El gigante petrolero francés Total y el estadounidense Chevron enriquecen a la junta birmana con un proyecto de gas y ocultan los abusos cometidos por las fuerzas de seguridad con las poblaciones locales, denunció este jueves una organización no gubernamental.
EarthRights International (ERI), con sede en Estados Unidos, afirma en dos informes diferentes que "el proyecto de gas de Yadana de Total y Chevron ha generado 4.830 millones de dólares para el régimen birmano".
La inmensa mayoría de este dinero, asegura la organización citando fuentes "confidenciales y fidedignas", escapa al presupuesto nacional y duerme en bancos de Singapur, el Overseas Chinese Banking Corporation (OCBC) y el grupo DBS.
"La élite militar oculta miles de millones dólares de ingresos en Singapur cuando el país sufre sin razón y tiene el menor gasto de toda Asia destinado a los servicios sociales", afirma Matthew Smith, coordinador de ERI para Birmania.
Total está presente en Birmania desde 1992, en el campo de gas de Yadana, del que posee un 31,24%. Chevron tiene, por su parte, una participación del 28% en ese campo, que representa un 60% del volumen de exportaciones de gas de Birmania a Tailandia.
Ambos grupos aparecen regularmente en el punto de mira cuando se hace alusión a sanciones reforzadas contra la junta birmana.
ERI no pide a las dos compañías que se vayan de Birmania, sino que publiquen los montos entregados al régimen birmano desde 1992 y que esclarezcan las condiciones de trabajo en el lugar.
Como ya lo hicieron otras ONG antes, ERI acusa a las fuerzas de seguridad birmanas de violación de los derechos humanos, asesinatos y utilización del trabajo forzado, estimando que los dos grupos petroleros mienten sobre este aspecto del proyecto.
"Total y Chevron afirman que los abusos relaciones con su proyecto han cesado pero es simplemente falso", escribió otro de los autores del informe, Naing Htoo.
ERI afirma también que los dos grupos recurrieron a una organización estadounidense, CDA, especializada en los estudios de impacto social, y cuyas conclusiones son "inexactas y engañosas", consecutivas a entrevistas con pobladores "en presencia de personal de Total y de los servicios secretos" birmanos.
El debate sobre las condiciones de la presencia de Total en Birmania volvió al tapete en agosto, después de que la opositora Aung San Suu Kyi fuese condenada a 18 meses más de arresto domiciliario y los países occidentales anunciasen que aumentarían las sanciones.
Sin embargo, hasta ahora las autoridades francesas han descartado exigir al grupo que se retire de Birmania, alegando sobre todo que China tomaría inmediatamente el relevo y tendría aún menos escrúpulos.
En julio de 2008, Chevron había aludido argumentos semejantes ante la Cámara de Representantes en Washington, eludiendo finalmente un proyecto de ley que habría terminado con las exoneraciones fiscales de que goza el grupo sobre los beneficios obtenidos en Birmania.
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