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Cambios, política, realidad y acciones en Birmania

domingo, 8 de abril de 2012

Desde hace poco tiempo, Birmania, ese país olvidado desde hace mas de 30 años, está volviendo a ser descubierto por muchos países y por una gran parte de la población mundial, inclusive en los medios de comunicación españoles se habla de ella.

Desde hace varios meses se están produciendo, poco a poco, cambios en las relaciones internacionales con Birmania, debido a una serie de decisiones tomadas por el Gobierno Birmano. Y la comunidad internacional está reconociendo a este país que trabaja por un nuevo camino y abriendo paso a las libertades.

Algo de mayor libertad de prensa, libertad de algunos presos políticos y mayor disposición a tratar comercialmente con países occidentales.

El pasado 1 de abril hubo elecciones parciales al parlamento Birmano. Se disputaban 45 escaños y se ha podido presentar, gracias a estos cambios habidos últimamente, la llamada “la Dama”, Aung San Suu Kyi después de casi 20 años de arresto domiciliario, que al frente de su partido la (LND) Liga Nacional por la Democracia, y ha ganado 43 de los 45 escaños en disputa.

Los reconocimientos internacionales a estos hechos no se han dejado esperar; felicitaciones de todos los países y manifestaciones de que un gran cambio político está aconteciendo en Birmania.

La realidad del pueblo es que estos cambios, que bienvenidos sean, no cambian tan rápidamente su situación de pobreza y dura realidad.

Más aun, cuando hace unos días se conocía una noticia, no tan difundida como las anteriores, de que se está propagando Malaria en una variante inmune a los fármacos en las fronteras de Birmania con Tailandia, haciendo crecer la preocupación de una epidemia incontrolable.

Ante todos estos acontecimientos, que tienden afortunadamente a mejorar la situación económica – política – social y sanitaria de Birmania, existe desgraciadamente el día a día para el pueblo, y nosotros tenemos que seguir trabajando para ayudar a este pueblo y principalmente a sus niños y niñas que son los más castigados y desafortunados.

Todos estos cambios tardaran mucho tiempo en revertir en el pueblo. Son situaciones largas y complicadas, e inclusive muchas veces tienen marcha atrás, aunque esperamos que en esta ocasión no ocurra.

La prensa internacional, pronto, cuando pasen los grandes titulares, no volverá a acordarse de Birmania, salvo en contadas ocasiones.

Por eso, la acción que nosotros y todos los que nos ayudan estamos desarrollando hoy día en Birmania, tenemos que seguir haciéndola realidad en el presente, no podemos esperar al futuro. Las dificultades las iremos solventando como hasta ahora y si el sistema mejora, todos saldrán beneficiados.

Quienes no pueden esperar al futuro son los niños y niñas birmanos que hoy están en edad escolar.

Carlos Capilla

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