Myanmar // Birmania // Burma

Pages

Birmania no autoriza oficina de Organización de Conferencia Islámica

martes, 23 de octubre de 2012

El Gobierno birmano ha bloqueado la apertura de una oficina de la Organización de Cooperación Islámica (OCI), cuyo fin era prestar ayuda a las víctimas de los pasados disturbios sectarios, tras las protestas de monjes budistas.

La apertura de la sede de la OCI "va en contra de la voluntad del pueblo", dijo la oficina del presidente, Thein Sein, en un comunicado publicado hoy por el diario oficialista "New Light of Myanmar".

La decisión se produce después de que miles de monjes y laicos budistas se manifestaron el pasado fin de semana en la ciudad de Mandalay, la segunda mayor del país, contra la apertura de la oficina de la OCI, a la que el Ejecutivo birmano dio luz verde anteriormente.

El fin de la sede era suministrar ayuda humanitaria a las decenas de miles de personas desplazadas, principalmente de la minoría étnica musulmana rohingya, desde los disturbios entre budistas y musulmanes entre mayo y junio pasados.

Al menos 88 personas murieron, miles de casas fueron quemadas y decenas de miles de rohingyas fueron hacinados en campos por las autoridades tras los violentos enfrentamientos, que comenzaron tras la violación de una mujer budista por tres musulmanes.

Human Right Watch (HWR) acusó entonces al Gobierno de cometer "atrocidades" y acentuar la discriminación de los rohingya, a los que las autoridades llaman "bengalíes" porque no los reconocen como ciudadanos.

Aunque la calma ha vuelto desde los disturbios, el número de roghingyas desplazados, que abandonan sus hogares por miedo a represalias y terminan hacinados en campos precarios o intentado cruzar la frontera con Bangladesh, no deja de aumentar, según el Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR).

Unos 800.000 musulmanes de la etnia rohingya viven en Birmania, la mayoría entre los 3,5 millones de habitantes de Rakhine, una de las minorías apátridas más perseguidas del mundo, según Naciones Unidas.

El Gobierno bangladesí tampoco reconoce a esta comunidad apátrida y unos 300.000 rohingyas viven hacinados en campos de refugiados instalados en su frontera.

Visto en ABC.

Si te ha interesado este artículo, compártelo.


votar

0 comentarios:

Publicar un comentario