La líder opositora y Nobel de la Paz Aung San Suu Kyi saluda a sus seguidores en Yangon. |
El Gobierno de Estados Unidos ha anunciado que levanta parcialmente las sanciones económicas impuestas a la Junta militar que gobernó Myanmar (la antigua Birmania) con puño de hierro hasta marzo de 2011. La decisión de Washington, que permitirá a las organizaciones no gubernamentales apoyar distintas actividades humanitarias, educacionales y religiosas en ese país del sureste asiático, se produce tras las elecciones parciales ganadas de forma abrumadora por la Liga Nacional para la Democracia (LND), que lidera Nobel de la Paz Aung San Suu Kyi, quien ha ganado uno de los 45 escaños en liza.
La oficina del Tesoro norteamericano, encargada del Control de los Activos en el Exterior, ha indicado que aunque con ciertas limitaciones, las sanciones se reducen para permitir proyectos dedicados a "necesidades humanitarias básicas y a construcción de la democracia y buen gobierno".
Es la segunda vez en menos de dos semanas que el Gobierno estadounidense anuncia una reducción de sus sanciones. Desde el pasado día 5 se permite que los altos funcionarios birmanos visiten Estados Unidos -la secretaria de Estado Hillary Clinton fue la primera en viajar a Myanmar en diciembre de 2011-. Esa primera disminución de las sanciones relajó las restricciones para invertir en Myanmar, dio luz verde a la apertura de una oficina de la Agencia Estadounidense para el Desarrollo (USAID) y Washington se comprometió a apoyar las actividades del Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) en esa nación del sureste asiático.
Tras su victoria electoral, Suu Kyi, conocida como la Mandela de Asia porque ha pasado la mayor parte de los últimos 22 años bajo arresto domiciliario, se reunió la semana pasada en Naypyidaw -la nueva capital birmana- con el presidente Thein Sein, el exgeneral que ha iniciado el desmantelamiento del antiguo régimen. Es la segunda vez que Suu Kyi se reúne con Thein Sein.
La líder opositora y el exgeneral abordaron las reformas del proceso democratizador y las negociaciones de paz con las guerrillas de las minorías étnicas. Días antes, la Nobel de la Paz se había entrevistado con la Unión Nacional Karen (UNK), el brazo político de la guerrilla karen, para avanzar en el proceso de reconciliación por el conflicto que enfrenta al Gobierno y las minorías étnicas casi desde la independencia del país, en 1948.
El próximo 23 de abril Suu Kyi y otros 42 miembros de la LND tomarán posesión de los 43 escaños del Parlamento nacional y las asambleas regionales ganados en las elecciones celebradas el pasado día 1. Esta victoria no impide que la mayoría absoluta en el Legislativo siga en manos del Partido del Desarrollo y la Solidaridad de la Unión, que lidera Thein Sein, quien fue primer ministro durante el último periodo de la Junta militar.
Suu Kyi, de 66 años, boicoteó los comicios generales organizados por la Junta militar en noviembre de 2010. La LND fue ilegalizada por incluir a personas condenadas a penas de cárcel por motivos políticos. Suu Kyi tachó esas elecciones de "farsa" y la ONU, la Unión Europea y Estados Unidos consideraron que no cumplían los requisitos mínimos para considerarlas limpias y democráticas.
Justo después de anunciarse los resultados de esos comicios, Suu Kyi fue liberada de su arresto domiciliario. Cuanto tres meses después, Thein Sein fue designado presidente, comenzó una apertura que sorprendió gratamente tanto dentro como fuera del país, en la que se incluyó una generosa amnistía que ha sacado de la cárcel a cientos de presos políticos.
Los generales que gobiernan Myanmar desde 1962 permitieron en 1990 unas elecciones libres que ganó por mayoría absoluta la LND liderada por Suu Kyi. Cundió el pánico. Los militares nunca aceptaron los resultados y encarcelaron a numerosos miembros de la LND y reprimieron cualquier atisbo democrático. En esas décadas, Myanmar, país muy rico en recursos naturales, se convirtió en uno de los más pobres de Asia. La necesidad de apoyo financiero internacional para explotar sus riquezas de gas y minerales se encuentra detrás de este proceso de apertura que romperá el aislamiento internacional que sufría el país.
La oficina del Tesoro norteamericano, encargada del Control de los Activos en el Exterior, ha indicado que aunque con ciertas limitaciones, las sanciones se reducen para permitir proyectos dedicados a "necesidades humanitarias básicas y a construcción de la democracia y buen gobierno".
Es la segunda vez en menos de dos semanas que el Gobierno estadounidense anuncia una reducción de sus sanciones. Desde el pasado día 5 se permite que los altos funcionarios birmanos visiten Estados Unidos -la secretaria de Estado Hillary Clinton fue la primera en viajar a Myanmar en diciembre de 2011-. Esa primera disminución de las sanciones relajó las restricciones para invertir en Myanmar, dio luz verde a la apertura de una oficina de la Agencia Estadounidense para el Desarrollo (USAID) y Washington se comprometió a apoyar las actividades del Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) en esa nación del sureste asiático.
Tras su victoria electoral, Suu Kyi, conocida como la Mandela de Asia porque ha pasado la mayor parte de los últimos 22 años bajo arresto domiciliario, se reunió la semana pasada en Naypyidaw -la nueva capital birmana- con el presidente Thein Sein, el exgeneral que ha iniciado el desmantelamiento del antiguo régimen. Es la segunda vez que Suu Kyi se reúne con Thein Sein.
La líder opositora y el exgeneral abordaron las reformas del proceso democratizador y las negociaciones de paz con las guerrillas de las minorías étnicas. Días antes, la Nobel de la Paz se había entrevistado con la Unión Nacional Karen (UNK), el brazo político de la guerrilla karen, para avanzar en el proceso de reconciliación por el conflicto que enfrenta al Gobierno y las minorías étnicas casi desde la independencia del país, en 1948.
El próximo 23 de abril Suu Kyi y otros 42 miembros de la LND tomarán posesión de los 43 escaños del Parlamento nacional y las asambleas regionales ganados en las elecciones celebradas el pasado día 1. Esta victoria no impide que la mayoría absoluta en el Legislativo siga en manos del Partido del Desarrollo y la Solidaridad de la Unión, que lidera Thein Sein, quien fue primer ministro durante el último periodo de la Junta militar.
Suu Kyi, de 66 años, boicoteó los comicios generales organizados por la Junta militar en noviembre de 2010. La LND fue ilegalizada por incluir a personas condenadas a penas de cárcel por motivos políticos. Suu Kyi tachó esas elecciones de "farsa" y la ONU, la Unión Europea y Estados Unidos consideraron que no cumplían los requisitos mínimos para considerarlas limpias y democráticas.
Justo después de anunciarse los resultados de esos comicios, Suu Kyi fue liberada de su arresto domiciliario. Cuanto tres meses después, Thein Sein fue designado presidente, comenzó una apertura que sorprendió gratamente tanto dentro como fuera del país, en la que se incluyó una generosa amnistía que ha sacado de la cárcel a cientos de presos políticos.
Los generales que gobiernan Myanmar desde 1962 permitieron en 1990 unas elecciones libres que ganó por mayoría absoluta la LND liderada por Suu Kyi. Cundió el pánico. Los militares nunca aceptaron los resultados y encarcelaron a numerosos miembros de la LND y reprimieron cualquier atisbo democrático. En esas décadas, Myanmar, país muy rico en recursos naturales, se convirtió en uno de los más pobres de Asia. La necesidad de apoyo financiero internacional para explotar sus riquezas de gas y minerales se encuentra detrás de este proceso de apertura que romperá el aislamiento internacional que sufría el país.
Visto en El país.
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