Visto en Blogger sans frontière
El célebre monje birmano Ashin Gambira (U Gambira), de 29 años, detenido el 4 de noviembre de 2007, acaba de ser condenado a 68 años de prisión.
Su crimen es el haber sido uno de los líderes de la Revolución Azafrán, la revolución pacífica por la que decenas de miles de monjes y cientos de civiles cogidos de la mano cantaron juntos el Metta Sutta en nombre de una población exangüe, martirizada durante más de 40 años por una dictadura militar.
Otro monje que también fue hecho prisionero durante las manifestaciones, U Kaylar Tha, ha sido condenado a 35 años de reclusión. Otros líderes como U Pannita y U Sandar Thiri deberán pasar 9 y 11 años, respectivamente, en las cárceles birmanas donde decenas de monjes y monjas aún están a la espera de juicio.
La salud de Ashin Gambira se ha deteriorado severamente durante el último año; la cruz roja no ha podido visitarle. Sufre migrañas y vómitos, y se está debilitando y adelgazando.
Le ha caído la pena más grande que los tribunales birmanos han infligido en el curso de su purga que comenzaron en noviembre; más de una centena de militantes pro-democráticos, incluyendo abogados, miembros del partido de Aung San Suu Kyi, miembros de los "Estudiantes de la Generación del 88", periodistas, cantantes, actores, bloggers, poetas... han sido condenados a penas de hasta 65 años de prisión.
Mie Mie, una mujer de 35 años, ha sido condenada a 65 años de prisión por su implicación en la Revolución Azafrán, gritó tras la lectura de su veredicto "¡Nunca nos amedrentaréis!". Min Zeya, condenada también a 65 años se mofó: "¿Tan solo 65 años?".
Este proceso en Rangún marca el trágico fin de la magnífica Revolución Azafrán.
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