Desde hace algo más de una semana, llegan noticias de Birmania sobre graves enfrentamientos entre musulmanes y budistas en una región occidental del país. Como no ha habido demasiada repercusión en los medios españoles sobre lo ocurrido, voy a repasar primero los principales acontecimientos de los últimos días:
28 de mayo – Aparece el cadáver de una joven budista con signos de haber sido violada en el llamado estado Rakhine. Culpan a los musulmanes Rohingya. Tres personas son arrestadas y están a disposición judicial.
3 de junio – Un autobús es atacado y 10 musulmanes (algunos informes hablan de 8 o 9 muertos) son asesinados en el distrito de Taungup. También han informado de un budista asesinado al ser confundido con un musulmán. Los pasajeros habían sido acusados de violar y matar a la joven budista.
8 de junio – Miles de Rohingya protestan por la muerte de los 10 musulmanes. La policía dispara contra ellos. No hay confirmación de muertos, aunque el partido Rohingya habla de 2.
9 de junio – Nuevos disturbios en la ciudad de Maungdaw provocan al menos 7 muertos y destrozan entre 300 y 500 casas.
10 de junio – El gobierno instaura el toque de queda en la zona. Las ciudades afectadas son Sittwe (capital del estado), Buthidaung, Thandwe, Kyaukpyu, Maungdaw, y Ramree.
11 de junio – La ONU evacua a sus efectivos no indispensables en el oeste del país.
12 de junio – Nuevos disturbios en varias poblaciones del estado Rakhine. Más casas incendiadas. AFP asegura que ha habido al menos 25 muertos.
13 de junio - Vijay Nambiar, consejero especial para Myanmar del secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, visita Sittwe.
Los datos son, de momento, confusos ya que el acceso ha sido restringido. The Burmese Rohingya Association in Thailand (BRAT) calcula que entre 800 y 1.000 personas han desaparecido.
¿Quiénes son los Rohingya?
Los Rohingya son un grupo étnico de mayoría musulmana asentados principalmente al norte del estado de Rakhine, al oeste de Birmania. Su origen es poco claro y hay varias versiones. Una de las principales teorías es que los Rohingya proceden del país vecino de Bangladesh y que llegaron a Birmania durante la era colonial. Este es el argumento que sostiene el gobierno y una gran parte de la población budista para asegurar que son inmigrantes ilegales. Es, por tanto, una etnia apátrida desde que en 1982 la Junta militar les denegara la ciudadanía y, por supuesto, no están incluidos dentro de las 135 grupos reconocidos en el país.
Para los que creen en esta teoría, el problema no es simplemente que sean considerados inmigrantes ilegales (como lo son, por cierto, la mayor parte de los trabajadores birmanos en Tailandia y muchos de sus compatriotas se quejan, con razón, del trato que reciben), ni que sean musulmanes, sino que para ellos representan esa inmigración de trabajadores mal calculada que los ingleses implantaron en varios territorios asiáticos (en Malasia y Sri Lanka también hay tensiones como consecuencia de esto). En el caso de Birmania, los inmigrantes procedentes de India tomaron los principales puestos de la administración, lo que creó tensiones con las etnias originales. En el caso del estado Rakhine, el hecho de considerar tanto Bangladesh como Birmania pertenecientes a la misma colonia hizo las fronteras más vaporosas y los límites, por tanto, más imprecisos.
Otra versión más radical dice que el término Rohingya aparece durante la Segunda Guerra Mundial como grupo armado y que están conectados al terrorismo islámico, entrenados por Al Qaeda y los talibán entre otros (esto último cada vez se extiende más). Ambas versiones suelen defender que los Rohingya suponen una invasión en esa zona del país y que matan a sus gentes y violan a sus mujeres.
Los defensores de los Rohingya aseguran que éstos llevan siglos implantados en la región, como demuestra el reino musulmán de Mrauk-U. A finales del siglo XVIII, con la anexión de la región por parte del rey birmano Bodawpaya, la mayoría de estos musulmanes emigraron a Bangladesh, región que ya estaba controlada por Inglaterra. Cuando el imperio británico incorporó también Birmania, éstos volvieron a su región de origen.
Los primeros enfrentamientos directos entre los Rakhine (la mayoría budista de la zona) y los Rohingya parecen haber tenido lugar durante la ocupación japonesa en la Segunda Guerra Mundial. La retirada de los ingleses llevó a las tensiones sociales y hubo masacres en ambos grupos. En 1948, tras la independencia de Birmania, los Rohingya pidieron un estado independiente, tal y como los británicos les habían prometido. En 1978, el dictador Ne Win lanzó la operación Dragon King, para combatir a supuestos muyahidines implantados en la zona y que supuso una oleada de refugiados hacia Bangladesh. En 1991-1992, el ejército reforzó sus posiciones en el estado Rakhine y más Rohingya decidieron abandonar la región.
Como apunta Sai Latt en el blog New Mandala, sobre asuntos del Sudeste Asiático, la campaña contra los Rohingya recomenzó con fuerza en noviembre de 2011. El autor asegura además que las tensiones no se dirigen únicamente a esta etnia, sino que los musulmanes en general han sido blanco de ataques (Si podéis leer inglés, echad un vistazo a los comentarios del artículo).
Por otra parte, no se sabe exactamente cuál es su número, ya que no ha habido censo en Birmania desde 1983 y éste excluyó a los Rohingya. Algunos hablan de hasta tres millones aunque la cifra mayormente aceptada es la de ACNUR (Alto Comisariado de las Naciones Unidas para los Refugiados) que cifra a los Rohingya en 800.000 dentro del estado Rakhine y otros 200.000 en Bangladesh.
El estado Rakhine era conocido como Arakan durante la era colonial, pero la Junta Militar cambió el nombre en 1989 para reflejar el de la mayoría budista Rakhine.
La posición de la Liga Nacional para la Democracia y los defensores de los derechos humanos
Llegamos a la parte más controvertida. Algunos miembros de la Liga Nacional para la Democracia, el partido de la premio Nobel Aung San Suu Kyi, y otros defensores de los derechos humanos destacados han justificado el odio hacia los Rohingyas asegurando que no son una minoría de Birmania o, en peores casos, que son inmigrantes ilegales.
Así se pronunció U Tin Oo en una entrevista el año pasado con Radio Free Asia, donde aseguró que, según su experiencia como antiguo militar, los rohingya son inmigrantes ilegales.
Ko Ko Gyi, uno de los disidentes políticos más conocidos y líder de la Generación de Estudiantes del 88, fue algo más suave y dijo recientemente que “los Rohingyas no son uno de los grupos étnicos de Birmania”, pero que se les debe reconocer la ciudadanía.
Por su parte, Aung San Suu Kyi simplemente ha pedido a los ciudadanos que tengan “comprensión (sympathy) hacia las minorías” y ha evitado tomar una posición clara al respecto asegurando que es mejor no amplificar el asunto. Su viaje a Europa en medio de esta crisis humanitaria no ha sido bien recibido por parte de los rohingya y de algunas organizaciones de defensa de los derechos humanos.
La posición de Bangladesh hacia los Rohingya
Bangladesh ha dado refugio a miles de Rohingya durante las últimas décadas, aunque allí tampoco son reconocidos como plenos ciudadanos y la mayoría son ilegales. Solo una pequeña parte vive en los campos de refugiados. Con los últimos disturbios, Bangladesh, un país con graves problemas de sobrepoblación, también ha cerrado sus fronteras para evitar la huida masiva de Rohingya a su territorio.
El censo de 2014 en Birmania
Muchos ponen los ojos en las próximas elecciones de 2015, las primeras generales en las que, si todo sigue como hasta ahora, el partido de Suu Kyi participará en casi 25 años. Pero antes hay otra fecha que será problemática, 2014, cuando está previsto que Birmania haga su primer censo en 30 años. En ese momento, el gobierno tendrá que decidir si incluye a los Rohingya como ciudadanos, tal y como les ha pedido Naciones Unidas. También tendrá que posicionarse sobre la concesión de derechos a otras minorías.
Artículo de Laura Villadiego en El mundo desencajado.
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