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El jefe militar de Birmania rechaza reducir el poder político castrense

miércoles, 28 de marzo de 2012

El general Min Aung Hlaing,
saluda durante el 67 aniversario
de las fuerzas armadas
en Naypyitaw, Birmania.
El jefe de las Fuerzas Armadas birmanas, general Min Aung Hlaing, rechazó hoy cualquier intento de reforma de la actual Constitución que persiga reducir el poder político de los militares en respuesta a una reciente petición pública de la líder del movimiento democrático, Aung San Suu Kyi.

En un discurso retransmitido por la televisión estatal con motivo del día de las Fuerzas Armadas, el general Min Aung Hlaing dijo que protegerá la actual Carta Magna y el cometido de los soldados que sirven a los intereses del país “participando en el Parlamento”.

El general pronunció estas palabras después de que a mediados de este mes Suu Kyi abogara públicamente por enmendar la Constitución, que reserva para los jefes y oficiales de las Fuerzas Armadas 110 escaños del total de 440 que componen el Parlamento o Cámara Baja.

También la Constitución aprobada mediante un referendo convocado en 2008 por la junta militar de entonces, establece que 56 del total de 224 escaños del Senado serán ocupados por miembros del estamento castrense designados por el jefe de las Fuerzas Armadas.

Suu Kyi, en una alocución divulgada por la televisión como parte del espacio concedido a su formación, la Liga Nacional por la Democracia, para hacer campaña electoral, apuntó que todos sabemos que la actual Constitución no está en línea con los principios democráticos.

Ya a principios de marzo, Suu Kyi dijo a la prensa local que era temprano para asegurar que sea irreversible el proceso de reformas políticas en el que está inmersa Birmania (Myanmar), puesto que el estamento militar es el que todavía tiene mayor poder.

Durante la ceremonia militar celebrada en Naypyidaw y que incluyó el desfile de cerca de 10.000 soldados, el general Min Aung Hlaing destacó el rol que desempeñó el anterior jefe de la junta militar, general Than Shwe, para “modernizar las Fuerzas Armadas”.

Igualmente, el actual jefe militar también calificó de encomiables “los esfuerzos” de Ne Win, el general que gobernó el país con mano dura durante más de tres décadas tras asumir el poder mediante el golpe de estado perpetrado en 1962.

La ceremonia militar se desarrolló cinco días antes de las elecciones legislativas parciales del 1 de abril, a las que además de la Liga Nacional por la Democracia (LND) que capitanea Suu Kyi, concurren otras 16 formaciones políticas.

Este proceso electoral está destinado a completar los escaños que están vacantes en el Legislativo elegido los comicios de noviembre de 2010 y que el partido de la nobel de la paz boicoteó por considerar que la ley electoral de entonces era antidemocrática.

Ahora, los partidos en liza pugnarán por 48 de los 440 escaños del Legislativo, en concreto 40 vacantes de la Cámara Baja, seis de la Cámara Alta y otros dos pertenecientes a asambleas legislativas regionales.

La formación de Suu Kyi y el Partido para el Desarrollo y la Solidaridad de la Unión que encabeza el presidente birmano, Thein Sein, son los únicos que presentarán candidatos a todos los escaños vacantes.

La cita en las urnas pondrá a prueba la popularidad de Suu Kyi y de su partido por vez primera desde que ganaran las elecciones de 1990 y cuyos resultados nunca fueron acatados por el régimen militar que en mayo del año pasado cedió el poder a los exgenerales afines al partido gobernante

Suu Kyi fue liberada una semana después de que se celebraran los comicios de 2010, tras expirar el arresto domiciliario que cumplía y que sumado a otros anteriores han supuesto para la activista un total de 15 años de vida en cautividad.

Birmania está inmersa en un proceso de reformas, que han incluido la puesta en libertad de varios cientos de presos políticos, acuerdos de alto el fuego con organizaciones étnicas armadas, la legalización de sindicatos y el reconocimiento del derecho a manifestarse.

El Gobierno también ha suavizado la censura y abierto un diálogo con Suu Kyi.

Las reformas hechas por el Gobierno de Thein Sein han sido aplaudidas por la comunidad internacional y han supuesto que varias naciones occidentales hayan aflojado algunas de las sanciones impuestas previamente al país asiático en respuesta a la violación de los derechos humanos cometidas bajo el régimen anterior.

Visto en La prensa latina.

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