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Colabora Birmania: un día de teatro (o como enseñar protocolos de higiene a los niños de manera divertida)

viernes, 12 de octubre de 2012

En Colabora Birmania nos hemos propuesto llevar la creatividad a las escuelas birmanas y con esta directriz nunca aprender hábitos de higiene y salud resultó tan divertido para nuestros niños.

Un pequeño escenario de cartulina; dos marionetas protagonistas Arkar y Sandar; y diseños de realidades cotidianas que los niños constituyeron, hace tan sólo unos días, los ingredientes estrella para que los más pequeños disfrutaran de un día diferente y educativo en el “teatro.

El lugar elegido para la primera representación fue la guardería del colegio Km 42, una escuela a la que asisten más de 400 niños cada día. En esta ocasión, entre miradas de asombro, incertidumbre y expectación más de 50 niños y niñas, de entre 3 y 6 años, hicieron entrada en la sala, que en ese momento se encontraba a oscuras.

Segundos más tarde, entre cuchicheos, música y sonidos ambiente dio comienzo la obra que incluyó a marionetas y personajes estáticos que cobraban vida entre bambalinas frente a la mirada atónita de nuestros pequeños espectadores. La puesta en escena corrió a cargo tanto de voluntarios como de profesores. Para la mayoría de estos pequeños era su primer contacto con el mundo del espectáculo.

Esta iniciativa teatral, pionera en la zona y que ha corrido a cargo de voluntarios de Colabora Birmania, ha sido un encargo del MOE (Ministerio de Educación de Tailandia) después de una reunión mantenida con todas las ONGS de la zona. Ideamos una manera más visual de llegar a todos los públicos a través de una obra de teatro fusionando varias disciplinas: marionetas, recursos teatrales, voz en off, música y sonidos ambiente en dos idiomas, birmano e inglés. Su argumento versa sobre los hábitos de higiene y salud que promueve el “Protocolo de Educación e Higiene para la comunidad de inmigrantes”, iniciativa de que lleva adelante la ONG americana USAID y que sigue una red de ONGS de educación en Mae Sot. Además la función indaga sobre las rutinas y buenas prácticas higiénicas que deben adquirir los niños en las comunidades.

Pero además de aprender también hubo tiempo para la diversión. La parte entretenida de obra corrió a cargo de las anécdotas diarias en la vida de dos niños birmanos que pasan el día entre la escuela, su comunidad y el hogar. Con el apoyo y consejos de los niños y profesores sentados entre el público, los protagonistas (pequeñas y divertidas marionetas) realizaban actividades cotidianas como lavarse las manos, cepillarse los dientes o recoger la basura. La música en directo y las letras de las canciones pusieron la guinda a esta historia que hizo las delicias tanto de pequeños como de mayores.

La respuesta de este “pequeño” público fue inolvidable, hubo mucha receptividad e ilusión por parte de nuestros niños. Gracias a esta actividad hemos descubierto como el teatro puede traspasar las fronteras de la cultura y el idioma.

¡Nunca antes aprender había sido tan divertido!



Artículo de Monica RMontesdeoca visto en La voz solidaria, una web de Colabora Birmania.

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