El Primer Ministro de Myanmar, Thein Sein, aseguró en un discurso ante la Asamblea General de la ONU, que las elecciones presidenciales y legislativas programadas para 2010 "serán libres y justas" y contarán con la participación de varios partidos políticos. Sin embargo, no aclaró si participarán todas las colectividades.
Sein, el funcionario de mayor rango de Myanmar que viaja a la sede de la ONU en varios años, aseguró que su "gobierno está dando pasos sistemáticos para celebrar elecciones libres y justas".
"Se promulgarán leyes electorales y se formará una comisión electoral para que puedan formarse partidos políticos para concurrir a los comicios", manifestó.
La ONU criticó la organización de un referéndum para la adopción de la nueva constitución de Myanmar en mayo de 2008, cuando una gran parte del país se encontraba devastada por el ciclón Nargis y millones de personas, particularmente habitantes de la región del delta, habían quedado desplazadas por el desastre.
La nueva constitución recoge leyes para los comicios de 2010 y contempla un sistema presidencial de gobierno con un legislativo de dos cámaras. Según Thein Sein, la constitución fue aprobada por el 92,48 por ciento de los habilitados a las urnas.
"La democracia no puede ser impuesta desde fuera", manifestó, en referencia a las demandas internacionales para una reforma democrática en una de las naciones más pobres del mundo.
PENAS ECONÓMICAS
Sobre las sanciones, Thein Sein aseguró que constituyen "un instrumento político contra Myanmar, y son injustas bajo nuestro punto de vista", ya que el gobierno -consideró- registró avances económicos y sociales y que sin sanciones, el país estaría considerablemente más desarrollado. Además, pidió comprensión a la comunidad internacional y el apoyo a su país como una nación emergente.
La disidente birmana Aung San Suu Kyi, líder del principal partido de la oposición, la Liga Nacional para la Democracia, se mostró dispuesta a hablar directamente con las embajadas estadounidenses, europeas y australianas sobre el fin de las sanciones económicas a Myanmar.
Esto supone un cambio de opinión, pues la premio Nobel de la Paz, bajo arresto domiciliario, había apoyado hasta ahora las sanciones, que incluyen la congelación de cuentas de miembros del régimen o la prohibición de contactos económicos [1].
La ONU exigió la puesta en libertad de todos los prisioneros políticos, incluida Suu Kyi. Myanmar alega que no puede concurrir a las urnas porque está casada con un británico, que ya falleció. [2]
La semana pasada el gobierno limitar puso en libertad a 7.114 prisioneros políticos por "buena conducta", asegurando que se les permitirá participar en los comicios. [3]
Thein Sein pidió también a los países donantes que financien los programas para la recuperación del país tras el desastre provocado por el ciclón Nargis, alegando que sólo se recibió la mitad de los 691 millones de dólares esperados para el período entre 2009 y 2011. [4]
Notas sobre incorrecciones en el texto:
[1] Suu Kyi nunca se ha opuesto a las sanciones; sigue apoyándolas. Sólo se ha ofrecido para ayudar a la junta militar en su diálogo con los países occidentales y que, de este modo, se produzca una transición democrática que propicie la eliminación de las sanciones.
[2] Suu Kyi es viuda de Michael Aris, un súbdito inglés.
[3] En verdad se amnistió a más de 7000 presos, de los que sólo 127 eran presos políticos.
[4] Numerosas ONG denunciaron que las ayudas que se enviaron al país para ayudar a los damnificados por el Nargis se las quedaron los militares e incluso las vendían en el mercado negro.
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