Al menos 26 personas han perdido la vida a causa del terremoto de 6,8 en la escala de Richter y de sus réplicas, que sacudieron la ciudad birmana de Mandalay este fin de semana, según el nuevo balance ofrecido por Cruz Roja.
El balance inicial era de 11 personas muertas, de otras 231 heridas y de cientos de edificios dañados. "Es difícil ser preciso, con la posibilidad de que la cifra esté duplicada", ha indicado el director del programa para la organización 'Save the Children' en Birmania, Denis Poerck. "No es una gran catástrofe, en contra de las expectativas del primer día", ha declarado.
Según la portavoz de la IFRC para el sureste asiático, Katherine Roux, "la Cruz Roja de Birmania ha determinado en esta fase, por lo menos hasta anoche, que no hay necesidad de recibir apoyo externo o financiación en este momento". La situación "está bajo control, pero hay una evaluación continua", ha agregado Roux.
Visto en El economista.
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