El Comité de Derechos Humanos de Naciones Unidas volvió a denunciar este viernes la violación de los derechos fundamentales en Birmania y solicitó a la Junta militar que gobierna el país asiático que ponga en libertad a los cerca de 2.100 presos políticos que mantiene encarcelados para garantizar la limpieza y la transparencia de las elecciones previstas para este año, las primeras en más de dos décadas.
Durante la última jornada de su decimotercera sesión regular, los 47 miembros del comité aprobaron una resolución en la que expresan su preocupación por la situación de los Derechos Humanos en Birmania y en la que aseguran que las leyes electorales aprobadas recientemente no cumplen con lo exigido por la comunidad internacional, informó Naciones Unidas en un comunicado.
La legislación electoral decretada por la Junta prohíbe la concurrencia a los comicios de cualquier persona que haya sido condenada por motivos políticos. Por ello, el Comité de Derechos Humanos de Naciones Unidas pidió a las autoridades birmanas que liberen a todos los presos de conciencia, entre ellos la líder de la Liga Nacional por la Democracia y premio Nobel de la Paz Aung San Suu Kyi, condenada a 18 meses adicionales de arresto domiciliario después de que un ciudadano estadounidense se colara en su vivienda.
El organismo además aprobó extender durante un año más el mandato del Relator Especial de Naciones Unidas para Birmania, Tomás Ojea Quintana, quien a principios de este mes visitó el país asiático y aseguró que la Junta no ha dado indicios de estar dispuesta a excarcelar a los disidentes antes de los comicios.
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