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Nargis: desde Rangún

sábado, 17 de mayo de 2008

Desde que empezamos con el blog estamos leyendo blogs y páginas de birmanos por todo el mundo; incluyendo algún birmano que aún puede escribir desde Birmania.
Aunque su relato está en internet, disponible para todo el mundo, vamos a omitir más datos de esta persona que cuenta su propia experiencia desde Rangún.
Actualización 19.05.2008: incluímos también las fotos.

Desde finales de abril hubo avisos de que el ciclón Nargis estaba en la costa, pero pensé que no pasaría por aquí porque nunca había visto un ciclón en Rangún. La mayoría de las tormentas que se desarrollaban en la Bahía de Bengala acababan en Bangladesh o India, o a veces en la costa de Rakhine. En aquellos momentos veíamos informes de varias agencias meteorológicas online que indicaban que el ciclón pasaría entre el Estado Rakhine y la División de Irrawaddy. Justo en el último minuto, la tormenta cambió de dirección.

Supongo que tanto yo como muchos otros subestimamos la fuerza del ciclón. Habíamos leído los periódicos y visto el tiempo en las noticias (que, por cierto, sólo dan por la noche), pero apenas les presté atención. A fin de cuentas, lo único que decían era "El ciclón Nargis está situado a bla bla millas en dirección bla bla en la Bahía de Bengala". Ni me molesté en mirar en el mapa a qué distancia estaba la tormenta de Rangún; nunca llegué a pensar que llegase a Rangún. El camino que tomaría el ciclón no era muy claro hasta ese momento, y me enteré precisamente el día 2 (después de las 13:00, que es cuando leí las noticias en un foro en el que alguien había escrito que la tormenta se encaminaba a Rangún y que acababa de pasar la isla "Hi-Gyi").

El 2 de mayo, tuvimos noticia de que la tormenta se dirigía directa a Rangún, así que nos dejaron a los empleados que nos fuésemos a casa a las 14:00. Incluso en ese momento yo tenía pensado quedarme en la oficina hasta el cierre, porque al mirar fuera el sol brillaba. Más tarde, cuando unos amigos en internet me apremiaron a que volviese a casa, decidí irme. Cuando llegué a casa aún había electricidad, así que pusimos la televisión; en la MRTV3 daban la noticia de que la tormenta había pasado la isla de Hi-gyi y que se encaminaba hacia el Irrawaddy, Rangún, Bago y el Estado Mon. La radio también avisaba de esto. La electricidad se cortó a las 18:30, asíque nos sentamos alrededor de las luces de emergencia. Había comenzado a llover, pero aún no había mucho viento. Me fui a dormir hacia las 21:00. Casi nunca pido nada cuando rezo, pero esa noche recé porque la tormenta no causase muchas bajas. No me dormí rápido, debido el ruido de la lluvia cayendo en el tejado, pero al final me dormí.

Me desperté a eso de las 02:30 [del 3 de mayo] y el viento aullaba. Oía el ruido en el tejado y me preocupé de si el tejado, aún siendo grande y de una pieza, pudiese volar. Tomé mi almohada y una manta y me fui al salón donde me encontré a mi madre y mi primo sentados con una vela. Supongo que ellos tampoco podían dormir. Mi padre estaba rezando en la capilla y mi hermano se despertó también. No llovía mucho, pero el viento sí era muy fuerte. Podía oír las puertas y ventanas de la casa de al lado golpeando, abriéndose y cerrándose (no había nadie en casa) al tiempo que se oía como sus encantadoras lámparas caían al suelo y algunas ventanas se rompían. Pensaba que había cerrado bien la ventana de mi habitación, pero no fue así, pues también se abrió y golpeaba una y otra vez las paredes; se rompieron 3 cristales. Tuvimos que atar las ventanas con cuerdas para asegurarnos que se mantuviesen cerradas. Nos sentamos en las escaleras del salón, arropándonos con las mantas para protegernos de los mosquitos y tratamos de dormir. Creo que dormí algo hasta las 05:00 que me volví a despertar.

En ese momento ya amanecía en el exterior, así que vimos los árboles y todo moviéndose como si se fuese a caer en cualquier momento. Vimos que el tejado del restaurante de al lado se había hundido. Los altos cocoteros se movían de un lado a otro peligrosamente, pero aún no habían caído. Aún con este viento y caos, había gente fuera, con chubasqueros y paraguas, recogiendo mangos y otras frutas de la calle. Gracias a Dios seguíamos sin electricidad, pues los postes eléctricos habían caído y los cables colgaban en el suelo. Comenzó a llover mucho y el viento aullaba; en la habitación de mis hermanos entraba agua por la ventana, así que tuve que ayudarles para poder secarla. Rezaba para que parase la lluvia. Hacia las 10:00 cesó la tormenta fuerte y poco a poco fue amainando; ya no había tanto viento así que empezamos a secar el resto de las habitaciones de la casa.

El viento y la lluvia cesaron hacia las 14:00, creo, mas desde ya no podía saber qué hora era. No tardó en salir la gente a la calle y mirar al vecindario. Lo árboles que habían estado ahí desde siempre, habían sido arrancados de raíz. El camino estaba bloqueado por uno de ellos y la gente ya estaba intentando cortarlo para que pasase un coche. La gente ya hacía cola en la tienda que vendía las hojas de aluminio que usamos para cubrir los tejados. La tetería que hay cerca de mi casa tenía una gran rama de un árbol en el tejado; cuando llegó el primer cliente, mucho tiempo después de que parase el viento, diciendo que si podía tomar una taza de te, pues no había tomado nada en todo el día, el tendero le dijo que “por supuesto, estamos abiertos”.

El domingo los precios aún no habían subido mucho, al menos no en el mercado local. Sí que había oído que los precios habían aumentado en otros mercados en el centro – una botella 20 litros de agua costaba más de 1.000 kyats (alrededor de 1 dólar) cuando antes costaba unos 350 kyats. Un huevo cuesta ahora 300 kyats cuando antes costaba unos 130. Los precios de los vegetales han subido un poco – 3 hojas de berros se vende por 500 kyats. Pero la carne, como el pollo o el cerdo, no ha subido mucho – sólo unos 600 kyats por 10 kyat-thar (es una medida birmana de peso; no sé su equivalente en libras). Por todo Rangún había cortes de agua y aquellos que tienen pozos tienen que usar bombas de agua, pero no tienen electricidad. Algunos han ido al lago Inya a por agua y se han bañado allí. Nuestra casa tiene un pequeño pozo, así que podemos coger agua con un cubo. El caso es que casi todas las casas de nuestra calle tienen sus propios pozos, porque el agua municipal no llegaba (nuestras tuberías fueron robadas) así que aquí el agua no será problema. Algunos monasterios dejan que la gente vaya, se bañe y se lleve agua.

El lunes ya fui al trabajo, porque me llamaron la noche anterior para ir. Afortunadamente había algunos autobuses funcionando y costaban 300 kyats (los autobuses iban de Suela a la ciudad de Dagon Norte). Nuestra oficina estaba completamente mojada porque está situada en un edificio muy alto y con ventanas, y el agua entró por los agujeros. Afortunadamente nuestros ordenadores estaban en alto y no se mojaron. Así que nos pusimos a trabajar. No había electricidad en el edificio pero funcionaban los generadores y pusimos el aire acondicionado, así que el suelo se secó rápido. Después de la comida nos dijeron que podíamos irnos y que ya nos avisarían de cuándo deberíamos volver al trabajo. Los generadores dejaron de funcionar hacia las 11:30, porque el diesel se estaba poniendo muy caro: unos 10.000 kyats (10 dólares) por galón en el mercado negro, dado que las gasolineras estaban cerradas.
El jueves volvimos al trabajo y para entonces algunas áreas del centro, incluyendo nuestra oficina, tenían electricidad de nuevo. El agua ya volvía a circular así que imagino que los apartamentos del centro tendrían agua.

La conexión a Internet también estaba caída, aunque algunos amigos me dijeron que se habían podido conectar desde el lunes anterior. Yo sólo pude conectarme a partir del miércoles en un ciber-café cerca de mi casa, que era el único que funcionaba en mi barrio. Aún así la conexión iba tan lenta que apenas pude mirar mi correo, no digamos leer las noticias (aunque pude ver los titulares de Google News). No tenemos generador en casa (y nunca lo tendremos) así que no hemos podido ver la televisión. Compramos unas pilas y pudimos escuchar la emisora Naypyidaw Myanmar (la City FM ha dejado de emitir) hacia las 20:00 para ver las noticias.

Afortunadamente tenemos línea de teléfono. Hacia las 05:00 recibimos una llamada. El sábado por la mañana dejó de funcionar (aunque podemos oír la llamada, no se entiende lo que dice la otra persona), pero el domingo volvió a funcionar por la tarde.
Mi cumpleaños fue el 8 de mayo. Antes tenía pensado hacer una barbacoa en mi casa el día 11 (dado que el domingo mis amigos podían) con dos amigos e ir a un concierto de Hip-Hop por la noche. Pero ese día no tenía yo ganas de celebrar nada. Ya había oído las noticias de devastación en otros lados de Irrawaddy y me hizo sentir muy triste que tanta gente inocente tenga que sufrir. Estaba muy enfadada con los tenderos por subir los precios. Estaba muy enfadada con el gobierno porque aún no había aceptado las ayudas. Mis problemas y los de la mayoría de la gente de Rangún eran insignificantes comparados con los de aquellos de las zonas en los que la tormenta había golpeado en Irrawaddy.
He oído noticias de que por fin el gobierno ha aceptado la ayuda de EEUU y que ha llegado hoy, y que va a venir más. Espero que las cosas vayan mejor y que realmente puedan ayudar y que no decaigan.

Mis padres dicen que nunca antes habían visto una tormenta así en Rangún. Caramba, ni siquiera una persona de 90 años ha vivido algo así. Esta es una de las razones por las que no estábamos preparados para algo así. Y también por un no muy adecuado informe meteorológico. Sí, claro, había informes desde el 29 de abril, pero no decían dónde iba a golpear la tormenta. Espero que hayan aprendido la lección.

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