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Myanmar, por Tomás Vera Ziccardi

lunes, 11 de abril de 2011

Introducción
Antiguamente conocida como Burma, luego como Birmania y en la actualidad, a pesar de las controversias, como Myanmar, este estado del Sudeste Asiático ha tenido una gran importancia en la región desde la llegada de los primeros europeos hasta nuestros días.

Myanmar siempre presenta un atractivo diferente al resto de los países del Sudeste Asiático. Por un lado cuando hablamos de Laos, Camboya y Vietnam no podemos dejar de lado la influencia francesa en estos estados, el rol de los franceses en la Indochina marcó a la región continental del Sudeste Asiático de manera notable. De todas formas, cercano a estos territorios mencionados se encontraba un enclave británico. Estamos hablando de Burma. En cierta forma se debió, como veremos más adelante a la cercanía con la India y Bangladesh, sin embargo a los británicos siempre les resultó interesante, por lo menos hasta los comienzos del siglo XX, poseer un enclave estratégico en el Sudeste Asiático.

Otro de los motivos por lo cuales siempre me resultó particular el caso birmano es por el hecho que la sociedad actual presente influencia de diversas culturas, lo cual logró conformar y moldear la cultura y conciencia social que presenta el país hoy en día. A diferencia de estados como Camboya, que se caracterizó por la influencia cultural del antiguo Reino del Siam, o de Vietnam que estuvo fuertemente influenciada durante décadas por los chinos y luego por los franceses, Myanmar posee una interesante influencia proveniente de la India, China, Tailandia y por otro lado de los colonos europeos. Tal es así que desde el Budismo, como mayor religión profesada en el país, pasando por el arte y las esculturas con influencia china y tailandesa, hasta los conocimientos políticos adoptados de los europeos, Myanmar es un caso único a nivel mundial.

Analizarlo nos permitirá encontrar las respuestas de por qué presenta grandes divergencias con respecto a otros estados de la región y por qué la situación política actual es bastante deplorable.

A continuación intento explicar la realidad birmana mediante un análisis progresivo de su historia y de la influencia externa que logró moldear a la sociedad misma. Voy a explicar su desenvolvimiento hasta nuestros días y la lucha por una apertura del sistema político de un país que desea realizar un cambio de régimen para mejorar su situación.

Finalmente voy a desarrollar tres propuestas para el futuro birmano las cuales nos presentan tres escenarios diferentes entre sí, que a pesar de esto pueden resultar acertadas a la hora de visualizar la realidad birmana dentro de 20 o 30 años.

La unidad territorial y los contactos con europeos
Tras largos siglos de lucha entre las diversas divisiones regionales en el actual territorio birmano, que bien se podrían denominar pequeños reinos, en el siglo XI los reyes Pagan lograron unificar el territorio bajo su dominio. De todas formas como todos sabrán, dos siglos más tarde y teniendo en cuenta la expansión mongol, el reino cayó bajo control de los invasores y la antigua organización territorial quedó fragmentada.

Luego de la retirada de los mongoles, tres estados surgieron como los principales centros de poder político y económico. Estamos hablando de Toungoo, Pegu y Ava.

La situación local sería estable, sin embargo los roces entre estos estados y su interés por sobreponerse al resto derivó en largos años de luchas internas.

Con la entrada en los siglos XV y XVI los portugueses y españoles emprenderían una rápida y competitiva conquista de los mares y los territorios más exóticos. Lo que actualmente conocemos como Burma no sería una excepción.

El afán de comercio por parte de los portugueses llevó a estos reinos a entrar en contacto con los europeos. La rápida hegemonía de Toungoo les permitió establecer lazos comerciales aún mayores con los portugueses. La compra de armas y la ayuda militar fue clave para la reunificación llevada a cabo por Toungoo.

El comercio sería esencial para los europeos durante las siguientes décadas. De todas formas creo importante mencionar y comenzar a centrar este trabajo en torno a la influencia británica en la región. Cuando digo la región hago principal hincapié a la cercanía con la India. Para aquellos que no se encuentran familiarizados con la región, gran parte del Noroeste de Myanmar limita con la India, mientras que el Noreste lo hace con China. Por otro lado en el Este y el Sudeste vamos a encontrar las fronteras con Laos y Tailandia respectivamente.

En la imágen se puede observar un
retrato de la Guerra Anglo-Burmesa
del siglo XIX.
Como todos sabrán los intereses británicos fueron primarios en materia colonial en lo que respecta a la India, conocida como la joya de la corona. Teniendo en cuenta esto, era comprensible que los conflictos entre birmanos y británicos estallarían en cualquier momento.

Durante los siglos XVIII y XIX, siglos que se caracterizaron por la hegemonía mundial de la Corona Británica, los birmanos lograron consolidar un Estado. Para los que están más interesados en los detalles, esto fue llevado a cabo por Alompra o Alaungpaya, quien fundó la dinastía Konbaung y logró mantener el control hasta que los británicos anexaron el Norte de la actual Myanmar, región lindera con la India, en el año 1886.

Para tener en claro la anexión británica debemos comprender que más allá de la cercanía con la India, hubo fuertes roces entre Alompra y sus sucesores con la Compañía de las Indias Orientales.

A lo largo del siglo XIX los roces entre ambas partes desembocaron en tres guerras conocidas como Guerras Birmano-Británicas o Guerras Anglo Birmanas.

La primera tuvo lugar entre 1824 y 1826 en donde los territorios de Arakan y Pegu fueron obtenidos por los ingleses. Para ver de forma más detallada esta victoria británica, los territorios obtenidos se localizaban en el Noroeste, Oeste y Sudoeste del país, lo cual les permitía a los británicos influir de forma más considerable en las fronteras con la India y a su vez controlar la Costa Occidental, que desemboca en el Golfo de Bengala.

Una pintura de la época que retrata
la Segunda Guerra Anglo-Burmesa.
En la Segunda Guerra Birmano-Británica, que duró tan solo un año, desde 1852 hasta 1853, los europeos lograron hacerse con el control de Rangún o Yangon. Esta ciudad sería la Capital durante la época colonial británica y se transformaría en la principal zona de comercio con el mundo. Para comprender esto debemos tener en cuenta que Rangún tiene salida directa al Golfo de Martaban y al Mar de Andamán, lo cual sería esencial para el control comercial británico durante el siguiente siglo.

De todas formas no debemos olvidarnos de la Tercera Guerra Birmano-Británica. Esta tuvo lugar en 1886, cuando como ya mencionamos, el Noroeste quedó bajo control británico. De esta forma los europeos controlarían la totalidad de la región, desde Rangún hasta el Norte, pasando por el gran Reino de Mandalay.

Birmania sería anexada a la India como una Provincia, de todas formas durante los próximos 40 años se encontraría bajo la autoridad de un Teniente Gobernador que si bien debía informar regularmente y respondía a Bombay, poseía nexos directos con Londres.

El control británico: del ascenso categórico a la Independencia
A lo mejor varios de ustedes hubieran preferido que las Guerras Birmano-Británicas y el traspaso de gobierno propio al de gobierno colonial lo hubiera mencionado de forma separada. De todas formas consideré que esto llevaría a la confusión, más aún por parte de aquellos que no se especializan en el tema, por lo cual decidí comenzar la siguiente Unidad ya desde el control británico propiamente dicho.

Por otro lado quería mencionar que es probable que en diferentes textos encuentren a las Guerras Birmano-Británicas como Guerras Anglo-Burmesas. La categorización es válida, sin embargo lo que importa es que ustedes logren comprender la importancia de las mismas y el rol que jugaron durante el siglo XIX, así como las consecuencias de las mismas para el siglo XX.

Mandalay es actualmente la segunda
ciudad más poblada del país y la
tercera en importancia. De todas
formas supo ser la ciudad más
importante desde el siglo XV hasta
la colonización británica, cuando el
centro de poder político y
económico se trasladó a Rangún.
El rápido interés británico en Burma era algo claramente visible. Sin embargo esto provocaría una larga división y polarización que agotaría a la sociedad en su conjunto.

A pesar del valor que cobró Rangún luego de la Segunda Guerra Birmano-Británica, como principal puerto y principal centro económico, Gran Bretaña comenzaría a realizar una táctica muy común para los anglosajones que fue la inserción poblacional, en este caso sobre territorio birmano. De esta forma cientos de miles de habitantes de la India y en menor medida de China fueron trasladados a Burma. Con el paso de los años estas pequeñas colectividades lograron aumentar su número y a su vez su influencia. Al mismo tiempo que principalmente los de ascendencia India, debido a la dependencia de Birmania con la India, comenzaron a consolidar un fuerte grupo de poder, que iba desde el control de los ferrocarriles construidos por los británicos hasta la toma de decisiones políticas en el territorio, su poderío golpeaba con el de los propios burmeses.

Durante la etapa colonial británica la imponente
Rangún pasó a ser la capital de Burma.
Esta ciudad obtendría un fuerte poderío
comercial a nivel regional, así como también
sería la sede del poder político.
A pesar de lo enunciado en el párrafo anterior, en el año 1937 Burma logró separarse de la India y así constituirse como una colonia aparte, pero continuaba estando subordinada a la Corona Británica.

Las tensiones entre los injertos de población y los birmanos aumentaron considerablemente, al mismo tiempo que los roces entre birmanos y británicos también lo hicieron. Esto puede ser explicado en parte por el rol de la religión en Birmania. Desde la entrada del Budismo en la región, esta religión logró acoplar determinados rasgos de las poblaciones que habitaron la región de Birmania lo cual logró, por así decirlo, conformar un Budismo distinto al originario o al practicado en la India. A lo mejor esto es una característica que se dio en las diversas regiones del mundo, en países tales como Tailandia, Camboya, Japón, Corea del Sur o la mima China. Es posible que un especialista en Budismo lo pueda explicar mejor, pero la religión, si bien conservó rasgos propios del Budismo originario, se fue diversificando y modificando de acuerdo a las distintas culturas y tradiciones de los países mencionados (y de sus sociedades). Es así como hoy encontramos diferencias entre el Budismo Theravada, el Budismo Zen o el Budismo Tibetano. Con esta breve explicación mi intención fue la de señalar que el movimiento religioso en Myanmar permitió generar una conciencia social de libertad y manifestación que perdura hasta nuestros días. Por lo cual el movimiento budista en contra de los británicos, principalmente por las violaciones que realizaban estos a los principios religiosos del Budismo y de Burma llevó a que las tensiones sociales entre las partes se acrecentaran.

El Ejército Birmano para la Independencia se creó luego de la separación jurisdiccional de la India, por lo cual como podrán ver, Burma fue uno de los primeros territorios en comenzar a pensar en la Independencia y dejar de depender de los británicos. Fue en estos momentos, durante la década de los años 40 cuando la población se polarizó fuertemente entre aquellos que veían con buenos ojos a los británicos y a sus políticas para con Burma y aquellos que consideraban que los británicos no realizaban otra cosa que la opresión, por lo cual era necesario la Independencia y conformar un gobierno propio.

Me parece interesante mencionar que uno de los principales promotores del EBI fue un militar llamado Aung San. Cabe mencionar que recordar este nombre va a ser clave para comprender sucesos que se mencionaran a futuro.

Durante la Segunda Guerra Mundial
Birmania fue ocupada por los japoneses.
Esto trería serios cuestionamientos
tanto para los colonos brítánicos
como para los locales, más aun en un
momento en el cual Burma buscaba
su Independencia.
Lo cierto es que los movimientos independentistas de la década del '40 fueron rápidamente dejados de lado cuando la Segunda Guerra Mundial estalló. Los británicos centraron su mirada en el continente europeo y en su propio territorio, a pesar de la defensa que realizaron de sus posesiones en África y Asia. De todas formas la carrera imperialista de Japón desembocó en el control nipón de gran parte del Sudeste Asiático, incluyendo Burma. Las tropas coloniales británicas lucharon contra los japoneses, de todas formas estos lograron imponerse al igual que en otras regiones de Australasia.

Es cierto que las ciudades fueron abandonadas y que Rangún quedó prácticamente desolada, teniendo en cuenta que gran parte de la población huyo hacia la India. Esto se intensificó cuando los japoneses lograron desplazar a los ingleses y controlar la totalidad del territorio.

El Ejército Birmano para la Independencia claramente apoyó a los japoneses, quienes libraron una dura lucha en la densa jungla birmana. El ideal de alcanzar la Independencia por parte de este movimiento birmano claramente fracasó al ver que los japoneses no venían con el ideal de liberar a los birmanos si no para someterlos bajo su mandato.

Con la participación de las tropas británicas replegadas en la India, las Fuerzas Armadas de los Estados Unidos (aliados del Reino Unido durante la Segunda Guerra Mundial) y un sector birmano que luchó del lado de los británicos, se logró expulsar a los japoneses y tomar control nuevamente sobre Burma.

El anteriormente mencionado líder del EBI, Aung San, cambió de bando durante el conflicto, y se unió a los británicos al ver que con los japoneses no lograría su principal interés. Los aliados y los locales llevarían a cabo una dura lucha contra los japoneses. Como es característico del Sudeste Asiático, la densa jungla, las constantes lluvias, el azotador monzón y la flora dieron como resultado una agotadora lucha entre los bandos, donde la Guerra de Guerrillas tendría lugar y donde la lucha en las montañas y la selva sería una situación diaria.

El General Aung San, conocido
como "El Padre de la Independencia",
jugaría un rol fundamental durante
la Segunda Guerra Mundial,
de todas formas su máximo
interés siempre fue la
Independencia birmana.
Como mencioné anteriormente, los británicos y compañía lograron imponerse. De todas formas los ideales de Aung San no fueron olvidados, todo lo contrario, luego del conflicto y finalizada la Segunda Guerra Mundial los principales líderes birmanos, muchos de los cuales lucharon junto a los británicos para expulsar a los invasores japoneses, comenzaron a solicitar la Independencia. Para el año 1947 los británicos, que ciertamente habían quedado devastados por la Guerra tanto en Europa como en otros sectores del mundo, intentaron calmar la situación local, ya que temían el surgimiento de un nuevo conflicto, esta vez con los locales. Tal es así que nombraron a un falso gobierno transitorio para que gobierne en Burma, el cual estuvo a cargo de Aung San. De todas formas como veremos en la siguiente Unidad, la Independencia y la lucha por un gobierno propio tendrían varios puntos oscuros y situaciones bastante turbias que precisan ser analizadas con cautela.

Independencia, experiencia democrática y el gobierno militar
Es cierto que junto con la India, Burma fue uno de los primeros países en luchar por su Independencia de los británicos. Claramente fueron favorecidos por la situación que debió atravesar Gran Bretaña luego de la Segunda Guerra Mundial. De todas formas no pierde mérito el ideal que tanto monjes budistas como militares intentaron alcanzar, sin embargo las acciones llevadas a cabo durante y luego de la Independencia marcaron a Burma y dejarían serias consecuencias para el futuro.

El jefe de la Junta Ejecutiva que tomó riendas del gobierno transitorio de Burma, Aung San fue asesinado en el año 1947. Se cree que U Saw, un político birmano, y varios miembros del ejército británico fueron los autores del asesinato. Esta teoría se apoya en la posibilidad que Aung San iba a ser nombrado Primer Ministro de Burma por parte de los británicos. Un año más tarde, en 1948, bajo el nombre de la Unión de Burma, se alcanzó la Independencia.

U Nu fue elegido como el Primer Ministro. El país lograría celebrar varias elecciones de forma democrática y bajo un sistema multipartidista. Por otro lado se conformaría un Parlamento bicameral.

El rol político de Burma siempre resaltó del resto de los países del Sudeste Asiático, tal es así que el Primer Secretario General de las Naciones Unidas no Occidental, fue U Thant, uno de los Secretarios Generales de las Naciones Unidas más importantes en la historia de la Organización. Logró ser reelegido, cumpliendo así con 10 años de mandato como Secretario General, luego de haber servido durante varios años como Embajador o Representante de Burma ante las Naciones Unidas. Recordemos que fue el primer asiático en ser elegido Secretario General de las Naciones Unidas, cargo que adquirió en 1961 bajo unanimidad de las Naciones Unidas.

U Thant es uno de los birmanos
más famosos de toda la historia.
Fue el primer asiático en
desempeñar el cargo de
Secretario General de
las Naciones Unidas.
La experiencia democrática del país sería muy rica, como ya mencionamos se celebraron varias elecciones, para ser más preciso en el '52, '56 y '60. A pesar de este gran avance para Burma, Ne Win, un militar birmano que en 1958 ya había realizado un golpe de estado para inclinar levemente el país hacia el bando occidental y que posteriormente celebró elecciones en 1960 para situar en el poder a U Nu, logró llevar a cabo un golpe de estado que cambiaría drásticamente la situación del país para el año 1962.

Para este momento el Parlamento fue disuelto y se proscribió la participación de la gran mayoría de partidos políticos. Se instauró una estructura socialista centralizada con un partido único manipulado por la Junta Militar.

El país viraría rápidamente hacia el otro bando y comenzarían años de persecución política, control militar y violaciones a los Derechos Humanos que destruirían la imagen positiva de Burma que se había creado en el exterior.

El líder militar Ne Win manejaría el país
desde 1962 hasta el final de la Guerra
Fría. Su mandato orientado hacia el
comunismo le valió de varias críticas a
nivel interno, críticas que pudo acallar
con la represión, los asesinatos y las
desapariciones forzosas.
Desde 1962 Ne Win se ocupó de llevar a cabo un aislacionismo extremo del resto del mundo, siendo algo común la huida de miles de ciudadanos birmanos de ascendencia india y de pequeñas colectividades de europeos radicados en Birmania por negocios. Esto se debió a su vez al cambio de modelo llevado a cabo por el líder militar. Se adoptó un plan de economía centralizada que le permitió a la junta militar de Ne Win absorber varias empresas privadas, al mismo tiempo que estatalizó los servicios básicos y programó una economía de fuerte tendencia socialista en lo que se denominó como la Vía Birmana al Socialismo.

Los principales inversores de capital europeo huyeron del país y levantaron sus empresas. La prensa internacional por su parte decidió hacer algo similar. De a poco Birmania se aisló del mundo y comenzó a llevar a cabo políticas comandadas por la junta militar a través de su máscara política, el partido único de Birmania.

El Partido Birmano de Programa Socialista llevó a cabo todas las medidas políticas del país. Al mismo tiempo se le negó la participación al resto de los partidos políticos del país. Tal es así que los más importantes debieron pasar a la clandestinidad.

A pesar de la mirada hacia otro lado que realizó la Comunidad Internacional, el régimen militar socialista de Ne Win recibió una fuerte oposición desde dentro del país. Gran parte de la sociedad, acostumbrada a un sistema completamente diferente y a su vez familiarizados con las protestas pacíficas y cívicas, se opusieron fuertemente al régimen del dictador, protestando en las calles y centros públicos de todo el país, pero principalmente en los centros urbanos. Debemos tener en cuenta que al interior de Burma, las principales divisiones geopolíticas y administraciones son en gran medida rurales. Por lo cual para la década del '60 y '70 debían ser aun mayores. Sin embargo en Rangún, donde el foco de protesta tuvo centralidad y fuerza primordial, las manifestaciones fueron una constante por parte de estudiantes universitarios y de monjes budistas.

Por supuesto que si tenemos en cuenta la situación del país para la época vamos a comprender que estas manifestaciones pacíficas fueron reprimidas con brutalidad. El uso de la fuerza desconmensurada y las desapariciones de civiles no hicieron otra cosa que demostrar la brutalidad del régimen.

Al interior del país la situación era más fácil de controlar para el régimen militar, ya que la población no tenía la formación académica ni mucho menos la visión cívica que poseían los birmanos de las grandes ciudades, que por otro lado habían estado en contacto con europeos y muchos habían estudiado en universidades del Viejo Continente. También me parece interesante mencionar que el control de la población en las zonas rurales fue más efectivo debido a que la economía centralizada en cuanto al cultivo de la tierra en estas zonas suponía un mayor control y una fuerte jerarquización por parte de los militares en el poder.

En el año 1974 se llevaron a cabo nuevas elecciones que por supuesto terminó ganando el PBPS. Lo importante de este momento es mencionar que se dictó una nueva Constitución. La Asamblea General eligió como Presidente de Birmania a Ne Win. No es necesario mencionar lo arregladas que estuvieron estas elecciones para que Ne Win continúe con su régimen del terror.

En lo que respecta a la economía, la planificación y ejecución de una economía centralizada contrajo graves consecuencias para el país. En parte esto se debió al cambio brusco de régimen. Un país que durante varias décadas estuvo controlado por los británicos, con empresas de capital extranjero, construcción de ferrocarriles y una economía liberal, pasó de un momento al otro a estar bajo control del Estado. Un Estado que claramente demostró sus fallas ya que no poseía la tecnología ni el capital necesario para modernizar o mejorar el sistema ferroviario del país, por ejemplo. La economía centralizada, por otro lado, significó un fuerte sometimiento sobre la gran cantidad de campesinos del país. Muchos de los cuales no podían oponerse a los militares ya que de hacerlo acabarían muertos. Esta nueva economía también significó que las exportaciones sean nulas. El país prácticamente dejó de exportar materias primas al exterior. La madera y el arroz fueron dejados para consumo interno que en realidad escaseaba para la población local debido a la ineficiencia del gobierno central. Si bien Birmania estableció nexos con China y la Unión Soviética, las importaciones no fueron significativas ni ayudaron a mejorar la situación del país. Sin embargo los militares birmanos llevaron a cabo la compra de una amplia variedad de armas y tanques soviéticos al mismo tiempo que realizaron ejercicios de entrenamiento militar bajo supervisión china.

Si bien Ne Win dejó la presidencia en 1980, el nuevo jefe de Estado, San Yu (otro militar) fue un títere de Win. Este último continuó controlando el país a su voluntad y en contra de la voluntad del pueblo.

La lucha contra el régimen del terror, el largo camino hacia la democracia
Si bien el régimen militar con inclinación socialista de Ne Win recibió una fuerte oposición durante las décadas del '60 y '70, a finales de los años '80, con la caída del Muro de Berlín, la posterior caída de la URSS, el laureado "triunfo del capitalismo", el giro por parte de varios estados socialistas y comunistas hacia el capitalismo y la falta de apoyo que comenzó a recibir el régimen, principalmente por parte de la caída URSS y de China, significó un serio cuestionamiento para este gobierno. Con la oleada democratizadora y la reentrada de varias organizaciones internacionales al país, al mismo tiempo que los ideales de libertad e igualdad de derechos comenzaron a fluir por Birmania, la gente se concientizó que este era el momento para derrocar al régimen del terror.

En el año 1988 Ne Win dimitiría del Partido Birmano de Programa Socialista dejando así un serio cuestionamiento puertas adentro del país. Aquella persona que había logrado manipular al país durante los últimos 26 años ahora comenzaba a hacerse a un lado.

Sein Lwin pasó a ocupar la cúpula del partido, apoyado en gran medida por los militares birmanos, al mismo tiempo que se haría cargo de la Jefatura de Estado. De todas formas las protestas en su contra se intensificaron al punto que debió abandonar su cargo 15 días más tarde de haberlo asumido.

Contando con todas las características de la época a nivel mundial también hubo un factor sumamente importante a tener en cuenta. Los 26 años de economía centralizada llevaron a una fuerte crisis económica, similar a la atravesada por Corea del Norte, sin tener en cuenta los factores ambientales. De todas formas la escasez de alimentos y la amplia reducción del PBI Nacional durante las pasadas tres décadas, sirvieron de justificativo para intensificar el cambio de régimen. Cuando hablo que estas medidas justificaron, a lo mejor sería más apropiado señalar que es algo natural que la gente demuestre su descontento cuando estos problemas económicos azotan un país.

Es cierto que por una cuestión de extensión del trabajo y por las características del mismo no es posible desarrollar año por año el desarrollo de este interesante período para la historia de Birmania, de todas formas voy a desarrollar a continuación las características económicas del momento histórico y por otro lado los movimientos ideológicos y las corrientes políticas de cambio.

El pedido por parte de los principales líderes políticos de la oposición, que poseían el apoyo de los jóvenes universitarios, de abrir la economía al mundo y de entrar en el mercado internacional demostró los graves problemas financieros que poseía el estado de Birmania. La Deuda Nacional era la más alta del Sudeste Asiático y superaba los 3 billones de dólares. Claramente esto se debió a la ineficiencia de la economía planificada llevada a cabo por el gobierno militar de Ne Win, que debió vivir de los préstamos provenientes del extranjero.

Si bien el régimen militar de inclinación socialista siempre le agregó al mismo un poco de la cultura tradicional birmana sumado a la superstición, esto llevó a que ciertas medidas llevadas a cabo por el gobierno complicaran la situación aún más.

Debido a ciertos cambios en la moneda nacional, debido a cuestiones de superstición, que supuestamente iban a mejorar la situación económica del país, y debido al aumento generalizado de trabas a la apertura económica, en 1987 se llevaron a cabo fuertes protestas en Rangún y Mandalay. Fueron llevadas a cabo por estudiantes universitarios, académicos, trabajadores y monjes. Varios lograron irrumpir en edificios del gobierno mientras que las calles cayeron bajo control de los manifestantes.

El gobierno claramente evidenció que la situación social y política, sumada a la económica era difícil de sostener. Se decretó el cierre de todas las universidades y centros de investigación del país. El gobierno intentó tapar la convulsión local a la comunidad internacional. Lo cierto es que luego de varios informes de las Naciones Unidas y de organismos regionales, que demostraban la situación de Birmania con respecto a otros países de la región, las manifestaciones aumentaron. Los grupos clandestinos de protesta se acrecentaron e incluso llegaron a realizar ataques a edificios del gobierno y la policía.

El gobierno sabía que estos grupos clandestinos estaban manejados en su mayoría por universitarios, por lo cual la represión hacia los estudiantes en las universidades aumentó una vez levantada la suspensión de actividades académicas en toda la Nación.

Como ya mencionamos anteriormente, la renuncia de Ne Win fue llevada a cabo, mientras tanto la situación en las calles era catastrófica. Varios manifestantes fueron asesinados mientras que la policía y el ejército realizaron ataques sin medida a la población.

Sein Lwin, el ya mencionado sucesor de Ne Win, fue uno de los principales artífices de la brutal represión sobre los manifestantes durante 1988. Este fue el motivo por el cual su mandato no se prolongó más allá de las dos semanas. Varios de estos grupos de manifestantes, los grupos clandestinos, sectores de la sociedad que se oponían al régimen y a la continuación de un gobierno militar, partidos políticos pro democracia y determinados activistas de derechos humanos conformaron durante las dos primeras semanas de Agosto de 1988 una masiva movilización en protesta del régimen militar solicitando una apertura política y nuevas medidas políticas y económicas.

El Movimiento 8888 o Levantamiento 8888 fue llevado a cabo por gran parte de estos sectores de la sociedad que reclamaban apertura. Estas marchas y protestas en contra del gobierno militar comenzaron el 8 de Agosto (8) de 1988, en Rangún. De ahí la denominación 8 del 8 del 88, que resultó en Movimiento 8888. Rápidamente se expandió por todo el país y a su vez cabe resaltar la amplia aceptación y el gran apoyo que obtuvo por parte de la totalidad de la población.

La fotografía retrata la importancia
que alcanzó el Movimiento 8888.
Millones de ciudadanos se
manifestaron a lo largo de todo el
país exigiendo cambios políticos
y apertura económica.
Como movimiento ideológico tuvo una amplia y rápida difusión en todo el país. De todas formas es evidenciable, como hemos demostrado a lo largo de este trabajo, que tuvo antecedentes importantes durante los 26 años de Ne Win en el poder. El Movimiento 8888 fue la gran culminación por parte de toda la sociedad en unificarse para realizar un pedido de cambio a nivel local e internacional. Su alcance y sus posteriores consecuencias positivas, como veremos más adelante, fueron decisivas para el futuro de Birmania.

Hay que comprender que gracias al accionar del gran número de estudiantes, se desarrolló una fuerte propaganda a lo largo de todo el país, desde Rangún hasta los rincones rurales más alejados del país se planificaron las protestas del 8888. Esto benefició aún más la movilización al mismo tiempo que dejó en jaque al gobierno sin otra salida que la represión o la apertura.

La gran movilización en Rangún permitió que el resto de las ciudades del interior profundizaran su lucha. Algo verdaderamente atrapante es que dentro del gran abanico de manifestantes, se encontraba personal del gobierno, antiguos funcionarios de Ne Win, miembros de la Marina y del resto de las Fuerzas Armadas birmanas. El movimiento de cambio fue legítimamente una causa nacional por la cual prácticamente todos los birmanos lucharon.

Los monjes budistas jugaron un papel
fundamental en las manifestaciones
por el cambio democrático en Birmania.
Durante el Movimiento 8888 actuaron
en conjunto con los estudiantes
universitarios para propagar las
manifestaciones a todo el país.
En un primer momento, ante el asombro de las manifestaciones, el gobierno prometió llevar a cabo las medidas que solicitaba la población, siempre y cuando fueran aceptadas. Luego de los primeros días de rápida movilización y gran impacto, el gobierno, en cierta forma comandado en las sombras por Ne Win, atacó a los manifestantes. Las armas fueron disparadas contra la voz del pueblo en un intento por acallar la vox populi. Los manifestantes también contraatacaron con los objetos a mano, sin embargo es entendible la reacción luego de tanta violencia ideológica y bélica por parte de Ne Win y sus títeres.

Durante la segunda semana de protestas, tomando la renuncia de Sein Lwin, el biógrafo y único miembro no militar del PBPS, Maung Maung tomó las riendas del país. Decidió frenar la represión e intentar llegar a un acuerdo con los manifestantes.

La Ley Marcial enunciada por su antecesor fue levantada y al parecer los manifestantes creyeron en las palabras de Maung Maung, de todas formas un gran sector no se olvidó que este era un títere manipulado por Ne Win, quien continuaba manejando los hilos por detrás intentado convencer a gran parte de la población que con Maung, un no militar al poder, las cosas cambiarían.

El papel fundamental de Aung San Suu Kyi.
Aung San Suu Kyi nació en Rangún en el año 1945. Su padre, el ya mencionado en gran medida, Aung San fue el principal exponente de la Independencia Birmana, conocido como "El Padre de Birmania". La madre de Aung fue embajadora de Birmania ante la India y Nepal.

Desde temprana edad tuvo la posibilidad de convivir en un ámbito político debido a la influencia familiar, al mismo tiempo que tuvo la posibilidad de capacitarse en el exterior, estudiando en Londres y trabajando en Nueva York durante varios años en las Naciones Unidas.

Para 1988, momento en el cual regresó a Birmania, comenzó a tomar una fuerte influencia en las protestas contra el régimen autoritario existente. El pueblo birmano comúnmente señala que Aung fue enviada por Buda para liberar al pueblo birmano.

En pocas semanas logró agrupar a una importante masa de la población en Rangún que reclamaba por la apertura democrática. Es conocido su discurso en la Pagoda Shwedagon, símbolo histórico de Myanmar, frente a más de 500.000 ciudadanos durante las primeras semanas de Agosto del año 1988. Denominado como "los 500.000 de Suu Kyi".

Aung San Suu Kyi, hija del
General Aung San, fue a partir
de 1988 la principal exponente
de la lucha por la democracia en
Birmania. Su constante entrega
por la causa birmana le valió
el Premio Nobel de la Paz
en el año 1991.
Su rol fue fundamental ya que además de luchar puertas adentro por un cambio y una manifestación pacífica por parte del pueblo de Birmania para hacer cumplir su voluntad, fue la principal promotora del movimiento en el extranjero, lo cual le dio el aval y respaldo de gran parte de la comunidad internacional, al mismo tiempo que importantes organismos internacionales como por ejemplo las Naciones Unidas apoyaron a Suu Kyi.

Su pedido a sus conciudadanos consistía en no hacer uso de la violencia y no recurrir a las armas para alcanzar el objetivo de la liberación. Ella creía que el cambio podía llegar si el pueblo hacía manifestar su opinión de forma pacífica. Gracias a sus ideales así como también a su apellido, Aung logró llevar a cabo un movimiento de liberación pacífico en Birmania.

La constante lucha de Aung San Suu Kyi por los derechos humanos y la manifestación pacífica en su país, siendo una de las principales ideólogas del pueblo birmano así como también una de las personalidades más reconocidas de Asia, fueron premisas más que necesarias para ser merecedora del Premio Nobel de la Paz en el año 1991, así como le fueron concedidos otros premios en todo el mundo por las mismas causas.

Fue sentenciada por el gobierno birmano a permanecer bajo arresto domiciliario, lo cual se extendió durante alrededor de 19 años, en períodos interrumpidos, llegando a contabilizar un promedio de 10 detenciones y arrestos. A pesar de estas medidas tomadas por el gobierno, en 2010 fue puesta en libertad nuevamente.

Las acciones del gobierno no dejan de demostrar los métodos que utilizan para callar las voces birmanas que piden un cambio ante el mundo y ante el gobierno mismo.

Actualmente reside en Rangún, desde donde continua con el Movimiento para la Liberación Birmana.

La incompetencia militar en Myanmar y su repudio hacia la democracia.
Luego del fuerte dolor de cabeza que significó el mes de Agosto para el gobierno birmano, la situación parecía no cambiar de rumbo. Durante el mes de Septiembre se había anunciado que las elecciones generales con la participación general de cualquier partido político tendría lugar. De todas formas unos días más tarde el General Saw Maung encabezó el Consejo de Estado para la Restauración de la Ley y el Orden para llevar a cabo un golpe de Estado. Lo cierto es que este golpe de Estado por parte de Saw Maung fue ampliamente repudiado por los universitarios y al mismo tiempo por la Liga Nacional para la Democracia, liderada por la ya mencionada Aung San Suu Kyi. Las presiones ejercidas por la líder de la LND y los núcleos de la sociedad que la apoyaban permitió que el gobierno suprimiera el unipartidismo y comenzara a reestructurar el sistema electoral en vías hacia el multipartidismo.

El despliegue de tropas en las calles
es una método habitual por parte
del gobierno para reprimir a los
manifestantes pacíficos.
Al parecer se había llegado a un acuerdo cuando desde el gobierno se prometió llevar a cabo elecciones en un lapso menor a 6 meses. La situación en las calles mejoró, la violencia disminuyó y tanto la policía como el ejército cesaron los ataques sobre los manifestantes y los civiles. De todas formas al ver que el gobierno no cumplía con lo prometido la gente comenzó a protestar nuevamente, lo cual repercutió en nuevos ataques por parte de las tropas comandadas por el gobierno sobre la población. Por otro lado varios partidistas de la causa birmana hicieron llegar su pedido a las Naciones Unidas y a los Estados Unidos, esperando apoyo político y militar. De todas formas la situación no resultaría como esperaba el pueblo birmano, en lo que respecta a la ayuda internacional.

Entre las medidas ya enunciadas que fueron llevadas a cabo por Saw Maung, es necesario agregar que abolió la constitución de 1974 y desplegó un número mayor de tropas en las diferentes provincias del país. Generalmente, el breve período que Saw Maung ocupó en el poder fue descrito como más cruel y violento que los 26 años de Ne Win, de todas formas puede ser que esto haya sido tenido en cuenta debido a la dilatación del proceso de apertura política en Birmania. Una Birmania que ya para el año 1989 cambió su nombre por el de Unión de Myanmar. Cabe mencionar que este cambio de nombre fue llevado a cabo por el Consejo de Estado para la Restauración de la Ley y Orden.

Hasta el momento se creyó que el número de víctimas civiles alcanzaba los 15.000, número que fue deslegitimado por el gobierno de Saw Maung que decidió citar cifras que no superaban las 200 bajas.

Las manifestaciones pacíficas impulsadas
por los monjes budistas son una postal
histórica de la situación birmana. Desde
los tiempos de las colonias hasta la
actualidad han actuado como uno de
los grupos de poder más importantes
en oposición a los gobiernos militares.
Un año más tarde, en 1990, el gobierno decidió celebrar las primeras elecciones libres en 30 años. Esta medida no sería nada favorecedora para el gobierno ya que la Liga Nacional para la Democracia ganó las elecciones con más del 55% de los votos y con un 80% de los escaños para el Parlamento. Claramente Aung San Suu Kyi era la nueva presidente electa de la Unión de Myanmar. Sin embargo el gobierno decidió desacreditar las elecciones y puso en prisión domiciliaria a Aung San Suu Kyi. Esto significó el golpe más duro para el pueblo de Birmania, al mismo tiempo que para la comunidad internacional significó visualizar que los esfuerzos para respaldar a Aung San Suu Kyi ahora eran inservibles.

El accionar del gobierno dificultó que el pueblo lograra su mayor anhelo, sin embargo las manifestaciones en contra del gobierno y sus decisiones de anular las elecciones así como de privarle la libertad a la principal líder de la LND fueron repudiadas. Esto le permitió al gobierno continuar con sus políticas nacionales. Ya para 1992, Saw Maung fue sustituido en el poder por Than Shwe, quien a pesar de adoptar medidas más leves tales como la supresión del toque de queda, la reapertura de las universidades y un mejor trato para Aung San Suu Kyi, así como también su posterior puesta el libertad, mantuvo una política de represión para con la oposición, fuertes luchas con las guerrillas y grupos armados en el interior del país y una política dura con las organizaciones internacionales que intentaron ayudar a la población de Myanmar.

A pesar de los intentos por parte de Than Shwe y del CERLO (Consejo de Estado para la Restauración de la Ley y el Orden) por dictar una nueva Constitución, esto no fue posible.

A pesar de las duras políticas por parte del CERLO en 1995 el gobierno comenzó a adoptar nuevas medidas tales como la liberación de Aung San Suu Kyi, la firma de acuerdos pacíficos con importantes grupos guerrilleros, un alto al fuego con la Guerrilla Karen (principal grupo armado opositor al gobierno) y una suavización del aislamiento impulsado por el gobierno para con la comunidad internacional y las organizaciones humanitarias.

Los militares ocupan la cúpula del poder
birmano desde el año 1962 hasta la
actualidad de forma ininterrumpida.
A pesar de estos avances positivos, en 1996 el gobierno cambió nuevamente su política.

La concientización para el cambio que estaba realizando Aung San Suu Kyi en la población y el apoyo que recibió por parte de universitarios y partidos políticos sumado a la ruptura del alto al fuego con los Karen, llevó a que desde el gobierno las cosas viraran nuevamente hacia el lado incorrecto.

Para el año 1997 el CERLO cambió básicamente de nombre por el Consejo Estatal de Paz y Desarrollo (CEPD) en un intento por buscar mejorar su visión por parte de la población.

Este engaño continuó siendo encabezado por Than Shwe, quien detuvo nuevamente a Aung San Suu Kyi y a los principales líderes de la LND. Para este mismo año Myanmar ingresó en la ASEAN (de su sílabas en inglés Asociación de Naciones del Sudeste Asiático) sin embargo como había sido previsto por parte de diversos analistas internacionales la gran diferencia en cuanto a la economía y el desarrollo entre Myanmar y el resto de los miembros de una de las principales asociaciones de naciones del mundo era claramente visible. Myanmar no podía compararse con los Tigres Asiáticos que habían logrado durante inicios de los '90s y durante la década de los 2000's un gran crecimiento de la industria nacional, un importante aumento de las importaciones, reducción de barreras arancelarias con las principales potencias del mundo, una gran diversidad de relaciones comerciales con las distintas regiones del mundo, un incremento considerable de su Producto Bruto Interno, grandes obras y reformas edilicias, innovaciones en cuanto al turismo y lograron mejorar la situación política interna al mismo tiempo que firmaron importantes acuerdos en materia de derechos humanos y derechos laborales.

Gobierno actual y medidas adoptadas.

Naypyidaw, la actual capital de la Nación,
fue construída el 2006. Se encuentra
ubicada en una zona estratégica, lejos de
las manifestaciones, lejos de cualquier ataque
extranjero y lejos de los opositores al gobierno.
En lugar de intentar acercarse a países de la región como Malasia, Vietnam, Tailandia o Singapur en materia económica, para mejorar su situación, Myanmar se volcó hacia el lado del comunismo. Buscó mantener relaciones de cooperación militar con Corea del Norte y Laos, al mismo tiempo que la compra de armas con China se intensificó. No se adoptaron medidas para reformar la economía o para realizar un lento ingreso al mundo capitalista, si no que el gobierno está intentando volcar la economía, como ya se realizó antiguamente en Birmania, hacia una centralización planificada. Esto da por resultado que gran parte de la población rural de Myanmar realice trabajos forzosos por parte de un gobierno que busca llevar a cabo la economía planificada con el fin de abastecer a todos los birmanos. Al mismo tiempo que realizaron cambios en materia de jurisdicciones, cambiaron en el año 2006 la capital del país.

Una ciudad perfectamente planificada.
Naypyidaw avanza día a día gracias a
las constructoras extranjeras
financiadas por la Junta Militar.
La histórica Rangún dejó de ser la Capital de la Nación y en su lugar fue reemplazada por Naypyidaw, una ciudad que se encuentra en el corazón de Myanmar y que carece de la importancia comercial y portuaria de Rangún. Hay dos hipótesis con respecto a esta medida. En primer lugar se culpó al gobierno de descentralizar el poder político del país para frenar las amplias manifestaciones en donde se encontraba antiguamente el poder político birmano. Con esto buscaron llevar la capital a un lugar alejado de los universitarios, de las sedes centrales de los principales partidos políticos de la oposición y donde la actividad de los monjes y la comunidad internacional posee mayor peso. Por otro lado, Naypyidaw es una ciudad desconocida, ocultada por parte del gobierno. Muy difícilmente se conceden permisos a los extranjeros ya sean turistas o miembros de la prensa internacional para ingresar a la ciudad, y en caso de hacerlo, las restricciones con respecto a filmar y pasear por la ciudad son ampliamente sancionables.

Actualmente en Naypyidaw se está llevando a cabo una gran urbanización con el objetivo de transportar a sectores de la población rural a construcciones nuevas y supuestamente modernas, para mejorar su situación.

La otra hipótesis señala que desde el gobierno se trasladó la capital al interior del país ya que al estar esta cubierta por la densa jungla y alejada de la costa sur del país, en caso de un ataque o conflicto con países extranjeros, a estos mismos se les dificultaría la entrada y la toma de la capital.

Hoy día se habla de un plan nuclear por parte de Myanmar. El acercamiento con el régimen norcoreano está tildado de ser en haras de lograr obtener energía nuclear para el país, la cual puede ser utilizada tanto con fines pacíficos como bélicos.

La moderna capital nos recuerda a
Pyongyang, capital de Corea del Norte,
donde las grandes construcciones y las
enormes rutas se encuentran desoladas.
Gran cantidad de los ministerios y los cuarteles de defensa del país fueron movilizados desde Rangún hasta Naypyidaw. Esta última fue planificada por el gobierno que contrató a más de 25 compañías constructoras de todo el mundo para erigir rápidamente la mega ciudad.

Esta ciudad en la actualidad alberga a 1.000.000 de personas, siendo la tercera ciudad más poblada del país, detrás de Rangún y Mandalay. Es el principal centro de poder político del país, no así el comercial, que sigue estando bajo domino de Rangún. En la ciudad es común encontrar construcciones monumentales que recuerdan a la época en la cual la antigua Unión Soviética todavía existía. En el centro de la ciudad fueron erigidas 3 estatuas de grandes proporciones que representan a tres reyes históricos de Myanmar, en cierta forma los tres más importantes para el actual gobierno.

Los edificios en Naypyidaw están coloreados
para ubicar fácilmente los distintos sectores de
la ciudad. Esto le permite a los militares controlar
la situación en la capital en caso que
algún movimiento insurgente aparezca.
La nueva capital está próxima a los territorios de ciertas tribus opositoras al gobierno, entre las cuales destacan los Karen. Se creyó que transportando la capital a lugares próximos a estas tribus la situación conflictiva con las mismas podría ser controlada. Naypyidaw fue creada y erigida de acuerdo a conceptos astrológicos y zodiacales, las cuales son costumbres muy arraigadas entre los birmanos. La ciudad está específicamente dividida en diferentes regiones. Posee una zona hotelera para los turistas y corresponsales del extranjero que claramente imposibilita que estos tengan acceso a ver la realidad del país o las otras regiones de la capital. Por otro lado posee una región militar que fue diseñada de forma precisa con un sistema de túneles y refugios en caso que Myanmar sea atacada. La zona de los Ministerios está separada de las localidades mencionadas anteriormente.

Por un lado posee una división de ministerios identificados con colores, y por otro lado posee protección subterránea en caso que los principales edificios del gobierno sean atacados.

Las zonas residenciales están divididas en dos. Por un lado las residencias de los jefes y principales mandatarios políticos y militares del país. Estos poseen importantes mansiones a las cuales difícilmente la población pueda tener acceso. Por el otro lado, el resto de la población vive en las edificaciones prefabricadas que carecen de varios servicios básicos para la vida.

Los hogares y barrios están divididos de acuerdo al trabajo y oficio que ocupa la familia, al mismo tiempo que los beneficios que los ciudadanos obtienen varían de acuerdo al posicionamiento social de cada uno.

Esta ciudad moderna presenta un aeropuerto equipado con la última tecnología, una pagoda que es similar a la de Shwedagon e incluso una zona liberada para las representaciones internacionales en la capital.

Los militares se tomaron la molestia de
erigir en Naypyidaw una pagoda similar
a la de Shwedagon. Las calles despobladas
y los templos vacíos demuestran la
incompetencia de la Junta Militar
a la hora de invertir en su propio país.
Todo está oculto al público en general en Naypyidaw. Difícilmente y más teniendo en cuenta la costosa construcción y planificación de esta ciudad, al gobierno se le filtre algún tipo de información o se logren develar secretos militares, teniendo en cuenta que las líneas telefónicas están controladas por el servicio público que corresponde al gobierno.

La Junta Militar en el poder lleva a cabo violaciones a los derechos humanos que fueron señaladas por las organizaciones internacionales en el país al mismo tiempo que por las representaciones diplomáticas de otros países. Actualmente algunos líderes militares son acusados por Amnistia y la Organización Internacional del Trabajo por delitos referidos a sobrecarga laboral, explotación laboral, explotación infantil, trabajo forzoso y tortura.

Si bien hay una aceptación para con los partidos políticos de la oposición, hay diversos ministerios que se ocupan de las diversas tareas del país; las elecciones en todos los niveles electorales son fraudulentas y la gran mayoría de ministros y mandatarios públicos son militares.

Las relaciones con Estados Unidos y la Unión Europea son bastante complicadas ya que debido a las violaciones a los derechos humanos, Myanmar posee un embargo por parte de estos países en materia comercial y bélica. De todas formas esto no quita que países de Asia tales como China y la India estén realizando cooperación con Myanmar y que diversas empresas asiáticas continúen con sus negocios en el país.

Los grupos guerrilleros son el principal
opositor al gobierno que hace uso de la fuerza.
Generalmente se encuentran en la jungla
desde donde atacan a sus enemigos. En la
imagen se puede apreciar a integrantes del
Grupo Karen, el más importante del país.
Como ya hemos mencionado el plan nuclear de Myanmar es cada vez más factible, más aun si comprendemos que este país cuenta con el apoyo de Rusia, China e India en esta cuestión. Si bien Myanmar es uno de los principales productores de arroz y a su vez uno de los principales exportadores de este bien en el mundo, al mismo tiempo que es un país sumamente rico en lo que es el comercio de madera, la pesca y los metales preciosos tales como los rubíes, el país es uno de los más pobres del mundo. Esto claramente se debe a la floja administración del actual gobierno que en lugar de desarrollar planes para mejorar las condiciones de trabajo y educación en el país, busca dirigir su gasto anual hacia el armamento bélico y la capacitación militar, para continuar sosteniendo al hoy en día 12º ejército más grande del mundo.

La infraestructura del país todavía es precaria. A pesar de las rutas comerciales y vías ferroviarias diseñadas por los británicos, la poca inversión durante los años de Ne Win, el desviamiento del foco de atención durante los '90s y la poca administración del actual gobierno llevaron a que un país que podría haber tenido una gran red de conexiones entre las diversas regiones hoy en día las comunicaciones internas y el transporte de los bienes para comerciar son desastrosas.

Siendo un país tan rico en materias primas, Myanmar también se encuentra dentro de los 3 países que producen la mayor cantidad de Opio en el mundo. Justamente, se encuentra en la zona denominada cono Triángulo Dorado, entre Myanmar, Laos y Tailandia, donde el 70% de la producción mundial de Opio tiene lugar. Esto genera que el mercado negro de esta droga tenga repercusiones negativas en el país. Las redes de tráfico de drogas que se dirigen a China, India, Europa y Estados Unidos tienen una gran influencia en Myanmar.

El cultivo de las amapolas en este país es sin lugar a duda el más alto del mundo. Desde las montañas del Norte hasta las fronteras con Laos y Tailandia en el Este y Sudeste, el cultivo de estas plantas tiene una fuerte influencia.

Actualmente Myanmar lleva a cabo una
importante carrera armamentística.
Sus Fuerzas Armadas se encuentran en el
12º puesto de los ejércitos más poderosos del mundo.
En un país donde el 89% de la población practica el budismo, el fervor religioso es común. Myanmar posee templos y pagodas a lo largo de todo su territorio, brindándole a cualquier fanático del Sudeste Asiático la posibilidad de conocer un país sumamente interesante tanto por sus templos como por su cultura e historia. De todas formas el actual gobierno no incentiva a un gran flujo de turistas para visitar el país, lo cual se contrapone con las políticas turísticas del resto de los países de la región.

A pesar de leves medidas por mejorar el turismo en el país, el proyecto militar largoplacista, el proyecto nuclear, las violaciones a los derechos humanos y la represión por parte de un gobierno militar hace que la hermosa Rangún o la imponente Mandalay pierdan millones de turistas anuales frente a otros destinos del Sudeste Asiático.

En parte todas estas cuestiones que menciono no se dejaron de lado durante los últimos años, es interesante mencionar lo sucedido en el año 2007, que significó un duro golpe para el gobierno y tuvo amplias repercusiones en la prensa internacional, que esta vez pudo observar los hechos de forma directa y transmitirle al mundo la situación birmana.

La imagen demuestra la forma en la cual
fueron reprimidas las manifestaciones de 2007.
Por un lado se atacó a los ciudadanos birmanos
como también a los periodistas extranjeros. A
su vez podemos observar como el gobierno
utiliza tanto a la policía como al ejército
para callar las voces que piden un cambio.
La junta militar estuvo llevando a cabo varias medidas que golpeaban diariamente a la sociedad birmana. Durante los primeros días de Agosto, el gobierno levantó los subsidios al combustible, subsidios en cuanto a los pasajes y boletos del transporte público, lo cual afectó en gran medida a la población birmana que venía de varios años de aguantar las medidas restrictivas del gobierno. En un país con alrededor de 60 millones de habitantes, las medidas mencionadas anteriormente fueron devastadoras. A su vez impulsaron a que gran parte de la población, principalmente en Rangún, se levantara en manifestaciones contra el gobierno. Se podría decir que las medidas del gobierno en el mes de Agosto fueron causas del levantamiento, sin embargo considero más apropiado denominarlas como disparadores de la situación de fondo, que es la represión y el control rígido del Estado sobre la sociedad, la educación y los partidos políticos de la oposición.

Las manifestaciones en las ciudades dieron como resultado una fuerte represión militar por parte del gobierno que mediante el uso de la fuerza maltrató a los millones de manifestantes pacíficos. Estos acontecimientos fueron en gran medida filmados y reportados por varios corresponsales y periodistas internacionales. Para aquellos interesados en ver la brutalidad con la cual el gobierno reprimió al pueblo, incluso acabando con vidas humanas, les sugiero que busquen los acontecimientos y manifestaciones de 2007 en Myanmar en el Canal Youtube, para tener una mirada directa al conflicto.

Los monjes budistas tuvieron un rol principal en estas manifestaciones, al igual que lo han hecho en los cientos de manifestaciones a lo largo de la segunda mitad del siglo XX. Son uno de los grupos sociales y el grupo religioso más influyente del país, que juega un rol determinante en la lucha por la apertura democrática y por mejorar las condiciones del país.

En la imagen se puede observar a Than
Shwe quien actualmente precede la
Junta Militar que gobierna Myanmar.
En la pasada década tormentas, tempestades, conflictos armados entre grupos guerrilleros y el gobierno y constantes manifestaciones han tenido lugar en Myanmar, país que cambió de nombre en 2010, por el de la República de la Unión de Myanmar. Para este mismo año se celebraron elecciones. A pesar de la gran expectativa por parte de la población, otra vez hubo fraude electoral y manejo de votos por parte de la junta militar.

Las elecciones dieron como resultado la amplia victoria por parte del partido oficialista por un porcentaje mayor al del 75%. Esto claramente fue centro de críticas por parte de los partidos de la oposición y al mismo tiempo por parte de diversos países de la comunidad internacional.

El gobierno decidió, como una medida para calmar a la población y lograr evitar futuras disputas con el pueblo, liberar a Suu Kyi. Actualmente reside en su casa de Rangún y a pesar del pedido por parte de organizaciones internacionales de trasladarse al exterior por su propia seguridad, ha decidido permanecer en su país para continuar luchando por su gente.

La densa jungla birmana supondría un
fuerte dolor de cabeza para cualquier
ejército que desee invadir Myanmar.
Por otro lado las condiciones climáticas

y la vegetación han demostrado ser el
principal enemigo de las tropas
extranjeras que desempeñaron
campañas militares en el Sudeste Asiático.
Comúnmente al hablar de la situación en Myanmar la gente me consulta sobre la posibilidad de una intervención internacional por parte de ciertas potencias extranjeras o de las Naciones Unidas, lo cual avalaría atacar las violaciones a los Derechos Humanos y las fallas que el régimen birmano presenta.

La situación es bastante compleja para pensar en esas situaciones. En primer lugar para todos aquellos que hemos estudiado las medidas y los métodos utilizados y seguidos por las Naciones Unidas comprendemos que las diversas misiones, ya sean de Peace Keeping, Peace Enforcement o Peace Building necesitan de un intenso análisis de campo y de un estudio particular del estado en cuestión. Por el otro lado, una intervención internacional tiene varias contras. En primer lugar llevar a cabo operaciones en las densas junglas del Sudeste Asiático siempre ha complicado a norteamericanos, franceses, británicos, australianos o canadienses, al mismo tiempo que la nueva capital de Naypyidaw presenta una difícil temática si deseamos avalar una operación de intervención internacional.

Intervenir militarmente en un pequeño país es una cosa, pero teniendo en cuenta la ubicación geográfica de Myanmar y las problemáticas para acceder al territorio comprenderemos que no es tan fácil desplegar un operativo militar, mucho menos en un país con 60 millones de habitantes, un país que presenta más de 20 grupos guerrilleros, que presenta uno de los 15 ejércitos más importantes del mundo, con todo esto la situación podría ser demasiado catastrófica como para arriesgarse. A pesar de estas palabras, más adelante podrán ver como este escenario se plantea como una de las Tres Propuestas.

De todas formas hay algo más a tener en cuenta. ¿Quiénes protegen a Myanmar y quienes se oponen a una intervención militar? China, vecino regional de Myanmar y uno de los protectores del régimen actual defiende a Myanmar constantemente, principalmente a nivel mundial. En las Naciones Unidas no ha permitido ningún tipo de intervención militar y un país de tales proporciones e influencia no permitiría que alguna potencia extranjera ingrese al Sudeste Asiático tan fácilmente. Hablando del Sudeste Asiático hay otra cuestión.

La ASEAN se ha opuesto a cualquier intervención extranjera en Myanmar. La región está considerando mejorar su situación ante el mundo. Cree que las cuestiones de la región deben ser manejadas por los estados en cuestión, quedando fuera de todo tipo de decisiones las potencias extranjeras que ya han provocado bastante problemas en la región.

En lugar de proteger a su población, el
ejército birmano ha reprimido con
brutalidad a millones de ciudadanos que
han manifestado de forma pacífica
su voluntad de apertura democrática.
Con respecto a estas hipótesis que algunas personas mencionan sobre intervenir en este complejo territorio debemos tener presente que tanto la mayor organización regional, de la cual Myanmar forma parte, al igual que una de las potencias mundiales más influyentes en el Sudeste Asiático, como lo es China, se oponen a la intervención extranjera y en cierta medida protegen a Myanmar. Con esto no quiero dar a entender que hay una complicidad por parte de China para con estas cuestiones, sin embargo es un control de poder regional y una forma de continuar con la influencia en una de las regiones de mayor envergadura del mundo. Movilizar fichas en este tablero tan fructífero como lo puede ser por momentos el Sudeste Asiático puede tener duras consecuencias para el resto del mundo.

Opinión final del Autor y Tres Propuestas.
Habiéndome abocado al estudio sistemático del Sudeste Asiático desde una temprana edad me parece interesante desarrollar un punto de vista final para que el lector tenga presente, sin ningún tipo de inclinación política o ideológica, ciertas cuestiones que le podrían ser de gran utilidad para el futuro. A lo mejor a muchos les sirva mi comentario final acerca del interesante caso birmano, para otros puede ser un punto de vista más, lo que dejo en claro es que es uno de los países que más he estudiado desde hace ya varios años. Mi interés por el Sudeste Asiático me llevó a tener una visión particular de la región, a pesar de provenir del otro extremo del mundo. Sin más comentarios, a continuación presento mi punto de vista acerca de la situación actual de Myanmar y tres escenarios posibles en los cuales se podría desarrollar el complejo caso birmano en un futuro no menor a los 15 años. Con respecto a estos tres escenarios cabe mencionar que son muy divergentes entre sí, de todas formas son especulaciones basadas en la historia y en la situación actual de uno de los países más importantes de Asia.

En primer lugar creo necesario mencionar que una de las posibilidades para el futuro birmano es el cambio de régimen político, la victoria de la democracia por sobre las armas. Esta visión es más que nada un ideal, una especulación. Pero está basada en la historia y en los hechos. El pueblo birmano siempre se caracterizó por una lucha constante por obtener un gobierno democrático emanado de la voluntad popular. Los millones de opositores al gobierno a nivel interno como externo son actores demasiado importantes como para dejarlos fuera de un análisis a futuro. Desde los monjes budistas hasta los activistas que trabajan en Organizaciones No Gubernamentales en Myanmar, este núcleo de personas puede llevar al pueblo birmano hacia un cambio de régimen total y de grandes proporciones. Claro está que las protestas podrían ser planeadas con bastante cautela, tal como lo ha demostrado la historia, el foco de manifestación podría iniciarse en Rangún al mismo tiempo que en otras regiones del país el foco de protestas se suma al de la antigua capital. Esto podría tener una rápida propagación y al mismo tiempo podría ser de carácter definitorio, es decir que el pueblo birmano llame a una última encrucijada por la lucha política. Ahora bien, varios ya se habrán imaginado que las palabras son una herramienta clave para todo tipo de manifestación social, sin embargo los militares birmanos siempre se han caracterizado por hacer uso de la fuerza para reprimir a todo tipo de manifestantes y opositores al régimen. Esto podría provocar serias consecuencias, tales como la matanza de cientos de ciudadanos y manifestantes que tan solo buscaban hacer valer sus derechos. Al mismo tiempo una victoria, en este movimiento, por parte de la junta militar podría significar una postura más rígida por parte de estos hacia su población en el futuro, al mismo tiempo que traería serias consecuencias para la economía local, regional, para la política que defiende la ASEAN y para la situación actual y a futuro de la región.

¿Por qué no creer en el cambio paulatino hacia un gobierno democrático? ¿Por qué no menciono esta posibilidad dentro de las tres propuestas? Lo cierto es que si en 50 años el gobierno ha prometido realizar el cambio e intentar virar su postura hacia una democracia con características especiales, esto no se ha realizado y no parece tener proyecto alguno si tenemos en cuenta que creer en las palabras de la cúpula militar es creer en una mentira histórica. Si a pesar de todas las manifestaciones llevadas a cabo en las últimas 5 décadas, los diversos gobiernos militares jamás tomaron una iniciativa seria para permitir un escenario político justo donde los diversos partidos políticos puedan competir con igualdad de condiciones y oportunidades, las cosas difícilmente se lleven a cabo sin oposición alguna al régimen o mediante la larga espera para que desde el gobierno se desprenda esta posibilidad.

No creo que la población deba ejercer uso de la fuerza. No defiendo la postura que se basa en la posibilidad que el pueblo birmano tome las armas y pelee contra la junta militar. Sí comprendo los diversos movimientos guerrilleros que han surgido a lo largo de la historia, a pesar de esto no creo que el pueblo deba pelear una sangrienta batalla para derrocar al régimen actual. En primer lugar porque sería caer en el mismo juego que el gobierno, masacrarse entre hermanos en lugar de buscar una solución no bélica al respecto. En segundo lugar esto le daría la justificación al gobierno, principalmente a los ojos de la comunidad internacional, para reprimir con mayor dureza a la población birmana.

Sí creo que el pueblo birmano debe buscar fuertes aliados en el exterior. Desde gobiernos de jerarquía mundial como lo pueden ser los de diversas potencias actuales, principalmente del bando occidental, hasta el apoyo de importantes organismos internacionales, el pueblo birmano deberá necesitar de un aval internacional que le permita tener un respaldo efectivo no solo puertas adentro si no también puertas afuera.

Creo que la ASEAN en lugar de defender al actual régimen y protegerlo debería primar la voluntad del pueblo birmano, posición que ni la organización ni China han tenido en cuenta últimamente y a su vez difícilmente tengan en cuenta en los siguientes años.

La polarización de la sociedad birmana es un hecho factible en nuestros días, dentro de 20 años las tensiones podrían haber aumentado hasta puntos difíciles de controlar por ambos bandos o por la ASEAN, ONU, China o los Estados Unidos.

La iniciativa para un cambio de régimen en Myanmar no solo debe surgir del pueblo, que es el actor primordial para llevar a cabo las protestas de cambio, si no que también debe surgir de una concienciación por parte del resto del mundo. Tanto los estados como las organizaciones internacionales deberían apoyar la causa birmana y defenderla en los diversos foros internacionales, por lo menos para intentar alcanzar un futuro más viable para Myanmar.

Que no avale el uso de la fuerza interna no significa que descarte la posibilidad que en un futuro se haga uso de la misma desde el extranjero. De todas formas eso se tendrá en cuenta más adelante, ahora continuaré con la primer propuesta.

No es necesario pensar en una guerra civíl por el solo hecho de sostener que puede ocurrir una manifestación masiva de grandes proporciones que busque finalmente alcanzar un gobierno democrático en Myanmar. La polarización está y va a seguir estando latente, de todas formas considero que llegando el caso que se imponga la voluntad del pueblo para alcanzar un gobierno democrático, esto traería mayores beneficios para todas las partes y todos los sectores de la sociedad, que si continuara un régimen militar en el gobierno que adopta medidas extremas contra los partidos políticos, la oposición y la misma sociedad de Myanmar.

Esta propuesta cree en el cambio, lo apoya y lo ve como un camino viable a pesar de la cruda realidad en el año 2011. No es utopismo en su estado puro, es una estimación basada en los acontecimientos que han tenido lugar en el país desde hace medio siglo.

Es cierto que esta propuesta posee un anhelo de cambio y una visión positivista, de todas formas es uno de los posibles escenarios que pueden llegar a tener lugar en la Myanmar de 2026.

Si bien Myanmar posee una fuerte y única tradición en cuanto a movimientos de cambio y de manifestaciones para alcanzar un gobierno formado por partidos políticos que hayan tenido que luchar electoralmente por alcanzar el gobierno de forma democrática y limpia, también posee una fuerte tradición de gobiernos militares en el poder. Esto no lo podemos descartar, ni tampoco podemos pasarlo por alto. Así como en la primera propuesta enunciamos la posibilidad de un cambio de régimen militar hacia uno democrático mediante el accionar de los principales sectores opositores al actual gobierno, de la sociedad birmana como también de la comunidad internacional, en la segunda propuesta encontramos la posibilidad que en el futuro el régimen militar y su gobierno autoritario continúe en el poder y haya logrado aumentar su influencia y su control.

Si los militares han logrado mantenerse en el poder durante tantos años, tranquilamente lo podrían continuar haciendo. Esto significaría un uso de la fuerza mayor sobre la población birmana y una victoria ideológica por sobre la oposición. Esto claramente se alcanzaría mediante medidas ilegítimas tales como el fraude electoral, la persecución y desaparición o encarcelación de las figuras y líderes de la oposición, mediante un incremento en el gasto militar del país, lo cual podría situar a Myanmar para el año 2029 entre los 10 ejércitos más poderosos del mundo. Esto claramente sería acompañado de una proliferación nuclear y un uso de la energía nuclear a partir del año 2025.

Los militares podrían elevar su número de efectivos en el país. Las Fuerzas Armadas del país tendrían un crecimiento considerable en 20 años, lo cual disminuiría la posibilidad de una intervención internacional, o si llegara a tener lugar, las consecuencias y los riesgos serían catastróficos para el país. Por otro lado la carrera armamentística de Myanmar llevaría a un balance de poder en la región. Varios estados de la ASEAN verían la creciente carrera de Myanmar por ampliar su poder militar como una amenaza a su soberanía y a su supervivencia. Esto llevaría a que países en vías de desarrollo comiencen a centrar gran parte de su Producto Bruto Interno en la compra de armamento bélico de todo tipo. Esto, al mismo tiempo, sería un fuerte golpe para la región, que podría llegar a caer en carreras armamentísticas que desembocarían en conflictos armados de gran escala en el Sudeste Asiático. Con este análisis no quiero decir que Myanmar va a ser la causa de una futura guerra en Asia, pero creo que una carrera armamentística por parte de este país clave en la región podría conllevar a consecuencias mayores, como por ejemplo la mencionada en el párrafo anterior.

Myanmar es una barrera entre China y la India. Se encuentra cerca de dos grandes potencias emergentes y a su vez de países como Pakistán y Tailandia. Es aliada de Laos, China y Corea del Norte. Esto nos demostraría, que más llevando a cabo una carrera nuclear, podría poner en jaque a una de las regiones más complejas del mundo. Recordemos que el conflicto Indio-pakistaní es un foco de tensión sumamente complejo al mismo tiempo que China se perfila como una de las potencias militares para el año 2020. La posibilidad que desde Islamabad hasta Bangkok se encuentren amplios ejércitos, armas de gran escala en cuanto a daños y alianzas militares entre varios estados de jerarquía mundial (más dentro de dos décadas) nos permite ver que el panorama en esta parte del mundo puede llegar a ser poco favorable.

No se puede descartar que esta amenaza hacia países como Camboya, Laos o Tailandia, también sea vista como una amenaza para China o la India. Esto nos sugiere que cualquiera de las dos potencias podrían sentirse amenazadas por Myanmar, lo cual llevaría a tensiones bélicas entre las partes. La posibilidad de una guerra entre India y Myanmar es menor, de todas formas hay que tener cuidado al analizar la posibilidad que Myanmar logre ser una potencia militar a nivel mundial y se interponga con los intereses en la región de países con mayor potencial bélico, económico y político.

Una junta militar que desarrolla una campaña para ampliar su poderío no se quedará callada o mirará hacia otro lado ante la irrupción de un conflicto en sus alrededores. El intento por parte de la junta, de tomar cartas en el asunto nos demostraría que Myanmar podría llevar a las fuerzas armadas fuera de sus fronteras. Si lo entendemos de esta forma también debemos mencionar que el gobierno militar se focalizaría más en la alta política, donde se encuentran los temas de seguridad y defensa, y menos en la baja política donde los intereses y negocios económicos tienen una trascendencia primordial, de acuerdo a la esquematización de alta y baja política que realiza el realismo clásico. Creo interesante mencionar esto ya que Myanmar no parece ser un estado independiente que posee una agenda desjerarquizada, donde las cuestiones militares dejaron de tener una trascendental importancia y donde la economía se mezcla con las visiones preponderantes del país. Un país que busca aumentar sus defensas y ampliar su ejército al mismo tiempo que intenta alcanzar desarrollar centrales atómicas y que desplegó un complejo sistema de túneles a lo largo del país en caso de una invasión externa, nos demuestra que el actual gobierno de Myanmar posee un pie en nuestros días y el otro en la Guerra Fría.

Si la Junta Militar continúa en el gobierno, indicadores como el Índice de Desarrollo Humano, el PBI, el PBI per cápita, entre otros, no cambiarán para bien, demostrando una mejoría en el país, todo lo contrario, continuarán decayendo como lo han estado haciendo en los últimos años. Myanmar no crecerá económicamente ni se erigirá como una potencia económica u otro de los Tigres Asiáticos, si no lo ha hecho hasta ahora, difícilmente lo haga de un día para el otro con un gobierno que parece estar decidido a continuar con sus políticas militares y autoritarias. Esto no significaría una expulsión de la ASEAN y mucho menos, como vaticinan varios periodistas, Myanmar difícilmente sea expulsada de esta ultima organización mencionada o de las Naciones Unidas. De todas formas sería vista como una segunda Corea del Norte, como otra anomalía del sistema y un caso perdido, donde los encuentros pacíficos, los diálogos y las advertencias internacionales no tengan efecto alguno.

Cuando mencioné ciertos indicadores quiero aclarar que hoy en día estos son de gran importancia para observar la realidad de un país al mismo tiempo que son trascendentales para las empresas multinacionales a la hora de elegir donde posicionar sus sucursales.

La polarización en la misma sociedad birmana podría continuar así como también se podría acrecentar. De todas formas, medidas más fuertes para reprimir a la oposición, significaría un descenso por parte de las manifestaciones y protestas contra el gobierno.

Como señalé al comienzo de esta propuesta, la misma se encuentra reflejada en la historia y en hechos reales que han transcurrido desde hace ya varias décadas en Myanmar. A pesar de la proyección a futuro, posee un sustento que no podemos ignorar, y a pesar que no sea el futuro que deseo para este país, no podría dejar de lado este posible escenario a futuro para el país, ni mucho menos taparlo con mis opiniones personales.

La tercera y última propuesta gira en torno a futuros acontecimientos que están vinculados con el uso de la fuerza y con un desarrollo bélico en el país. ¿Por qué propongo este escenario en un futuro no menor a los 15 años? Claramente se basa en la fuerte carrera armamentística y en la incidencia cada vez mayor que está cobrando Myanmar en lo que respecta a fuerzas armadas y fortalecimiento de la defensa nacional. Esta propuesta puede tanto desembocar en una guerra entre diversos bandos de la región y algunas potencias extra regionales, como en una guerra entre dos estados donde Myanmar ataque o sea atacada por alguno de sus países limítrofes o países de la región (como lo podrían ser China, India, Tailandia, Laos o Camboya), como también una intervención militar o una misión militar por parte de una coalición internacional.

El nombre que le otorgo a esta propuesta es la de Conflicto bélico entre Myanmar y otros actores del sistema internacional. Si bien no siempre debemos considerar que cuando un país se encuentra en vías de desarrollo de una fuerte carrera armamentística, no podemos dejar pasar el hecho que Myanmar se perfile para la fecha señalada en la propuesta como una de las 10 potencias militares más grandes del mundo. Teniendo en cuenta conceptos ya mencionados anteriormente, tales como la región que estamos analizando, la influencia de las potencias locales y el desarrollo de una intervención militar por parte de una coalición internacional o de algunas potencias extra regionales, no podemos dejar de pensar en un futuro vinculado con uno o más conflictos armados para Myanmar.

A continuación voy a exponer los posibles escenarios bélicos para el futuro de Myanmar de acuerdo a esta propuesta, basado por supuesto en lo que podría llegar a ser un desarrollo nuclear por parte de Myanmar, una intensificación en la compra de armas al extranjero, una escalada de violencia con las guerrillas que se oponen a la junta militar, una amenaza por parte de Myanmar hacia otro país de la región, una intervención directa de Myanmar en otro estado independiente, una masacre por parte del gobierno hacia la población local lo cual podría ser motivo de una intervención, o tantos otros casos a futuro que podríamos exponer de acuerdo al análisis histórico que realicemos y exponiendo posibles escenarios a futuro en el país.

Si hablamos de una intervención militar por parte de una coalición internacional conformada mayoritariamente por potencias occidentales, debemos atender a la cuestión que este escenario sería el que se proyecte más a futuro, es decir podría darse para 2030 o 2035. Esto a su vez se debe a que una intervención debe estar justificada, debe ser planeada de manera detallada y generalmente debe haber acarreado advertencias por parte de los principales miembros de la comunidad internacional y por las organizaciones internacionales más influyentes. Este escenario podría también darse luego de un desgaste por parte de Myanmar teniendo en cuenta una guerra previa, ya que si entendemos que Myanmar poseerá uno de los ejércitos más poderosos, llegando a posicionarse como el segundo o tercer mayor ejército de la región, intervenir directamente sobre territorio birmano supondría serias consecuencias que los miembros de la coalición internacional no se atreverían a pagar, la relación costo beneficio no les daría una ecuación favorable, ni para ellos ni para el pueblo birmano, es decir el motivo principal por el cual se llevaría a cabo la intervención. Esta coalición podría estar integrada por los Estados Unidos de América, por Gran Bretaña (ya que formó parte en gran medida de la historia de Myanmar y supo controlarla como antigua colonia), posiblemente por China (esto estaría sujeto a determinados acontecimientos que respecten al desarrollo fundamental que va a tener China durante las próximas dos décadas), Francia (que buscaría beneficios en el Sudeste Asiático, un región donde siempre fijó fuertemente su vista), podría llegar a ser India de todas formas esto también tendría que ser analizado detalladamente al igual que en el caso chino debido al rol que tendría la India ya como una potencia consolidada en un futuro cercano, Noruega, Suecia, Bélgica, Países Bajos, es decir los estados que generalmente forman parte de estas coaliciones, España, a lo mejor podríamos mencionar a Brasil que también se perfila como una futura potencia liderando desde Sudamérica, Tailandia por supuesto que es otro país que tiene una determinada tradición en materia de cooperación militar para operaciones militares, Corea del Sur que articula como otro país de Asia que apoya este tipo de acciones militares en defensa de determinados derechos, entre otros países que podrían participar para sacar determinados beneficios y ganancias.

La intervención militar podría desgastar a la sociedad birmana, el hecho de ver a tropas extranjeras desplegadas sobre su Nación podría ser apoyado por un sector opositor al gobierno pero otro sector leal al gobierno como también no defensor de la junta podría ver esto como un atropello a la soberanía birmana.

En mi opinión una intervención por parte de potencias extranjeras sería algo devastador para Myanmar, creo que sería un momento duro para ambas partes, tanto para la sociedad birmana en su conjunto como para los miembros de la coalición internacional, recordemos que pelear en el Sudeste Asiático siempre fue algo sumamente complicado para cualquier ejército y estado, por otro lado debemos recordar que por más desgastado que pueda estar el gobierno birmano su poderío militar va a continuar siendo importante, esto traería serias consecuencias en la lucha armada. Pelear en un país con unos 70 millones de habitantes, si recordamos que estamos hablando del año 2030, podría ser catastrófico para los aliados, las guerrillas internas, los levantamientos populares podrían jugarle como una contraofensiva a las tropas extranjeras en territorio birmano.

Este podría ser uno de los posibles escenarios, pero se encuentra sujeto a determinados acontecimientos largoplacistas que deberían darse al mismo tiempo para modificar el futuro birmano.

Otro posible escenario bélico podría ser una guerra entre Myanmar y otro estado regional.

Si volvemos a tener en cuenta el poderío militar con el cual contaría Myanmar en el futuro, en comparación con el de países como Tailandia o Camboya, Myanmar se podría auto señalar como una potencia regional con las cualidades y atributos necesarios para intervenir en algún país que no presente o que no posea su poderío militar. Esto llevaría a una carrera expansionista por parte del gobierno birmano a nivel regional. Dentro de este escenario se podrían desprender diversos casos. En primer lugar el señalado conflicto con otro estado de menor poderío bélico, lo cual daría como resultado una expansión por parte de Myanmar sobre el estado en cuestión. Otro caso podría ser el de un conflicto bélico directo con una potencia regional. Todos sabemos que China es un fuerte aliado de Myanmar, lo cierto es que no sabemos como reaccionará este gigante de Asia en un futuro y cual será su respuesta a las acciones políticas de Myanmar y a su creciente ejército. Al mismo tiempo su otro gran vecino, India, podría ver en la creciente expansión y crecimiento militar birmano una amenaza a su seguridad nacional y un accionar desestabilizador en la región. Esto claramente daría lugar a un conflicto bélico de alta intensidad en la región. No vamos a entrar en detalle de las consecuencias para la ASEAN o para la región, de este enfrentamiento, varias son claramente previsibles otras serían más complejas de analizar y guiarían la tercer propuesta hacia otro lado.

Si el gran ejército birmano se enfrenta a otro gran ejército, las batallas llevadas a cabo serían de grandes proporciones. Esto afectaría la lucha pacífica por la democracia por parte del pueblo birmano y llevaría a un enfoque totalitario de la visión del gobierno para con el conflicto armado, que podría proyectarse a largo plazo.

Otro caso podría ser el de un conflicto bélico que se inicie como regional pero que con un sistema de alianzas complejas pueda llegar a desencadenar un conflicto armado de serias proporciones a nivel mundial. Con esto no quiero decir que desde Myanmar se inicie la Tercera Guerra Mundial, todo lo contrario creo que hablar de una Tercera Guerra se encuentra fuera de mis planes personales, de todas formas como todos sabemos el Sudeste Asiático es una región donde se encuentran localizados los intereses de varias potencias mundiales, lo cual nos sugiere que una expansión del conflicto y una regionalización del mismo podría conducirnos a un involucramiento por parte de potencias extraregionales. Desde China, India, Estados Unidos, Gran Bretaña, Australia, Tailandia, Vietnam, Corea del Sur y Corea del Norte, los diversos estados que posean un poderío militar considerable podrían desembarcar en la región.

Las consecuencias mejor no mencionarlas y mucho menos imaginarlas. El uso de armas nucleares (que como podemos ver poseen y podrían poseer los estados mencionados), importantes flotas navales y de aviones bélicos sofisticados serían una amenaza y una violación a la paz y al orden mundial, de todas formas esto no quita que sea algo posible teniendo en cuenta antecedentes históricos de la humanidad.

Una intervención por parte de las Naciones Unidas o el aval de las Naciones Unidas para llevar a cabo una coalición internacional en Myanmar es un escenario factible para el futuro.

Myanmar posee una influencia a tener en cuenta dentro de las Naciones Unidas, al mismo tiempo que China juega un papel fundamental en la organización, de todas formas un escenario conflictivo o un escenario donde el gobierno militar ataque a la población birmana sería una justificación básica para que el organismo autorice a las principales potencias a llevar a cabo una acción militar en el país. Todos se preguntarán si de suceder esto, las tropas lo harán bajo bandera de las Naciones Unidas o bajo la insignia de una coalición internacional con el aval de las Naciones Unidas pero actuando con estrategias y ataques que demuestren la desvinculación con la organización, además de estar bajo bandera nacional. Esto también es materia compleja para analizar. De todas formas queda planteado como un futuro desenlace a tener en cuenta, más aún si luego de 5 o 7 años de represión por parte del gobierno birmano la situación social y humanitaria se torna grave para los ojos de la organización mencionada y de la comunidad internacional.

Las posibilidades que se desarrollen una o más acciones militares en la región, donde Myanmar tenga un eje central son altas, no podemos dejarlo de lado, a pesar que sea un escenario que la gran mayoría queramos evitar. Myanmar está llevando a cabo una carrera armamentística de grandes proporciones que pone en peligro la estabilidad regional y la seguridad del propio pueblo birmano.

Las Fuerzas Armadas birmanas tienen como función principal defender al propio pueblo birmano de las amenazas externas y proteger las fronteras del estado, sin embargo en los últimos años agregaron a esta lista la represión sobre su propia población y sobre la opinión pública. Hecho que es lamentable y que en un futuro podría agravarse aún más. Es otra posibilidad basada en la historia y el actual desarrollo que lleva a cabo el gobierno birmano. No podríamos sugerir situaciones menores es por este motivo que intentamos señalar las consecuencias más graves posibles para llevar a cabo un análisis realista en todos los sentidos. Desde un conflicto que se inicie a nivel interno entre el gobierno y los grupos guerrilleros locales que logre extenderse a otros estados de la región hasta una intervención militar por parte de potencias extranjeras, Myanmar está sujeta a todo tipo de posibilidades y escenario donde la cuestión bélica tiene un eje central.

Myanmar presenta un atractivo turístico
único en el mundo, el cual no es aprovechado
al máximo por el actual gobierno.
Las tres propuestas a futuro del caso birmano están basadas en el análisis de la historia y tradición social, política, económica, y militar del país. Por supuesto que son tres propuestas desarrolladas por el autor, que no incluyó todos los escenarios posibles para el país, que dejó de lado escenarios posibles como por ejemplo un crecimiento económico por parte de Myanmar y un cambio de políticas por parte de la junta militar que de a poco comience una transición hacia un gobierno democrático. Esto es una autocrítica, pero también me gustaría mencionar que elegí los tres escenarios que poseen mayores posibilidades de tener lugar en el futuro de Myanmar.

Si bien son tres escenarios diferentes, los que se proponen en este trabajo, cada uno presenta sus características particulares y cada uno nos conducirá a un futuro diferente. Es cierto que algunas propuestas están vinculadas a otras, es cierto que los lectores podrían pensar como es que menciono una propuesta que se contrapone a otra pero que sin embargo están vinculadas.

La imponente Pagoda Shwedagon es
el principal símbolo de Myanmar. Se
encuentra revestida en oro y atrae a
miles de fieles todos los años.
Esto es porque Myanmar, en la actualidad, está desarrollando medidas y se está encaminando hacia distintos escenarios. Estos no son conocidos por nadie, sin embargo pueden ser analizados y de ahí emanarían futuros diferentes. Pero los indicadores actuales no los podemos cambiar, están ahí. Nosotros los analizamos y sugerimos tres propuestas diferentes para conformar una plataforma a futuro de lo que le espera a Myanmar dentro de 20, 30 o 40 años.

Desde el desarrollo histórico que realicé de los antiguos reinos que se encontraban en el actual territorio birmano hasta las tres propuestas, Myanmar ha demostrado ser un caso particular dentro de nuestro mundo. Un país sumamente bello por sus paisajes y cálido por el cariño de su gente. Una Nación que nos atrae por su cultura al mismo tiempo que lo hace por su historia política. Una sociedad particular, que ha sabido de luchas ideológicas y de luchas armadas. Myanmar es una joya que el mundo observa desde hace varios siglos, una joya que los birmanos y extranjeros han sabido cuidar y aprovechar, pero que también los nacionales como los extranjeros han sabido manchar y dejar de lado. Es una tierra soñada, que bien conoce de sueños, sueños de cambio y sueños democráticos. Esto caracterizó y pulió al pueblo birmano y a su cultura política a lo largo de las décadas.

Una hermosa postal. Shwedagon ilumina
Rangún durante la noche, el único momento
en el cual Myanmar aparenta estar en calma.
Este precioso país situado en el Sudeste Asiático es como ya dije una joya para la humanidad, desde donde se la mire. Sus hermosos templos, su gente, sus gobiernos, el desenlace de su historia, sus grandes personalidades, sus ideólogos, sus paisajes, su fauna, todo hace a Myanmar un país distinto y único en el mundo. En este trabajo lamentablemente no se podían desarrollar todas estas variables. No podíamos trabajar en la fauna y los paisajes mientras intentábamos explicar la época colonial o el gobierno militar de Ne Win. De todas formas espero que este trabajo les sirva como un ejemplo particular de la historia de la humanidad y de la historia del Sudeste Asiático, posee un desarrollo histórico que a mí me resultó como un gran atractivo para focalizarme en el estudio de la región. Sin ningún contenido político o mensaje subliminal doy mi comentario personal y mi deseo más grande para con Myanmar. Espero que la paz llegue para la sociedad en su conjunto en Myanmar, que las armas se bajen y que las peleas internas logren calmarse, todos los birmanos merecen un futuro próspero y gratificante, Myanmar es un estado fundamental para toda Asia al mismo tiempo que una Nación distinguida en diversos tópicos. Siempre teniendo en cuenta la paz y prosperidad de sus habitantes como también el del resto de la humanidad el gobierno emanado de la voluntad popular deberá alcanzar estos ideales y metas para que en un futuro no muy lejano todos podamos ver a Myanmar en todo su esplendor.

Visto en el blog de Tomás Vera Ziccardi.

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