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¿Qué es lo que realmente ha pasado hoy en Birmania?

miércoles, 2 de mayo de 2012

A pesar de la euforia actual sobre Birmania, la realidad es una imagen deprimente. Es aún más importante ahora para estudiar y escribir sobre esto, no sólo sobre el panorama general, sino de los detalles.

Con la ayuda de lo que yo llamaría "agentes del capitalismo" (los estudiosos, diplomáticos, expertos en ayuda al desarrollo, representantes de organismos internacionales, inversionistas, empresarios, etc), la tierra y el pueblo de Birmania están siendo robados y vendidos bajo la mentira del desarrollo y el cambio democrático.

El gobierno "civil" del estado está siendo apoyado por muchas personas cuyos intereses se centran en conseguir su camino hacia las riquezas de Birmania. David Cameron, por ejemplo, se llevó a diez hombres de negocios con él a Rangún, sólo como turistas, eso sí, porque el Reino Unido todavía mantenía algunas sanciones económicas.

Hay afirmaciones de que Birmania, un país muy pobre, podría beneficiarse de más ayuda al desarrollo - al igual que en Camboya. Desde las primeras elecciones general en Camboya, en 1993, se han donado más de seis mil millones de dólares a medios oficiales y cientos de organizaciones de la sociedad civil. Sin embargo, los ciudadanos de Camboya no han sido los principales receptores de esta ayuda, sino los funcionarios gubernamentales, expertos y asesores internacionales que han prosperado. Se está produciendo una desagradable confiscación de la tierra por parte de los desarrolladores. Las gente está siendo desplazada de sus tierras - al igual que en Birmania - sin recurrir a la justicia. Aunque Camboya es ahora una supuesta democracia, Hun Sen todavía gobierna.

La ayuda tampoco es la respuesta. Lo que se necesita es una participación ciudadana real en la creación de un país, no sólo una participación simbólica de unos pocos. Pero esto no es posible en Birmania.

Los capitalistas, empresarios, y las grandes empresas comerciales de los siglos XVII y XVIII abrieron el mundo a la dominación colonial británica. La Hudson Bay Company se convirtió en gobernante de gran parte de Canadá antes del Dominio de Canadá, Cecil Rhodes llegó al poder por la British South Africa Company para desarrollar Rhodesia (todavía concede la beca Rhodes), y la East India Company abrió la India y Birmania al Gobierno británico. Cuando el último rey de Birmania rechazó las demandas de la East India Company, pidió la ayuda del Gobierno británico y Gran Bretaña declaró la guerra.

Ahora los gobiernos occidentales están valorando abrir nuevos mercados para sus empresas. Sólo hablan de negocios en el mercado y la deuda, no la salud, la educación, la ecología o el bien común.

Los gobiernos de la UE, Noruega, Canadá, EE.UU. y Australia, han suspendido la mayoría de las sanciones a Birmania, premiando el "gobierno civil" por sus cambios democráticos. El gobierno australiano nunca ha sancionado a la inversión en Birmania.

Sin embargo, compañías de petróleo y gas australianas, francesas, americanas, tailandesas, chinas, indias, rusas y malasias actualmente operan allí. Las exportaciones de petróleo y gas son la mayor fuente de ingresos para los líderes birmanos, que asciende a casi 3 mil millones de dólares en el año fiscal 2011-12. A pesar de esta riqueza de recursos, los ingresos del petróleo y el gas en las últimas décadas se los han embolsado unos pocos generales militares corruptos.

En lugar de apresurarse a entrar en Birmania tenemos que estudiar la verdad de cómo las acciones de occidente afectarán a las tensiones actuales, las relaciones y la vida del pueblo birmano.

Visto en The independent, vía el Facebook de Carlos Sardiña Galache.

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