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Juicio a Aung San Suu Ky: hoy se lee la sentencia.

lunes, 1 de junio de 2009

Actualizaciones importantes (2009.06.01@12:31):
La lectura de la sentencia se aplaza hasta el viernes 5.
La salud de Suu Kyi parece deteriorada.
En cuanto podamos damos más datos.


Hoy debe ser el día. Si nada cambia, si no hay ninguna maniobra de los militares, si nada lo impide, hoy se leerá la sentencia contra Aung San Suu Kyi en el juicio que se está llevando contra ella porque un estadounidense se coló, presuntamente, nadando en el complejo en el que ella estaba bajo arresto domiciliario, recluída y vigilada por los militares. Un sinsentido, una contradicción, una paradoja si se quiere: el reo culpable de que el vigilante no vigile. Pero así son las dictaduras, y así es la Birmania de Than Shwe.

La semana pasada concluyó el juicio con las declaraciones de Suu Kyi, Yettaw (el nadador) y el único testigo que el juez ha permitido presentar a la defensa.

Aunque no se lo esperaban, los militares sufrieron varios contratiempos. Por un lado, la firmeza y claridad de ideas de Suu Kyi, sus abogados y su testigo, que dejaron claro que los únicos culpables de la intrusión eran los militares, quienes de manera negligente habían permitido entrar al norteamericano. Además demostraron que las acusaciones no tienen base legal, pues se han hecho usando la Constitución de 1974, que fue derogada en 1988 cuando los militares tomaron el poder.

Por otro lado, la declaración del propio Yettaw. Según dijo, había ido a casa de Suu Kyi guiado por Dios, ya que este le dijo que La Dama estaba en peligro, que iba a sufrir un atentado por parte de un grupo terrorista que quería hacer que pareciese que habían sido los militares quienes la habían matado. Su inocente intención era la de prevenir, tanto a Suu Kyi como a los militares. Además, dejó bien claro que durante sus sus visitas (la primera el pasado noviembre) a la residencia de Suu Kyi se había tropezado en varias ocasiones con miembros de las fuerzas armadas los cuales no le impidieron el acceso al recinto. Lo más que llegaron a hacer los militares fue gritarle y tirarle alguna piedra.

Sin duda estos encuentros suponen un gran contratiempo a la estrategia de los militares para condenar a La Dama; esta estrategia se basa en que Yettaw atravesó todos los controles de la que es, sin duda, la casa más vigilada de toda Birmania, sin que nadie le viese, sin que nadie le detectase, entró y se alojó en la casa con el consentimiento de Suu Kyi.

Aún así, nadie confía en el cumplimiento de su propia legalidad por parte de los militares; todo el mundo espera un veredicto de culpabilidad. Y la pregunta es... y entonces, ¿qué?

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