China llamó a luchar contra la proliferación de la producción de droga en Myanmar y Afganistán, naciones con las que China tiene frontera, cuando se celebra el Día Internacional contra el uso indebido y el tráfico ilícito de drogas.
El director de la Oficina de la Lucha contra Narcóticos del ministerio de Seguridad Pública, Liu Yuejin, dijo en declaraciones al diario China Daily que Pekín está preocupado por el aumento de la producción en países fronterizos de drogas tradicionales, como la heroína y el opio, pero también de la proliferación de las drogas sintéticas.
La policía incautó en 2011 un 62 por ciento más de droga procedente de Myanmar que en el año anterior, y adujo que este aumento de la producción se debe al clima de inestabilidad política que vive el país.
Una situación similar se produce en Afganistán, donde según datos chinos el área de producción de droga aumentó un 7.0 por ciento el último año.
“Pese a los esfuerzos, China todavía se enfrenta a una situación complicada en la lucha contra la droga”, dijo Liu.
La cantidad de cocaína procedente de América Latina que entra en el país también está aumentando.
La cercanía de China con el denominado “Triángulo de Oro”, la triple frontera entre Tailandia, Laos y Birmania, y considerado uno de los lugares de mayor producción de opio, dificulta según la policía china que se pueda frenar la entrada de estupefacientes.
La provincia más permeable a la entrada de la droga es la de Yunnan, en el extremo suroeste de China, ya que comparte una frontera de más de cuatro mil kilómetros con Myanmar, considerado como uno de los mayores productores de opio del planeta.
Los últimos datos oficiales disponibles indican que 1.55 millones de personas en China eran consumidoras habituales de drogas a finales de 2010, y casi un tercio de esta cifra (432 mil) son jóvenes menores de 25 años que consumen drogas sintéticas.
Las fuentes oficiosas indican que la cifra real podría superar los siete millones de adictos, y que ésta progresaría a ritmos superiores al 5.0 por ciento anual.
Pese leyes como la pena de muerte para traficantes, y al doloroso pasado de China con el opio, a causa de la extensión del consumo por todo el país de los siglos XVII a XIX, las autoridades han alertado contra el aumento de la entrada de estupefacientes al país y contra la producción nacional.
Visto en Sin embargo.
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