Descendientes de los pueblos comerciantes del mundo árabe y del imperio mogol, los rohingya llevan años huyendo de la represión del Gobierno birmano, que no ha desado a pesar de la disolución de su Junta Militar en 2011. Un alto porcentaje de su población vive hoy fuera de Birmania, donde se instalaron sus ancestros, para ocupar insalubres campos de refugiados.
La comisaria europea de Cooperación Internacional y Ayuda Humanitaria, Kristalina Georgieva, pidió hoy al Gobierno de Bangladesh, donde viven, que deje de entorpecer la llegada de ayuda humanitaria para los refugiados birmanos en la región de Rohingya, informó un comunicado.
Georgieva expresó igualmente su preocupación por la decisión de las autoridades locales de suspender el acceso de las ONG a las zonas donde se encuentran los refugiados.
"Hago un llamamiento al Gobierno de Bangladesh a actuar con responsabilidad y ofrecer ayuda a aquellos que la necesitan y a que dejen a las organizaciones humanitarias hacer su trabajo en beneficio de los refugiados", señaló la comisaria.
Según los datos de la Comisión Europea, en los últimos años alrededor de 40.000 refugiados en Rohingya procedentes de Birmania han subsistido gracias al apoyo de la comunidad internacional.
El fondo destinado a la protección humanitaria y civil en la zona recibirá una nueva partida de 10 millones de euros.
En 2011, la UE ya aportó ocho millones de euros para cubrir las necesidades de alimentación, atención sanitaria, agua y saneamiento de seis de los nueve campos ubicados en la frontera birmano-tailandesa.
La solidaridad europea se canaliza a través de organizaciones no gubernamentales y el Alto Comisariado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR).
Birmania estaba gobernada por militares desde 1962 hasta este año, cuando la Junta se disolvió y entregó el poder a un Gobierno formado por exgenerales afines.
Visto en El mundo.
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