Alrededor de 50 pozos petrolíferos tradicionales escavados a mano y unos 10 acres (unos 40.000 m2) de tierra han sido confiscados el pasado 14 de noviembre por las autoridades birmanas en el municipio de Kyuakphyu, en el Estado Arakán, al oeste de Birmania, según fuentes locales.
Según las fuentes, los propietarios de la tierra están preocupados por no recibir ninguna compensación por parte de las autoridades. Según la policía, la orden de confiscación provenía directamente de Naypyidaw.
Maung Phyu, uno de los propietarios, dijo: “vinieron con armas para confiscar nuestras propiedades. No pudimos decir nada. Esta propiedad es nuestra herencia. Dependemos de ella. Ahora que la hemos perdido no tenemos trabajo”.
La confiscación de tierras es una práctica habitual en el Estado Arakán, según la Arakan Rivers Network (ARN), con base en Tailandia. Según su informe “Conservar nuestra tierra”, publicado en febrero, 53.000 acres de tierra han sido confiscados en el Estado Arakán; la mayoría de las tierras poseían pozos de petróleo.
Tres compañías petrolíferas, la coreana Korea Gas Corporation (KOGAS) y las chinas China National Offshore Oil Company (CNOOC) y China National Petroleum Corporation (CNPC), están operando actualmente en el Estado Arakán. Según las fuentes locales, los pozos ahora confiscados pasarán a la CNOOC para que haga prospecciones petrolíferas en el lugar.
Según la Arakan Oil Watch (AOW) los conflictos entre los propietarios locales y las petroleras son comunes, pues es habitual que estas prometan compensaciones a aquellos, pero finalmente los precios pagados son irrisorios. Tun Thar Aung, un emigrante birmano de Mae Sot, contó a The Irrawaddy como la CNOOC confiscó sus tierras haciéndole firmar un contrato con la promesa de una compensación que nunca llegó.
La confiscación de tierras en el Estado Arakán ha aumentado desde 2007, cuando las autoridades desalojaron muchos propietarios en el municipio de Kyuakphyu, según la AOW. Unos 70 paisanos tuvieron que huir a Tailandia y Malasia tras las protestas contra la CNOOC.
Los activistas de los derechos en Arakan dicen que los proyectos de gas y petróleo en el Estado Arakán no benefician a los propietarios ni a los aldeanos, y que las compañías violan los derechos humanos y causan daños al medio ambiente.
Entre tanto la CNPC anunció el pasado 3 de noviembre que ha comenzado la construcción del gasoducto que cruzará Birmania hasta la provincia china de Yunnan. El gobierno birmano ha accedido a vender gas a China en un contrato que proporcionará hasta 30.000 millones dólares al gobierno.
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