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"Nada cambia en Birmania"

miércoles, 30 de enero de 2008

Conferencia "Birmania después de las protestas" de Tin Htar Swe en Casa Asia (Barcelona).

El pasado septiembre las imágenes de la represión de las manifestaciones de los monjes budistas contra los abusos de la dictadura militar de Birmania dieron la vuelta al mundo. Las protestas contra el régimen que domina el país desde hace 46 años fueron las más violentas desde las de 1988, en las que murieron 3.000 personas.

La jefa de información del servicio birmano de la BBC, Tin Htar Swe, analizó ayer en la Casa Asia de Barcelona la situación en su país tras la revuelta. "La comunidad internacional es ahora más activa, pero las cosas siguen igual. Desde septiembre se han producido más de 700 arrestos, las privaciones que motivaron las protestas continúan y siguen los abusos contra las minorías. La Junta ha impuesto nuevas restricciones y los medios están más controlados", dice.

El férreo control que el régimen ejerce sobre la información responde, según Tin Htar Swe, a la voluntad de la Junta de controlar su imagen tanto dentro como fuera del país. "En Birmania la gente no puede saber con certeza lo que pasa a su alrededor; sólo hay rumores. Gracias a medios extranjeros conocen lo que ocurre en su país". Los servicios informativos que dirige Tin Htar Swe se nutren de la colaboración de ciudadanos que desafían la prohibición de informar.

"La gente es muy ingeniosa. Quieren que el mundo sepa lo que sucede y se juega la vida por ello. Se arriesgan usando internet o llamándonos cuando encuentran un sitio seguro". Pese al asfixiante control, cree que las protestas podrían resurgir. "La gente está muy enfadada. El Gobierno insultó a su religión maltratando a los monjes budistas y Birmania es un país muy religioso", explica.

El Gobierno se niega a reconocer las elecciones de 1990 en las que venció la Nobel de la Paz Aung San Suu Kyi, que lleva 12 años de arresto domiciliario. Recientemente la Junta se reunió con el enviado especial de la ONU y con Suu Kyi para tratar de la democratización del país. "La Junta está dispuesta a una transición tras la cual parte del Parlamento siga bajo su control. El exilio lo rechaza pero opositores como Suu Kyi opinan que la situación obliga a ser pragmático. Aspiran a un cambio gradual y estable que nadie sabe lo que puede tardar".

Tin Htar Swe se muestra optimista. "No todo es oscuridad. Hay ejemplos en los que una chispa o un incidente inesperado han derrocado a un régimen", dice.
Noticia extraída del periódico ADN.

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