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Geopolítica

lunes, 29 de octubre de 2007

Me gusta la geopolítica porque tiene algo de juego. Me imagino que el mapa del mundo es un tablero de ajedrez y que los países y sus gobiernos son las fichas. Los países débiles son los peones, que uno se deja comer con facilidad, porque hay un montón. Los países de políticas zigzagueantes son como los caballos. También hay países que arrasan todo a su paso y van directos al grano: son las torres. Luego hay un país, que es como la reina, todopoderosa.

Por si el símil no se entiende bien, pondré un ejemplo concreto:

La junta militar birmana sabe que no cuenta con demasiadas simpatías entre la comunidad internacional. Maltratar a tu propia población no es una buena manera de hacer amigos; los demás pueden pensar: “Si así trata a su propia gente, ¿qué sería capaz de hacer con un conocido lejano?” Desde hace años su política exterior ha consistido en buscar protectores que le escuden de los ataques de la comunidad internacional. Cuando ingresó en la ASEAN en 1997, pensó que había encontrado la protección perfecta. Siempre es más difícil meterse con alguien que pertenece a un club. Los demás miembros se sienten también un poco agredidos. Lo malo es que los militares birmanos ya llevan diez años en el club de la ASEAN y los demás miembros empiezan a sentirse como cuando en un club selecto hay un miembro que pone los pies encima de la mesa y en el restaurante se suena los mocos con la servilleta. Por eso, los militares birmanos buscaron otro protector y lo encontraron en China. Son como el rey en el ajedrez, que se enroca buscando la protección de la torre. Esto es geopolítica.

China está creciendo a un ritmo acelerado y necesita materias primas. Birmania posee madera, minerales y, lo más importante de todo, hidrocarburos. La China Nacional Offshore Oil Company y la China Nacional Petroleum Corporation ya se han asegurado su pedacito de gas birmano. También Birmania ofrece un interesante acceso al Océano Índico. Y mejor aún, haciéndose amigos de Birmania, le incordian un poco a los indios, que se son unos rivales molestos. China ha aceptado jugar el papel de torre para un rey que le resulta tan ventajoso. Esto es geopolítica.

En septiembre la población birmana se lanzó a la calle a protestar por sus condiciones de vida. Fueron violentamente reprimidos. Hubo decenas o centenares de muertos (aún no se conocen las cifras; tal vez nunca se conozcan; pero la decena de muertos que reconoce el régimen militar suena a broma). Entre cinco y diez mil personas se encuentran hoy mismo detenidas en pésimas condiciones. El régimen militar se mantiene inmutable. Esto no es geopolítica; esto es una putada.

Plagiado, y asumido, palabra por palabra de "Asia, Buda y rollitos de primavera".

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