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Nargis: nada nuevo

martes, 13 de mayo de 2008

La verdad es que en las últimas horas no ha ocurrido nada nuevo, nada llamativo en Birmania. Las noticias que llegan son más de lo mismo: más muertos entre la población, más indiferencia desde la Junta y más incapacidad de reacción desde la Comunidad Internacional.Y encima, el terremoto en China. Éramos pocos.

El número de muertos sigue aumentando; y las diferencias entre lo que admiten los dictadores y lo que estima la ONU, también. La Junta habla de 28.500 muertos; la última estimación de la ONU habla de 102.000, aunque hay fuentes que hablan de hasta 216.000. Empiezan a aparecer el cólera y otras enfermedades.

La ayuda del exterior sigue llegando muy lenta; y, de la poca que llega, la mitad es confiscada por los militares.

Algunos países se plantean alternativas para presionar los dictadores, como acusarles de crímenes contra la humanidad. Quizá la idea de fondo es buscar una excusa para la invasión. Aunque está claro que este tipo de iniciativas nunca prosperarán mientras China y Rusia sigan apoyando a los dictadores. Mientras tanto, la Unión Europea quiere tener una reunión en Birmania hoy mismo, martes. Y la ASEAN se lo toma con calma y hasta la semana que viene no se va a reunir.

Y, aunque se habla de invadir el país e incluso los propios birmanos lo piden, hay gente que piensa que todo es un montaje y una excusa para llevar allí a los militares estadounidenses y europeos y así restarle poder a China.

Del referéndum apenas se habla ya; nadie les da ninguna credibilidad ni importancia, salvo los dictadores. La LND ha denunciado diferentes abusos, como obligar a la gente a firmar como que han votado aún cuando no lo han hecho.

Mientras tanto, por extraño que parezca, el ciclón Nargis podría ayudar a consolidar el poder de los generales del SPDC, en lugar de debilitarlo. El general Than Shwe construyó en 2005 una nueva capital, Naypyidaw, y trasladó allí el Gobierno por razones que nadie conoce a ciencia cierta. Se cree que lo hizo siguiendo el consejo de astrólogos, que le habrían dicho que una gran catástrofe iba a caer sobre Rangún. El ciclón Nargis no afectó Naypyidaw en absoluto; según algunos analistas, el supersticioso pueblo birmano podría creer que sus gobernantes están protegidos por fuerzas sobrenaturales, lo que incrementaría su poder. Además, el terremoto que ha asolado el sureste de China ha desviado en gran medida la atención internacional de la catástrofe birmana.

Entre tanto, entre discusión y discusión, la gente sigue muriendo.
Y para colmo, llueve sobre mojado.

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