Cerca de mil estudiantes budistas se manifestaron hoy en Sittwe, la capital del estado de Rakhine, contra los musulmanes, tras el rebrote de la violencia sectaria en esa región del oeste de Birmania (Myanmar) colindante con Bangladesh.
Los manifestantes criticaron particularmente a la etnia rohingya, que profesa el islam y cuenta con unos 800.000 miembros en toda Birmania, la mayoría de los cuales habita en Rakhine, según medios locales.
Las autoridades birmanas mantienen que los rohingya proceden de Bangladesh y por eso no les reconocen la ciudadanía birmana, mientras que los gobernantes del país vecino tampoco reconocen a esta comunidad apátrida y mantienen a unos 300.000 de ellos en campos de refugiados.
La violencia sectaria en Rakhine reapareció el pasado domingo en diversas localidades con el enfrentamiento de musulmanes y budistas provistos de armas blancas, como machetes y cuchillos, y se prolongó durante el lunes y martes.
Según la Policía, cinco personas murieron y al menos una decena resultaron heridas.
El diario oficial “New Light of Myanmar” informó hoy de 1.039 casas en ocho aldeas fueron incendiadas, incluido un pequeño monasterio budista.
El portavoz del Gobierno central para los asuntos en el estado Rakhine, Hla Thein, anunció por la radio que las fuerzas de seguridad habían restablecido el orden y que tenían la situación bajo control.
Las autoridades tienen impuesto el toque de queda, desde la siete de la tarde a las cinco de la mañana, en las aldeas de Mrauk U y Minbya, los sitios donde comenzó la violencia. Los disturbios en ese estado birmano, de mayoría budista, surgieron el 28 de mayo pasado con el hallazgo del cadáver de una mujer budista violada y asesinada por tres musulmanes.
Familiares y amigos de las víctimas buscaron a los culpables y desencadenaron una espiral de violencia sectaria que causó más de 80 muertos y cerca de 100.000 personas desplazadas.
Visto en El mundo.
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