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Promesas de cambio, pero continúan los avisos

lunes, 30 de enero de 2012

El nuevo gobierno birmano ha mostrado signos de cambio en 2011, pero ha fallado a la hora de manejar la situación de los derechos humanos en el país, según se desprende del informe World Report 2012 de Human rights watch (HRW). El gobierno ha continuado este progreso durante el comienzo de 2012 liberando varios cientos de presos políticos.

El nuevo gobierno, compuesto mayoritariamente por antiguos generales, convocó a los parlamentos nacional y regionales dos veces en 2011, promulgando leyes sobre la libertad de asamblea y creando sindicatos, y alivió la censura oficial a los medios. El gobierno prometió mejorar la gobernanza democrática, el respeto a los derechos humanos y a instituir reformas legales, económicas y sociales. Sin embargo, HRW dice que estos cambios en el discurso, que son bienvenidos, no se han viso reflejados, pues se siguen produciendo violaciones de los derechos humanos en el país, especialmente en lo concerniente a las guerras civiles y conflictos en las áreas de las minorías étnicas.

"Liberar a los principales presos políticos fue un paso importante y el gobierno birmano ha prometido reformas, pero deben abordar décadas de graves violaciones de los derechos humanos," dijo Elaine Pearson, subdirectora para Asia de HRW. "2011 puede haber sido un año para un cauteloso optimismo, pero no ha habido una disminución mensurable en los abusos serios, y la promulgación de nuevas leyes no sustituye el respeto del imperio de la Ley".

En su informe de 676 páginas, HRW muestra progresos en temas de derechos humanos durante el pasado año en más de 90 países, incluyendo los levantamientos populares en el mundo árabe que poca gente imaginaba. Teniendo en cuenta la resistencia violenta de las fuerzas de la "primavera árabe", la comunidad internacional tiene un papel importante que desempeñar para ayudar al nacimiento de democracias que respeten los derechos en la región.

En diciembre, la líder de la oposición birmana, Aung San Suu Kyi, volvió a inscribir su partido, la Liga nacional para la democracia, y anunció sus planes para participar en las elecciones parciales planificadas para abril de 2012. Suu Kyi se reunión con líderes del gobierno, incluyendo el Presidente Thein Sein, y expresó su apoyo a las propuestas reformistas de este.

En dos amnistías, en mayo y octubre de 2011 respectivamente, el gobierno liberó a unos 316 presos políticos. En enero de 2012 liberó a otros 651, de entre los que había al menos 287 presos políticos, incluyendo algunos de los miembros más importantes del movimiento de Estudiantes de la generación del 88 - que encabezaron el levantamiento de 1988 contra la junta militar - líderes de los monjes y periodistas. Sin embargo, Birmania mantiene en prisión a cientos de personas por haber realizado actos de libertad de expresión. HRW pidió al gobierno birmano a que permitiese que un mecanismo internacional e independiente accediese a las prisiones y publicar un informe sobre el paradero y condiciones de los presos políticos que aún quedan.

En enero de 2012, el gobierno birmano firmó un alto el fuego preliminar con la Unión nacional Karen (KNU) y con la Organización por la independencia Kachin (KIO). Otros grupos armados étnicos accedieron al alto el fuego o a conversaciones con el gobierno a finales de 2011, tales como el Ejército del sur del Estado Shan y el Ejército del Estado Wa unido.

HRW indica que el ejército birmano sigue violando la ley humanitaria internacional a través del uso de asesinatos extrajudiciales, la tortura, violencia sexual, palizas, trabajos forzados, minas antipersona y el pillaje de la propiedad privada, particularmente en los Estados Kachin, Shan y Karen. Unidades del ejército birmano en el Estado Karen forzaron a los convictos a trabajar como porteadores en operaciones de infiltración en zonas de combate, maltratándolos a base de golpes, tortura y usándolos como "escudos humanos" para impedir ataques o limpiar campos de minas antipersona. El ejército continúa reclutando niños soldado, aunque el gobierno coopera con la Organización internacional del trabajo para desmovilizarlos. También los grupos armados se han visto implicados en serios abusos, tales como el reclutamiento forzoso de niños soldado y usar minas antipersona cerca de áreas civiles.

En el Estado Kachin, más de 50.000 civiles han sido desplazados por las luchas desde junio, huyendo de los abusos del ejército birmano, miles de los cuales han buscado refugio en China. En diciembre el Presidente Thein Sein publicó una llamada para que el ejército birmano cesase sus ataques contra el Ejército por la independencia Kachin (KIA), pero las luchas en el norte de Birmania continúan. En enero de 2012, ha vuelto a emitir el aviso para que cesasen los ataques en todas las áreas étnicas.

"El compromiso del gobierno con un sistema político inclusivo será probado en las elecciones parciales de este abril," dijo Pearson. "Para mostrar si es serio sobre el fin de las violaciones de derechos, el gobierno deberá permitir que un mecanismo internacional e independiente investigue los presuntos abusos".

En 2011, los compromisos de Birmania sobre las reformas produjeron como resultado las visitas de varios ministros de exteriores y enviados occidentales que se reunieron con miembros del gobierno y líderes de la oposición. La Asociación del Naciones del Sudeste Asiático (ASEAN) ha otorgado a Birmania la presidencia de turno para 2014.

"La oleada de visitas diplomáticas a Birmania no debería hacer olvidar los desafíos que tenemos por delante," dijo Pearson. "Si 2011 fue el año de las promesas, 2012 es el año que el gobierno birmano necesita para acabar con la cultura de la impunidad, liberar los presos políticos restantes y demostrar con acciones que se respetan los derechos humanos".

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