El poeta Saw Wai fue puesto en libertad el pasado 26 de mayo, tras pasar 28 meses encarcelado por una composición en la que decía que el general Than Shwe, el presidente de la Junta Militar que gobierna Birmania (Myanmar) "está loco por el poder".
Fuentes familiares indicaron a la disidencia en Tailandia que el poeta de 50 años salió del presidio de la localidad de Yamethin, en Mandalay (centro), y le esperaban en su casa esta noche.
Saw Wai compuso una poesía en birmano titulada "14 de febrero" y en la que la primera letra de cada verso formaba la frase "Than Shwe está loco por el poder", que el semanario "Diario de amor" (Achit Journal) publicó en enero de 2008.
El autor fue detenido el 22 de ese mes, acusado de alterar el orden y condenado a dos años de prisión en noviembre del mismo año.
Cerca de 2.200 personas cumplen penas de hasta 106 años en Birmania por razonas políticas, según la Asociación de Asistencia a los Presos Políticos (AAPP).
Algo más de la mitad del grupo de presos políticos fue detenido tras la llamada "revolución azafrán", en la que cientos de miles de birmanos salieron a las calles para exigir reformas democráticas y fueron aplastados por las fuerzas del orden, en septiembre de 2007.
Birmania está gobernada por una dictadura militar desde 1962 y planea celebrar elecciones generales este año, las primeras en dos décadas, a pesar del boicot de la oposición democrática.
Aprovechamos para recordar que los bloggers Nay Phone Latt y Zarganar, asi como diferentes periodistas todavía continúan presos, con penas de hasta 45 años.
Birmania tiene el ranking de los primeros países del mundo en cuanto a falta de libertad de expresión según Reporteros sin Fronteras, que considera a Than Shwe como "un predador de la libertad de prensa".
2 comentarios:
Estoy con el gobierno Birmano, pues cuando se deja hablar al pueblo, te puede decir lo cabrón que eres (perdón por comparar al macho de la cabra con esos asesinos de la Junta Militar de Birmania)... y mientras, el mundo sigue mirando para el otro lado.
@Juan Antonio: no termino de seguir tu razonamiento, tocayo...
Un abrazo.
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