El presidente de Birmania, Thein Sein, no ha permitido que la Organización de Cooperación Islámica abriese una oficina en el país.
La presencia del organismo en la zona tenía como objetivo ayudar a la minoría musulmana Rohingya, que ha sido recientemente objetivo de ataques en el oeste del país.
Un comunicado oficial del presidente señaló que tal medida no contaba con la conformidad del pueblo.
Miles de monjes budistas habían protestado con anterioridad por los planes de apertura del organismo islámico.
Las autoridades birmanas consideran a los Rohingya inmigrantes ilegales.
La Organización Islámica le aseguró a la BBC que todavía no había recibido la noticia por parte de las autoridades birmanas.
Visto en BBC.
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