyarnos. El ama de casa, que está cocinando en casa, también tiene algo que ver con la política porque está luchando para alimentar a su familia con el dinero que tiene. Luchar para llevar a los hijos al colegio es política. Todo es política. Nadie está libre de la política. Así que decir que la política no te concierne y que no deseas involucrarte en política es una falta de conciencia política.

Como hizo el franquismo, los militares birmanos se han esforzado por despolitizar a la población. Una población despolitizada se gobierna más fácilmente. Me pregunto si en nuestras democracias occidentales no estaremos viviendo el mismo fenómeno de despolitización de la población. La diferencia es que allí donde los militares birmanos emplearon el miedo, nuestros políticos han utilizado el desencanto.

+ Sobre China: “No veo a China como a un enemigo y creo que no debemos pensar en China como en un enemigo de quienes quieren la democracia en Birmania, porque China y Birmania son vecinos y siempre serán vecinos mientras dure este mundo.


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