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Coacción social y contrapoderes en Myanmar

martes, 12 de enero de 2010

Gobierno autoritario y oposición
Análisis sobre el concepto de dictadura y su aplicación al caso birmano, sus relaciones de poder y obediencia, y las acciones opositoras que éstas generan

Originalmente colonia británica, ocupada también por Japón durante la Segunda Guerra Mundial y retomada por Gran Bretaña en 1945, Birmania logró independizarse en 1948. Sin embargo, una situación de guerra civil debilitó a la nueva república, y una compleja lucha entre distintos grupos étnicos, sumado a una sublevación comunista producida en 1949, llevaron a la conformación de una Birmania unificada y socialista.

El sistema parlamentario instaurado se prolongó hasta el año 1962, en que se impuso un régimen militar que abolió dicho sistema e instauró la República Socialista de la Unión de Birmania, regida por un Partido Hegemónico. Este régimen prevaleció hasta 1988, en que estalló una revuelta que reclamaba la apertura del país, que acabó con la formación de una denominada “dictadura militar”.

¿Dictadura militar o gobierno autoritario?
Habitualmente se entiende como dictadura al gobierno de una persona o grupo de personas que se arrogan el poder del Estado en virtud de una afirmación personal más que de un principio tradicional. En este sentido, la dictadura trae siempre aparejada la idea de provisionalidad, de forma de gobierno momentánea, pero el concepto de dictadura se utiliza contemporáneamente de forma mucho más laxa para designar todo tipo de regímenes no democráticos modernos (Abal Medina, Juan Manuel: "Dictadura", en "Léxico de la Política").

Sin embargo sería más correcto utilizar, para referirse a la actual situación de Myanmar, el concepto de "gobierno autoritario", más adecuado de acuerdo con las características del gobierno vigente, dado que los sucesos históricos han demostrado la carencia de un carácter transitorio para este régimen.

El autoritarismo se define como un ejercicio excesivo o injustificado de la autoridad y, en algunos casos, un uso irracional o ilegítimo, que se vale de la coerción para el mantenimiento de la estabilidad del régimen. A diferencia de lo que ocurre en las dictaduras, no es su único apoyo, sino que también cuenta con el respaldo de justificaciones de orden ideológico, político o simbólico, que sustentan la resignación, el conformismo o la adhesión pasiva de amplios sectores de la población. Estos regímenes no son fórmulas de transición, sino que se trata de arreglos institucionales que tienen características propias y bien definidas (Loaeza, Soledad: "Autoritarismo", en "Léxico de la Política").

Coacción social y contrapoderes
Desde 1989 una Junta Militar gobierna la ex Birmania. De acuerdo con Joan-Eugeni Sánchez, existen dos formas de conseguir la obediencia, la conformación social, y la coacción social. En este caso, la estabilidad de las relaciones de poder en el seno de la sociedad sólo pudo ser alcanzada, en forma relativa, mediante la coacción social, es decir, un conjunto de mecanismos de sumisión por la fuerza, buscándose obtener la obediencia al grupo autoritario por medio de la coacción sobre las mayorías.

Sin embargo, en el contexto de las relaciones de poder asimétricas todo poder supone un contrapoder, una oposición a la obediencia. La oposición política es la contraposición de criterios y acciones a la política dominante, que implica resistencia a ideas o esfuerzos de personas, grupos e instituciones. Por una parte, implica competencia y conflicto, y, por otra, la construcción de alternativas a la política oficial.

Aung San Suu Kyi, líder de la oposición
La oposición al régimen ha sido liderada por Aung San Suu Kyi, hija de una de las figuras principales de la historia birmana del siglo XX, el general Aung San, líder de la independencia y héroe libertador de los birmanos. Fundadora de la Liga Nacional para la Democracia, logró una amplia victoria en las primeras elecciones libres llevadas a cabo luego de casi 30 años, en 1990. Sin embargo, el triunfo fue anulado por la Junta Militar.

Aung San Suu Kyi ganó el Premio Nóbel de la Paz de 1991, convirtiéndose en icono de la democracia, la paz mundial y la libertad, sin embargo, ha permanecido 13 años bajo arresto domiciliario, y es la única Nóbel de la Paz en prisión. Ante esta situación, la Junta Militar ignora completamente los reclamos internacionales, que piden abrir un proceso de democratización, también reclamado por las Naciones Unidas, organización que ha solicitado en numerosas ocasiones a las autoridades militares que liberen a Aung San Suu Kyi, sin éxito.

Las acciones opositoras de septiembre de 2007
Pero el encarcelamiento de la líder opositora no detiene a los opositores al régimen. Uno de los ejemplos más recientes se produjo en agosto de 2007, con las manifestaciones antigubernamentales ante la decisión de la Junta Militar de aumentar los precios de los combustibles y los costos de transporte.

La represión ejercida sobre un grupo de monjes budistas que habían apoyado estas primeras reivindicaciones provocó la movilización en masa de los monjes birmanos, protestando pacíficamente contra la Junta Militar y demandando cambios políticos y sociales. Así mismo, brindaron su apoyo a Aung San Suu Kyi, que apareció en público por primera vez en cuatro años. Lamentablemente, los resultados fueron comparables con los hechos producidos en 1988, ya que todos aquellos susceptibles de liderar las marchas fueron detenidos.

Si bien la Junta Militar prohibió tomar fotos de las protestas, ante la falta de reporteros internacionales, Internet sigue siendo un cauce fundamental en la transmisión de información desde Birmania hacia el exterior, que permitió por ejemplo acceder a precarias imágenes del conflicto tomadas por personas que arriesgaron su vida para obtenerlas. Incluso fue restringido el acceso a Internet en todo el país, aunque debido a las presiones internacionales fue restaurado a los pocos días.

Como consecuencia de los acontecimientos acaecidos en 2007, parte de la comunidad internacional (Estados Unidos y la Unión Europea, entre otros) ha impuesto algunas sanciones económicas contra el régimen, pero éste sigue contando con el respaldo de estados vecinos, principalmente de China, prolongando su dominio autoritario sobre el pueblo birmano.

Visto en Suite101.

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