El Gobierno de Birmania ha constituido una comisión que investigará las causas que desataron los recientes disturbios étnicos en los que murieron al menos 83 personas y unas 80.000 huyeron de sus hogares, indicó hoy la oficina presidencial.
La comisión, según un comunicado de la jefatura de Estado, está integrada por 27 miembros que representan a los diferentes partidos políticos y credos, por funcionarios retirados del departamento de asuntos religiosos y de Naciones Unidas, así como por activistas de organizaciones civiles y de estudiantes.
La creación de esta comisión que presentará sus conclusiones y podrá también hacer recomendaciones al Gobierno fue anunciada unos dos meses después de los violentos enfrentamientos librados entre la población de religión budista de el estado de Rakhine, colindante con Bangladesh, y la comunidad musulmana de la etnia rohingya.
Tras la ola de violencia, el presidente birmano, Thein Sein, rechazó las propuestas realizadas por Naciones Unidas y diversos grupos internacionales de enviar a la región equipos de expertos para investigar lo ocurrido y la situación posterior.
A finales del pasado julio, la Oficina del Alto Comisionado de la ONU denunció que la respuesta de las fuerzas de seguridad birmanas a los enfrentamientos ocurridos entre budistas y musulmanes en Rakhine (oeste del país) fue una campaña contra la comunidad musulmana, cuyos derechos básicos no son reconocidos por el Gobierno.
Visto en La información y Expansión.
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