La situación en el noreste de Birmania se está volviendo cada vez más tensa e inestable según llegan las fechas en las que se supone que los grupos étnicos que firmaron el alto el fuego debían convertirse en Fuerzas de Vigilancia de la Frontera (Border Guard Force - BGF) de la Junta, bajo el mandato del ejército y del SPDC.
El 25 de abril el Frente Democrático Nacional (National Democratic Front), constituido por 8 grupos étnicos armados, publicó una declaración rechazando la propuesta BGF y pidiendo que la junta finalizase sus operaciones militares e intimidaciones en las áreas étnicas.
El Ejército Kachin Independiente (Kachin Independence Organization/Army), el Ejército del Estado Wa Unificado (United Wa State Army - UWSA) y el Ejército de la Alianza Democrática Nacional (National Democratic Alliance Army - NDAA, también llamado Mongla) también se mantienen resueltos en su oposición a la propuesta de la junta y se mantienen en sus contra-propuestas, que han sido rechazadas por el régimen.
El General Htay Maung, del Consejo de Paz del Ejército de Liberación Nacional Karen (Karen National Union/Karen National Liberation Army - KNU/KNLA), una facción separada del KNU en febrero de 2007 para intentar conseguir la paz con el SPDC, ha publicado una carta mordaz que rechaza la propuesta BGF. El Ejército del Estado Shan del Norte (Shan State Army-North) parece afrontar divisiones entre diferentes facciones sobre la decisión.
Con la inminente amenaza de guerra civil, cientos de personas del sur del Estado Shan (bajo la UWSA) y cientos más del Estado Mon (en el territorio del Partido del Nuevo Estado Mon - New Mon State Party) ya han huido hacia la frontera tailandesa. El Centro de Información Karen (Karen Information Center) dice que 300 Karen también ha huido de sus casas entre el 27 y el 28 de abril.
En otra muestra del aumento de la tensión China ha desplegado al menos cinco brigadas de su Ejército de Liberación del Pueblo (People’s Liberation Army), unas 5.000 tropas, a lo largo de la frontera sur con Birmania.
Los esfuerzos de la junta para atraer a los grupos del alto el fuego bajo su control están creando una atmósfera de división y confrontamiento. Estas no son condiciones para unas elecciones inclusivas y auténticamente democráticas. Los grupos del alto el fuego que continúan oponiéndose a la propuesta BGF no podrán formar partidos políticos ni participar en las elecciones, aunque quieran. Aún más, bajo las leyes electorales de la junta las elecciones no tendrán lugar en los sitios controlados por estos grupos si hay dudas sobre la seguridad de los mismos.
Si la junta quiere ser seria respecto a unas elecciones libres, justas e inclusivas, deben, como condición mínima, cesar de manera inmediata sus hostilidades contra los grupos étnicos y del alto el fuego.
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