Cerca de 75.000 personas viven temporalmente en campos de refugiados y asentamientos con unas condiciones "deterioradas" por el conflicto intercomunitario --entre musulmanes rohingya y rajines budistas-- que existe desde junio en el estado de Rajine, en Birmania, según han informado este jueves trabajadores y residentes locales, citados por la agencia de noticias humanitarias de la ONU, IRIN.
"En este momento, (los desplazados) se enfrentan a problemas de salud por diarrea, fiebre y resfriados", ha afirmado el secretario de la Asociación Rohingya de Derechos Humanos (RHRA) con sede en Bangkok, Mohammad Nawsim. La mayoría de los desplazados "viven juntos (compartiendo) espacios pequeños. Sus condiciones son peores que las de los animales", ha añadido.
El 25 de septiembre, el Gobierno estimó que había cerca de 75.000 desplazados --72.000 musulmanes rohingya y 3.000 rajines budistas-- en 40 campamentos y asentamientos temporales en las ciudades de Sittwe y Kyauktaw, en el oeste del estado birmano de Rajine.
"Ellos me envían mensajes y después los llamo, pero aún así para ellos es muy peligroso tener teléfonos móviles porque los soldados los suele buscar", ha señalado Nawsim. Según ha declarado a la agencia IRIN el subdirector de la organización Human Rights Watch (HRW) en Bangkok, Phil Robertson, los desplazados tienen "efectivamente, (el acceso) restringido a los campos tanto por (la presencia de) las fuerzas de seguridad como por los violentos ataques en (la comunidad) de Rajine".
La mayoría de los musulmanes han cerrado sus negocios y han abandonado Sittwe después de que las autoridades ordenasen su salida, según ha manifestado la directora de Proyecto Arakan --una ONG local dedicada a investigar y defender los Derechos Humanos de la minoría étnica rohingya en Birmania--, Chris Lewa.
Asimismo, "gran parte del personal de la ONG son trabajadores locales que tienen miedo de acceder a los campamentos musulmanes", ha afirmado. "No temen tanto el ser atacados por los refugiados rohingya, sino más bien porque si los budistas rajine los ven prestándoles ayuda podrían ser atacados por su propia comunidad", ha añadido.
"Mucha gente en los campos cree que nunca podrá regresar a la ciudad, incluso aunque el Gobierno diga que los campamentos son temporales", ha recalcado Lewa.
El secretario general de Naciones Unidas, Ban Ki Moon y el presidente de Birmania, Thein Sein, han discutido cómo hacer frente a las causas fundamentales de las tensiones entre comunidades en el estado de Rajine.
Visto en Europa Press.
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