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Los monjes de Myanmar, ejemplo de coraje

jueves, 27 de diciembre de 2007

Arriesgando su propia vida, miles de monjes budistas de Birmania salieron a la calle a protestar contra la junta militar de su país, pese a que eran conscientes de que el ejército los reprimiría con mano dura. Eso ya había ocurrido hacía veinte años, cuando unas 3.000 personas perdieron la vida a consecuencia de la violenta represión por parte del ejército y la policía. En septiembre de 2007, los monjes hicieron gala de un gran valor cuando volvieron a marchar por las calles.

Caminando descalzos bajo la lluvia torrencial, miles de monjes con sus hábitos naranja realizaron una gran marcha de protesta por las calles de la capital, Rangún. En un intento de prevenir la intervención del Ejército, la población civil formaba un cordón de protección en torno a los manifestantes. Pero fue en vano, pues después de cinco días de manifestaciones, los monjes fueron duramente dispersados por los militares, y centenares de ellos fueron detenidos y encarcelados.

Profundo agravio
La periodista Minka Nijhuis, conocedora del país, afirma que el budismo es, sin lugar a dudas, la institución más respetada de Birmania, junto con los monjes que lo representan. "Es un país profundamente religioso, y, por tanto, la represión del régimen militar contra los monjes fue un agravio al país que llega hasta el fondo de su alma." La violencia utilizada para reprimir a los monjes no significa solamente una violación de los derechos humanos, afirma Nijhuis, sino también un crimen contra la cultura budista del país.

La informadora relata además que se impide a las organizaciones internacionales independientes entrar a cárceles y campamentos de trabajos forzados. Pero las personas que recuperan la libertad cuentan experiencias espantosas sobre las condiciones en esos centros, donde sufren falta de alimentos y de agua y son sometidos a la tortura.

Internet
Durante las manifestaciones, los religiosos jugaron un rol importante en la transmisión de información sobre la situación en Birmania. También se utilizó intensivamente Internet como manera de transmitir al mundo externo lo que ocurría en el país asiático, mediante videos y fotografías realizados con teléfonos móviles, así como con información sobre la violencia que estaba ejerciendo el Ejército.

El pasado septiembre, una activista en Birmania relataba en su diario digital que, para huir de los militares, dormía cada noche en un lugar diferente. Además, hacía un llamamiento a la cooperación porque, si todos los activistas estuvieran detenidos, no quedaría nadie para ocasionar un cambio en el país. "El Ejército posee las armas, nosotros, ni siquiera contamos con garrotes." La activista hacía un llamamiento a Naciones Unidas para que enviara a Birmania fuerzas de paz, mas estas nunca llegaron.

Radio Nederland Wereldomroep apoyó a los manifestantes en Birmania durante las protestas, poniendo a disposición de la estación radial 'la voz de Birmania' tres horas adicionales de emisión.

Río congelado
Las manifestaciones de septiembre fueron reprimidas con violencia. Pero eso no significa que la calma haya retornado a Birmania. "En este momento, la situación se puede comparar con un río congelado", afirma la periodista Nijhuis. "Bajo la superficie, todo está en movimiento. Las manifestaciones han dado a la gente la impresión de que es posible cambiar la situación en el país." Según la periodista, la población se siente orgullosa de los monjes budistas, y de la valentía que demostraron al hacer oír sus voces. "Pero, naturalmente, la gente se pregunta también sobre la suerte corrida por los monjes detenidos. Es una situación muy extraña, porque nunca antes los conventos y las pagodas habían estado tan deshabitados."

Estallido
Quedan por ahora varios interrogantes. ¿Podrá la insatisfacción popular que provoca la dictadura militar en Birmania desembocar próximamente en un nuevo estallido? ¿Volverán los monjes a reunir suficiente coraje? ¿Seguirán los religiosos teniendo el mismo valor para volver a marchar por las calles, y elevar sus voces contra el represivo régimen militar en el país?
Artículo de Sebastiaan Gottlieb publicado en Radio Nederland Wereldomroep.

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