Pekín negó hoy que los refugiados de etnia kachin que llegan a China huyendo de la guerra en Birmania (Myanmar) sufran maltrato o sean expulsados, después de que la ONG Human Rights Watch denunciara repatriaciones forzosas y otros abusos.
"Tales alegaciones son inexactas", señaló el portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores chino Hong Lei en rueda de prensa, destacando que el Gobierno chino "les ha brindado ayuda basándose en principios humanitarios".
Hong además negó que los kachin huidos de Birmania en los últimos meses -entre 7.000 y 10.000, según HRW- deban ser considerados refugiados, ya que la mayoría se alojan en casas de familiares que residen en China, no en campamentos.
HRW, que ha publicado un informe sobre la situación de los kachin que han huido de Birmania a China desde la reanudación del conflicto hace un año en el que denuncia las repatriaciones forzosas de al menos 300 refugiados, pidió hoy a Pekín mayor atención al colectivo.
"El Gobierno chino no sólo está obligado legalmente, sino que es completamente capaz de proteger temporalmente a los refugiados kachin y atender sus necesidades básicas", señaló en la publicación del informe Sophie Richardson, directora de la sección china de HRW, tras recordar que China firmó la Convención de las Naciones Unidas para los Refugiados, de 1951.
Según el informe, los refugiados en muchos casos carecen de una vivienda adecuada y tienen problemas para abastecerse de comida, agua potable o tener servicios básicos de atención médica.
Sus hijos no pueden ir a la escuela, y los adultos en muchas ocasiones son explotados por contratistas locales, destaca el documento de HRW, de 68 páginas.
Uno de los mayores abusos denunciados en el informe es la práctica misiva de los análisis médicos por parte de las autoridades chinas a los refugiados -a veces por sorpresa- para detectar si consumen droga, dado que proceden de una zona de producción y tráfico de opio y heroína (el llamado Triángulo de Oro de la Droga).
En algunos casos, si el análisis ha dado positivo, se ha exhortado a los refugiados a pagar una elevada suma de dinero a la policía o de lo contrario pasar dos años en un campo de rehabilitación donde "son sometidos a tratamientos crueles, inhumanos y degradantes", asegura HRW.
Algunos de los refugiados, debido a las duras condiciones que viven en China, han optado incluso por regresar a Birmania, pese a la persistencia del conflicto, según el informe de la ONG con sede en Estados Unidos.
"El Gobierno chino ha tolerado en general que los refugiados kachin permanezcan en Yunnan, pero ahora tiene también que respetar las obligaciones legales internacionales y asegurar que las necesidades de éstos son atendidas y no se ven obligados a retornar (a la zona en conflicto)", subrayó Richardson.
La guerrilla kachin, formada por unos 8.000 combatientes, rompió en 2010 el alto el fuego firmado en 1994 con el Gobierno, al negarse a integrarse como un fuerza fronteriza bajo el mando del Ejército birmano.
En junio de 2011, las fuerzas armadas birmanas atacaron con fuego de artillería las posiciones de la guerrilla del Ejército de Independencia Kachin (KIA) con la finalidad de hacerse con el control de la región en la que una compañía china construye unas gran presa.
Visto en Diario vasco.
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